Capítulo III - Una tímida amistad

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Han pasado algunas semanas desde el arribo de Taylor a Lirio Blanco. El chico no ha cambiado su opinión respecto a dicho sitio, por el contrario se ha convencido de que nunca llegara a sentirse del todo cómodo en aquel poblado, lo único que le queda es terminar el colegio lo antes posible y mudarse de inmediato. Ya hasta ha contemplado diversas opciones donde estudiar la universidad, la mayoría en la ciudad capital.

Un par de días atrás la había visitado junto con su padre y comprobó que se sentía mejor en aquel lugar. Lamentaba que no fuese allí a donde hubiese sido enviado William.

Se habría propuesto visitar el lugar a menudo si no fuese porque el trayecto de mas de dos horas de viaje mermaba su animo.

En aquella ocasión se había hecho con un par de novelas en una librería local, Lirio Blanco no parecía contar con ninguna biblioteca así que estos libros le brindaría una fuente de entretenimiento por lo menos hasta su próximo viaje a la ciudad.

De esta manera sus tardes las dedicaba a leer o concentrarse en sus estudios. Sin embargo, no podía evitar sentirse profundamente solo durante este periodo del día.

William podía pasar noches enteras fuera de casa y cuando volvía, siempre era a altas horas de la madrugada y apenas intercambiaba unas cuantas palabras con su hijo.

Por otro lado, las mañanas eran completamente distintas y aunque Taylor nunca fuese a reconocerlo verbalmente, para él era la mejor hora del día, un momento que disfrutaba de manera legitima.

Apenas arribaba al salón de clases, Eliza le saludaba con su algarabía acostumbraba, inclusive en un par de ocasiones la había topado frente a la puerta del colegio.

Tras las lecciones y durante la hora del almuerzo se reunían a comer en el patio con ella y sus amigos. Eliza era una persona sumamente social, así que ya tenía un grupo bien conformado. Aunque Taylor era algo tímido fue adaptándose a este paulatinamente.

Los principales integrantes de este grupo eran la pareja compuesta por Alan y Beatríz, además de Constance Abigail, la mejor amiga de Eliza. Esta última fue la mas reacia a aceptar la inclusión de Taylor en el grupo y aunque nunca cambio realmente de opinión al respecto, término por tolerar su presencia con el fin de no contrariar a Eliza.

Finalmente, al terminar las clases Talylor volvía a casa. Gracias a este recorrido diario descubrió que Eliza y su familia vivían muy cerca suyo.

Aunque le fue evidente desde un principio que ellos no podían vivir en aquel pequeño local del pueblo, nunca imaginó que los encontraría a una distancia tan corta de su hogar.

La casa d dicha familia se encontraba al pie del mismo camino pavimentado que conducía a la planta hidroeléctrica.

Debido a esto Taylor y Eliza recorrían gran parte del camino de vuelta, juntos.

El chico se había cuestionado como era posible que si ambos vivían en lugar tan cercano nunca se hubiesen topado en el trayecto de ida. En una ocasión le preguntó esto a Eliza, dando pie a una conversación interesante.

- Eso nunca va a suceder, Taylor - Dijo la chica entre risas

- ¿Por qué no? Si ambos venimos por el mismo camino a la escuela es natural que nos topemos de vez en cuando

- Bueno, para que eso sucediera tendrías que salir de casa cerca de las cuatro de la mañana.

- ¡¿Cuatro de la mañana?!

- Y probablemente no me verías de todos modos, porque viajo en auto junto con papá.

- ¿A donde pueden estar yendo a esa hora?

Senderos | Temporada 01 [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora