Senderos | Temporada 01 [Terminado]

Capitulo IX - Mi viejo vestido

Es de noche, Eliza y el resto de su familia se encuentran en casa. Sara, la madre de Eliza, se encuentra de pie frente a una cuna, sostiene en brazos a un pequeño bebe y le arrulla rítmicamente. Muy cerca de ella se encuentra su hija, la cual esta sentada comodamente en un sillón individual. Ambas conversan sobre su día.

Cuando el bebé se queda dormido, Sara le coloca en la cuna. Eliza no le presta atención a este hecho y continua la conversación, sin embargo esta si se ve interrumpida cuando Boris arriba al lugar. Este cruza frente de ellas, saluda a su famila sin mucho animo y va a la cocina a lavarse las manos.

- Es el momento - Le susurra, Sara a su hija - Habla con tu padre.
- ¿Estas segura? - Cuestiono Eliza
- Anda - Dijo tras giñar el ojo - Yo estaré aqui si necesitas apoyo.

Eliza se levanto, lanzó un gran suspiro y fue donde su padre. Una vez allí, llamo su atencion y después de una conversación aparentemente comun, soltó la interrogante que venía reprendiendo.

- ¿Papá, recuerdas cuando te dije que me presentaría en el festival escolar de este año?

Boris no contestó de inmediato, primero fue rumbo al refrigerador, tomo una cerveza, la destapó y tras beber un poco fue que finalmente atendió el cuestionamiento de su hija.

- ¿Como podría olvidarlo? - Dijo tras tomar otro sorbo - Me sorprendió que después de tanto tiempo decidieras volver a cantar.

Eliza río con cierto nerviosismo. Ante esto, Boris se agacho un poco para estar a la misma altura que ella, revolvió su cabello con la mano y le sonrió.

- Pero me alegra que hayas tomado esa descion, extrañaba oírte cantar
- ¿De verdad?
- Por su puesto
- Oh, eso es maravilloso, pero hay un pequeño detalle que olvide mencionarte.

Boris término su cerveza y aplasto la lata con la mano
-¿De que se trata? - Preguntó con un tono serio
- Necesito un vestido
- ¿Un vestido?

De inmediato, Eliza mostró un catalogo de ropa que había estado ocultando.

- ¡Este vestido!

La chica señalo la imagen de un vestido negro, escotado y con pedrería alrededor del cuello.

- ¿Verdad que es hermoso?

Boris lanzó la lata a la basura, se dio la vuelta y le dio la espalda a su hija.

- Tú ya tienes un vestido negro
- ¡Papá! - Le reprochó Eliza, bastante molesta - ¡Es un vestido del coro de la iglesia!
- ¿Y que tiene de malo? Es un vestido negro como el que necesitas. Además no podemos gastar dinero en algo así.

Alertada por el grito de su hija, Sara se hizo presente en el portal de la cocina.

- Querido - Dijo, con tono consiliador - Ese vestido no es adecuado para la ocasión, ni para una muchachita de su edad.

Boris estaba apunto de responder a este cuestionamiento, cuando Eliza le Interrumpío de golpe.

- Ese vestido, ya no me queda - Respondio, tras llevar sus manos al pecho.
- ¿Como que no te queda? Si tienes la misma estatura que cuando tenías catorce.

Eliza se sonrojo, golpeo el piso con el pie, se giró y abandono la cocina muy molesta. Boris, profundamente confundido por lo ocurrido, intento ir tras su hija pero Sara le detuvo.

- ¿No es acerca del dinero, cierto? - Cuestiono la mujer
- ¿De que hablas?
- Estas mintiéndo, bien sabes que nos ha estado yendo muy bien en los últimos meses y que tenemos el dinero suficiente para darnos un pequeño lujo.

Boris giró la cabeza en un intento de evadir la conversación

- ¿Ademas, ya se te olvido quien es la persona que cada día se levanta de madrugada para ayudarte en la panadería? ¿No crees que Eliza se ha ganado una recompensa a todo su esfuerzo? Ella nunca te ha pedido nada
- ¡Pero, cariño! Eliza ya tiene un vestido negro
- ¡Boris! ¿Acaso no te das cuenta? - dijo tan molesta como el suave tono de voz le permitía - Nuestra hija ya no es una niña, se ha desarrollado bastante en los últimos años.