Capítulo VII - Una figura ausente

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Aquel había sido otro día común en la escuela, era la hora del descanso y Taylor se encontraba en una banca junto a la máquina de bebidas. Estaba ligeramente inclinado hacia atrás y miraba hacia el cielo. En ese instante experimento un frío e inexplicable contacto en la mejilla izquierda. Ante esto se estremeció y se inclinó hacia de vuelta al frente.

Cuando se giró para averiguar lo que había ocurrido se encontró con Eliza, parada a su lado. Llevaba consigo dos latas de jugo, una de ellas había sido la causante del sobresalto que había experimentado antes.

Una vez que el chico noto su presencia, Eliza le respondió con una sonrisa, se sentó a su lado y puso en su mano una de las latas de jugo.

- Luces sediento - dijo Eliza, con voz suave.
- Un poco, gracias - Respondió Taylor tras beber de la lata.

Después de eso ambos se quedaron en silencio por un par de segundos. Hasta que, al unísono cada uno se dirigió al otro.

- Eliza, yo, lo lamento....
- Respecto, a lo ocurrido ayer...

Ambos se detuvieron para dar espacio a que el otro hablara, pero tras quedarse callados por unos segundos repitieron el ciclo nuevamente, y así otras dos veces, hasta que Taylor finalmente exhortó a Eliza a hablar primero.

- Aquella canción
- ¿I've got a feeling?
- Si, esa misma.
- ¿No te agrada?

Eliza negó ávidamente con la cabeza.

- Por el contrario, me encanta.
- Entonces, ¿Por qué, tú?
- ¿Por qué me fui llorando? - respondió con cierta ironía - Por que me trae recuerdos de Tom. Era su favorita.

Taylor evadió la mirada de Eliza y se concentró en su bebida.

- ¿Un antiguo novio?

Eliza se echó a reír

- ¿Te molestaría si así fuera?

Taylor no respondió

- Descuida, no se trata de eso.
- ¿Entonces?
- Tom es mi hermano mayor

El chico reflexiono al respecto.

- Pensé que tú eras la mayor
- No, yo fui la segunda en nacer.
- ¿Y dónde está él?

Tras unos segundo Eliza respondió

- Se marchó a la ciudad - Respondió tras un profundo suspiro.
- Ya veo
- Tom era un guitarrista, igual que tú, desde muy pequeño tuvo inclinaciones por la música pero papá nunca le apoyo.

Eliza suspiro antes de continuar

- Él tenía otros planes, había decidido, sin consultarle, que Tom se convertiría en su relevó en la panadería.
- Y Tom no estaba de acuerdo.
- No solo estaba en desacuerdo, odiaba cada instante en el negocio de papá, inclusive llegó a tomarle cierto rencor al pan propiamente. No sé si realmente le disgustaba el sabor o solo lo hacía para desafiar a papá, pero Tom nunca lo comía durante la cena.
- Ya imagino hacia donde va todo esto.
- Pues si, como ya habrás adivinado en cuanto Tom cumplió la mayoría de edad tomo su guitarra y se fugo de casa. No le importo la opinión de nuestros padres, la mía o la de cualquier otro, simplemente se fue. De eso hace ya tres años y aún no tenemos ninguna noticias sobre lo que sucedió con el.

Se formo un nudo en la garganta de la chica

- Cuando escuche aquella tonada en la colina pensé que Tom por fin había vuelto, por ello es que no pude contener mi llanto.
- Lo siento, de haber sabido lo que significaba para ti, aquella canción.

Eliza tosió un poco.

- Olvídalo, no puedo simplemente echarme a llorar cada vez que suena aquella, canción. ¡Es ridículo!
- Eso es muy cierto - Concluyó Taylor, tras dar el último sorbo a su bebida

Eliza se mostró un tanto molesta ante esta respuesta, esperaba que Taylor la contradijera al menos en parte su ultima afirmación.

- Por cierto, Elli
- ¿Si?
- No tuve oportunidad de decirlo antes, pero cuando te escuche cantar me di cuenta.
- ¿De qué cosa? Vamos, escupelo, ya.
- Bueno, la verdad es que tienes una hermosa voz

Eliza río un poco.

- Bueno, tengo algo de entrenamiento. Cuando niña, estuve en el coro de la iglesia.
- ¿En serio?
- ¿Por que te sorprende?
- Bueno, la verdad es que no lo imagino.

La chica hizo pucheros.

- Pues, como te habrás dado cuenta era muy buena. Y como tú lo dijiste, tengo una voz hermosa.
- ¿Y entonces porque lo dejaste?

El semblante de Eliza cambio de inmediato, y agachó la cabeza.

- Cuando Tom se marchó, las responsabilidades de la panadería recayeron en mi. Entre el negocio de papá y el colegio no me queda mucho tiempo libre.
- ¿Eso es todo?
- No, en realidad.
- Lo imagine.

Eliza se giró y observo atónita a Taylor por un momento.

- ¿Cómo podrías saberlo?
- Puedo hacerme una idea del por qué.
- Bien, entonces dila.
- Tu padre
- ¿Que hay con él?
- Bueno - Se detuvo como intentando buscar la forma más apropiada de expresarse - Imagino que él no estaba muy de acuerdo con dicho pasatiempo.

Eliza se apresuró a refutar enérgica la suposición del chico.

- Estás muy equivocado.
- ¿De verdad?
- A diferencia de lo ocurrido con Tom, a mi siempre me apoyo, a papá le encantaba oírme cantar.
- ¿Entonces?
- Fue decisión propia
- ¿Por qué?
- Si que estás empeñado en saberlo todo ¿Cierto?

Taylor, quiso disculparse pero ya era tarde.

- Extraño a Tom, si, pero al igual que el resto de la familia, le guardó cierto rencor. Llore cuando creí oírle en la colina, pero de haber sido él, lo primero que habría hecho al verlo es darle una buena patada en la entrepierna.

Taylor contuvo la risa.

- Deje de cantar cuando él se fue, no solo para atender la panadería sino porque tenia miedo, miedo de convertirme en una persona similar a él. En alguien que simplemente te abandona, que deja todo a tras sin pensar en los sentimientos de aquellos que te aman sólo para ir tras un sueño absurdo.
- Tu no eres ese tipo de persona - Se apresuró Taylor a responder - Te conozco de hace poco, pero puedo decirlo con total seguridad.
- ¿De verdad lo crees?
- Por su puesto, lo he comprobado en la forma en que ayudas a tu padre en la panadería, el como cuidas de tu madre, hermanos, inclusive... - Se detuvo de golpe
- ¿Inclusive?
- Inclusive de mi

Hubo silencio por unos segundos

- Sin importar la forma tan fría como te tratase, continuabas allí, apoyándome.

Se formaron algunas lágrimas en los ojos de Eliza.

- Eso es algo que no va a cambiar, tan solo por interpretar unas cuantas canciones.

Eliza, enjugo sus lágrimas.

- No, claro que no.

Tras decir esto se puso de pie y le mostró una amplia sonrisa a Taylor.

- ¿Tienes tu guitarra?

El chico le respondió afirmativamente devolviéndole la sonrisa

- Tengo ganas de cantar un poco

Senderos | Temporada 01 [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora