¿Te conozco?

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Corría por la cancha del recinto alquilado para preparar mi cuerpo para el futuro desgaste que este tendría con los partidos. Los minutos haciendo esto pasaron y tome el balón que habia traído para practicar técnica básica. Estaba preparándome para lanzar, cuando la voz de un chico me hizo voltear hacia su dirección sin dejar de lado mi entrenamiento. Internamente celebré que el balón entrara limpiamente al aro, pero eso no quitaba que aquel chico me interrumpiera.

- ¿Te puedo ayudar en algo? - pregunte un poco cortante, pero a él no pareció importarle.

-  Lo siento, me pareces conocida - dijo el chico sin dejar su mirada de diversión de lado - soy Kise Ryota ¿y tú? - dijo educado, por lo que le conteste sin problemas.

- Soy Tn - le dije sin querer decirle mi apellido por lo ocurrido con el pelirrojo, aunque la verdad es que también me resultaba conocido, pero no por el aspecto, sino por la presencia que él tenia.

- Tn... - dijo llevándose la mano al mentón - ¿no estabas en un equipo de basquetbol en América? Aunque ella era ciega - decia haciéndome recordar a un chico que se apareció en las instalaciones por haberse equivocado de sección - pero puede que recuperara la vista- concluyó hablando más para él mismo que para mi.

- ¿No seras el chico histerico que se puso a chillar en medio de nuestro entrenamiento, o si? - solte haciéndolo quedar atónito.

- ¡Ese mismo! - grito alegre, pero después hizo un puchero al procesar bien mis palabras - eres mala Tn chi - soltó haciéndome sonreir.

- ¿como te ha ido? , la ultima vez que hablamos fue en el campeonato femenino - le dije interesada, aunque por su expresión seguramente le haya ido bien.

- Me ha ido bien, pero ahora que te vi de nuevo, estoy mucho mejor. Desde aquella derrota, no dejo de pensar en la revancha - dijo desafiante, ya que en aquel tiempo él y yo habíamos tenido un partido amistoso en el que le gane, aunque admito que me costó un poco.

- Será en otra ocasión, ahora estoy ocupada - le dije observando la hora que marcaba mi reloj.

- Entonces dame tu número y nos ponemos de acuerdo - dijo entusiasmado, a lo que lo mire con las cejas curvadas.

- Esta bien - dije sacando mi móvil de mi bolsillo y le enseñé el número que estaba al reverso. Después de haber intercambiado nuestros números, me fui a mi cita con el doctor, ya que tenia que comprobar el estado de mi vista.

(...)

-Mmm... Es extraño - me dijo el doctor al ver los resultados de los exámenes - ¿dices que al cambiar con la otra recuperas la vista? - soltó anotandolo en una libreta.

- Asi es - le dije seria, aunque su mirada me hacia sentir como un espécimen al que queria ponerle las manos encima.

- Esto nunca habia ocurrido! - dijo emocionado - ¿que te parece continuar con los exámenes? Podríamos encontrar la cura para otras personas - dijo, pero tuve que bajarlo de su nube, no me convertiría en un conejillo de indias.

- Me niego. Si eso es todo lo que tenia que decirme, me voy - dije saliendo de la sala sin voltear atrás. Ese hombre no me convertiría en su sujeto de pruebas, no lo permitiría.

(...)

- agh...- me queje al no poder ver por donde iba. Al parecer me habia excedido usando los ojos de Takeshi y para empeorar la situación, no habia traído mi bastón conmigo.

- Disculpe - solto una voz que extrañamente se me hacia conocida - necesita ayuda? - me pregunto cortesmente, aunque no tarde en sentir algo peludo acariciando mis piernas. por acto de reflejo me agache y acaricie la cabeza del animal que me habia acariciado.

La jugadora arcoiris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora