Capítulo 8

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Vamos en la misma dirección que las manadas de dinosaurios. Estas van corriendo y nosotros vamos a su lado lo más rápido que podemos, que no es mucho. Las giroesferas no alcanzan una gran velocidad, por lo que pronto los dinosaurios nos dejan detrás.

El móvil de Zach empieza a sonar, me levanto un poco para que pueda sacarlo de su bolsillo y contestar.

―Hola, tía Claire ―dice con el teléfono pegado a la oreja―. Te escucho mal.

Me giro para poner más atención a su conversación, él lo nota, pero me da igual.

―Estamos en las giroesferas ―continúa diciendo―. Si, está bien. Adiós― dice rápidamente y cuelga.

Miro a Zach entrecerrando los ojos, como si así pudiera ser capaz de averiguar lo que oculta. Porque está claro que oculta algo.

―¿Qué quería tú tía?

―Saber dónde estábamos y recordarnos que no volviésemos tarde.

Me está mintiendo, estoy segura de eso. Vuelvo a coger mi móvil, quiero mandarle un mensaje a Claire, pero ya se ha apagado, seguramente por la falta de batería. Debí cargarlo antes de salir.

Zach para la giroesfera ante una puerta que hay en las enormes vallas que separan los distintos lugares y hábitats del parque. La puerta está abierta, así que deja a la vista un frondoso bosque y un camino que lo atravesaba.

―¿No te atreverás a entrar ahí, verdad?

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―¿No te atreverás a entrar ahí, verdad?

Zach sonríe, como si lo que yo acababa de decir fuese una especie de desafío para él, en vez de una advertencia.

―¿Pero se puede saber qué haces? ―digo al ver que Zach aprieta la palanca del control y nos introduce en el bosque.

―Tranquila, solo quiero que Gray viva con intensidad la experiencia Jurassic World.

Cuento mentalmente hasta diez para calmarme, no quiero ponerme en plan histérica delante de Gray, pero lo único que me apetece en este momento es gritarle a Zach. Deberíamos estar volviendo al resort, no entrando en el bosque. Tengo un mal presentimiento.

―Relájate, ¿quieres?

Estoy tan nerviosa que no dejo de mover la pierna, seguramente a Zach le molesta porque aún voy sentada encima de él, pero no puedo evitarlo. Es como un tic que tengo desde siempre.

―¿Ves? No es peligroso ―vuelve a hablar dedicándome una sonrisa, como si eso fuera a calmarme― y encima tenemos una visión privada de cuatro... dinosaurisos.

―Anquilosaurio ―le corrige Gray.

―Como sea.

―Zach ―musito―. Zach, mira eso ―le hago un leve gesto con la cabeza para que mire hacia atrás.

Zach se gira y empalidece, sin embargo cuando Gray se percata de lo que estamos mirando su hermano y yo deja escapar un sonoro grito que hace reaccionar al dinosaurio que tenemos justo detrás. El dinosaurio empieza a correr y nos da una patada, no sé si intencionadamente o no, pero nos lanza a varios metros de distancia.

No consigo reconocer de qué tipo de dinosaurio se trata, pero sin duda no es herbívoro y mucho menos pacífico. Por suerte, está distraído atacando a los anquilosaurios que hay por aquí, es nuestra oportunidad de escapar.

Zach vuelve a poner en marcha la giroesfera, pero no llegamos muy lejos

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Zach vuelve a poner en marcha la giroesfera, pero no llegamos muy lejos. La cola del anquilosaurio impacta con la máquina desplazándola y cascando parte del cristal. Chocamos contra un gran tronco y la giroesfera, ahora rota, vuelca haciendo que yo caiga al techo (que ahora está en el suelo) y los chicos, al estar sujetos con el cinturón, queden bocabajo.

Are you ok? | Zach Mitchell - Jurassic WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora