Bienvenido a la familia Jeon Kim || KOOKV

III. [Huida y responsabilidades]

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Ya cumplido el segundo mes, para fortuna de Taehyung, los vómitos y mareos se habían ido; pero para desgracia del resto del grupo y su novio los antojos habían abordado al castaño. Comenzaron mientras cenaban, Taehyung se había rehusado a comer porque su apetito se había desvanecido apenas vio los cortes de carne sobre su plato.

– Taehyung-ah, debes comer, el bebe necesita nutrientes – regaño Jin.

– No quiero carne – su labio se abulto formando un puchero.

– No fue pregunta, come.

– ¡No!, ¡yo quiero ramen con chocolate! – todos los ojos voltearon a verlo curioso.

– ¿Dijiste ramen con chocolate? – Jimin torció los labios en una mueca de desagrado.

– Si, ¿algún problema? – los ojos del castaño lo veían de manera asesina.

– No, ninguno – siguió comiendo.

Había ocasiones en las que si el problema no eran sus antojos, era su hambre voraz. Arrasaba con todo en la cocina, dejando un desastre que luego el, inocentemente le pediría a sus mayores levantaran. Taehyung comenzó a dormir todo el día, preocupando a su novio pues pareciera un oso hibernando, y pobre de aquel que se atreviera a despertarlo, si fue capaz de casi descalabrar a Jungkook, ¿qué no le haría a ellos?

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– ¿Taehyung? – Jungkook se había despertado en medio de la noche, rodó en la cama observando la menuda figura de su acompañante que se retorcía entre las sabanas – Amor – sacudió levemente esperando que este reaccionara pero nada, estaba dormido, volvió a acomodarse cuando un sollozo lo alarmo.

– Kook-Kookie, no... – una de las manos del castaño se aferro a su camisa – no, no te va-vayas... por favor...

– Hey, despierta.

– ¡Jungkook!

– ¡Taehyung despierta! – dos grandes orbes avellana lo observaban con temor, tan pronto como despertó rodeo el fuerte cuerpo del azabache – ¿Estas bien? – pregunto apenas se separaron.

– No me dejes, no nos dejes.

– Jamás haría eso, cariño, fue solo una pesadilla.

– Se sintió muy real.

– Esa es la intención de esa clase de sueños, Tae, que el miedo te envuelva tocando aquellos recuerdos que saben que duelen. No me iré de tu lado.

– ¿Me lo prometes? – tomo entre sus manos el rostro lloroso de su novio.

– Te lo juro – beso sus labios y luego los acostó a ambos acariciando su rostro hasta que cayo de nuevo en un profundo sueño – Te amo, Taehyung. A ti y a nuestro bebe.

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