Auto

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  El sol estaba oculto tras aquellas nubes que se negaban a seguir su curso, el viento comenzaba a aumentar pero eso no había evitado que ellos salieran de casa.

Tao había tomado las llaves del auto ante un sorprendido YiFan, quien solo pudo tragar saliva asustado por tal acción. Después de todo, ¿quién en su sano juicio accedía a enseñarle a su novio a manejar sabiendo lo desesperado que podía ser?

Pero ya no había marcha atrás, el auto estaba fuera del estacionamiento, él estaba sentado en el asiento del copiloto y el cinturon puesto en su lugar. El pequeño panda estaba feliz sentado detrás del volante y con sus manos puestas en este. Y Wu definitivamente no podía quitarle esa felicidad.

Duró más de 10 minutos en lograr avanzar más de un metro sin que el auto se apagara.

Se sacudía bastante hasta que se apagaba. Y Kris tenía que mantener su autocontrol para no arrancarse el cabello cada que Tao olvidaba soltar el clutch poco a poco. Los cambios fueron un infierno y el estacionarse otro poco más. Y ni hablar de dar marcha atrás que un tic en el ojo ya había comenzado a hacerse presente.

Pero no fue hasta que tuvo que usar el freno de mano que gritó.

-Para por favor. -Imploró en cuanto vio a un pelinegro paralizado y sin color frente al auto.- Casi dejas a este mundo sin el último unicornio existente.

Ver los ojos abiertos de par en par de su novio mientras su labio inferior y manos temblaban es que supo que no solo él tenía miedo sino que Tao también estaba temeroso a pesar de su aparente calma y seguridad.

Y entonces se sintió terriblemente mal, había estado haciendo temblar a su novio a causa de su inexistente paciencia y bajando así la seguridad que hace unas horas los había empujado hasta esa situación. Comprendió que definitivamente no servia como profesor y que Tao era un terrible conductor, pero al final de cuentas se tenían el uno al otro. En las buenas y en las malas, pero sobre todo en ese momento. Dentro de un auto en el estacionamiento del complejo de departamentos donde vivian mientras gruesas gotas de agua helada caían sobre este y un unicornio seguia su camino hasta su departamento después de pasado el susto de muerte.

-Lo siento cachorro. - Y aquellas palabras salieron desde lo mas profundo de su corazon arrepentido.

Es por ello que nunca esperó que de aquellos labios temblorosos saliera aquella risa contagiosa. Huang estaba riendo, se estaba burlando de lo que había pasado y Kris solo lo miraba estupefacto. ¿Por qué reía? Tan solo unos segundos atrás juraría que estaba a punto de soltar lágrimas pero, en cambio, su risa se hizo presente inundando el auto en ella.

Wu comprendió que a pesar de los años, de los meses y de los días que han pasado juntos existen momentos donde conoce mas de aquel panda. Momentos que nunca cambiaria por nada, aunque aquello implicara perder la paciencia y un casi accidente que podría llevarlos presos.

Porque al final de cuentas amaba a aquel chico ojeroso con cambios drásticos de humor que le contagiaba.

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Créditos de la fotito a AkivaHH gracias por el fanart hermoso  ❤️❤️❤️❤️ valió la pena tanto acoso 🙋

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