IMPORTANTE
Lean la nota final
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Abro mis ojos y en seguida los cierro por la claridad que hay en la habitación. Me toma unos minutos volver abrirlo esta vez adaptándome. Lo primero que veo es el techo blanco que se encuentra sobre mi. Miro hacia el lugar donde me encuentro recostada, una cama enorme y blanda llena de cojines. Me siento y me quedo congelada. Está no es mi habitación, no sé donde estoy, está habitación es toda blanca, con el suelo de moqueta, un armario enorme, un tocador con un espejo más grande que yo.
¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy? Estoy muy asustada. Debo dejar de temblar.
Me deslizo hasta el borde de la cama, un dolor punzante se ha cogido en mi cuello pero decido ignorarlo. Mi miedo aumenta más en cuanto noto que esta ropa no es mía. Doy un salto para bajar de la cama, corro hacia una de las tres puertas que hay. Intento abrirla pero no consigo nada. Grito por ayuda hasta que mis cuerdas vocales lo soportan, golpeo la puerta hasta que sangran mis nudillos. Nada. Nadie viene. Decido abrir otra de las puertas, es un baño con la única ventana tapada con listones de madera, cierro la puerta con coraje. Me dirijo hacia la otra puerta pero al pasar por el espejo me detengo al ver una gasa en mi cuello y moratones al rededor de mi cuello. Esto lo hizo el chico de ojos color ámbar. Al recordarlo un escalofrío sube por mi espalda. Sin más abro la otra puerta.
Al otro lado de la puerta hay una copia exacta de la habitación en la que desperté, mi vista se posa en la melena rosa que se encuentra de espaldas a mi mirando por una ventana. En seguida la reconozco, es Misaki la chica que estaba con nosotras.
Podemos escapar por ahí.
Camino rápido hacia la ventana, desecho la idea de escapar por ahí en cuanto veo la altura de vértigo que hay hasta el suelo. Nos quedamos en silencio, un silencio algo incómodo. Hasta que ella rompe el silencio.
–Estamos aquí por tu culpa. —su voz está cargada de odio, una punzada se coge en mi pecho. — Ellos quieren tu sangre.
–¿Por qué? —mi voz sale en un hilo apenas audible.
–¿En serio no lo sabes? —me encara y suelta un bufido. — No te hagas la dramática, llorar no nos servirá de nada.
Solo puedo asentir, mientras limpio mis lágrimas que no paran de salir. Estoy muy agobiada, toda esta situación me está abrumando. Me obligo a dejar de llorar. Me siento en la cama en la cama, derrotada.
—Desde que te conocí he sentido que tú sabes mucho de este tema ¿podrías contarme que me está pasando?
—¿Por qué debería decírtelo? No veo la necesidad —suspiro. El coraje es lo que corre por mi venas.
Entonces estallo.
—¡Es mi vida! ¡Es mi maldito cuerpo! ¡Necesito saberlo! —mis cuerdas vocales se quejan en protesta.
—¿¡Y a mí qué!? Y te equivocas, ya no es tu cuerpo. —aprieto la mandíbula y los puños. Vuelvo a la habitación donde desperté. Cierro la puerta con un portazo. Me tumbo en la cama, sin parar de pensar en toda esta situación. Me siento agobiada hasta la mierda. Entonces escucho la puerta abrirse, me giro con la esperanza que Misaki haya cambiado de idea.
Mi desilusión es tan grande como el miedo que se apodera de mi cuerpo. De nuevo el hombre de cabello platino y ojos ámbar con una bandeja en sus manos, mi estómago ruge en respuesta. Como si lo hubiera oído esboza una sonrisa ladina. Deja la bandeja sobre la cama frente a mí, se sienta en la cama colocándose enfrente de mi y entre medias la bandeja.
–Come. —ordena. Miro los cubiertos levantando una ceja, de plástico. — Precaución
—Ya claro, no me puedo suicidar con cubiertos de plástico. —intento ser sarcástica, pero me sale mal. No me fio de su comida, podría estar envenenada o algo así— No quiero comer, quiero respuestas. —me mira intrigado, lo que me da fuerza para continuar. — ¿Cómo te llamas? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué yo?¿Por qu....? –un bufido de su parte hace que me detenga.
–Demasiadas preguntas. —murmura con un tono terrorífico. — Ash. Me puedes decir Ash, soy un vampiro estás aquí para alimentarme. Estás aquí porque me gusta tu sangre. Come. —empuja la comida hacia mi. Cojo un el tenedor y remuevo la pasta. – Tienes más preguntas. —no es una pregunta, lo está afirmando.
—¿Cuán cierto es lo que hay en los libros, sobre vosotros? —el tenedor termina de hacer su recorrido hacia mi boca y mastico despacio. Esta ensalada de pasta no sabe a nada.
—Olvidate de Crepúsculo, no brillamos como un maldito diamante en el sol. Casi nada es cierto. —aparto la bandeja hasta que roza su pierna con cara de disgusto. — Está asqueroso, mañana vendrá una cocinera para ti y la otra chica. Mira algo que es cierto, podemos comer comida y sangre, solo que la comida no tiene gusto para nosotros. —coge la bandeja y acto seguido está en la puerta. — Un consejo, no gritéis. Se escucha todo.
Se va sin decir nada más, pasan horas hasta que llega la noche. Ash vuelve con una hamburguesa de McDonald's que devoro enseguida. Me quedo despierta toda la noche. Mi mente viaja hacia Gajeel.
Dijiste que estaría a salvo ¿dónde estás? ...¿Dónde estás ahora que estoy tan aterrorizada?
Siento como la almohada se humedece y es entonces, que noto que estoy llorando. Escucho unos ruidos que vienen de la puerta que conectan las dos habitaciones. Voy hacia la puerta está cerrada, mis pies desnudos se choca con algo. Es un folio que tiene letras escritas, pero la oscuridad de la habitación me impide leerla. Menos aún cuando siento como a la puerta principal le quitan el seguro y salgo corriendo hacia la cama.
Cierro los ojos, mi corazón late con fiereza y mi respiración es muy rápida. Guardo el folio debajo de la almohada. La cama se hunde bajo el peso de alguien, o mejor dicho Ash. Su cuerpo está sobre el mio puedo notarlo pero no me aplasta, está apoyado sobre sus manos y sus rodillas.
—Sé que estás despierta, el corazón va más despacio cuando no estáis despiertos. —abro mis ojos y me encuentro con los suyos. Su color ámbar está reluciente, brilla mucho más que antes. Sé en seguida a lo que ha venido. Lo empujo y me muevo con violencia pero nada resulta agarra mis manos con una de las suyas. Con su mano libre me gira la cara y me muerde con fuerza. Traga con desesperación, con ansias y con violencia. Lágrimas caen por mis mejillas, sollozos incontrolados escapan de mis labios, los temblores no tardan en aparecer, la oscuridad me invade y mi cuerpo se afloja.
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¡Hola mis queridisimos lectores!
Parece que ayer estaba demasiado dormida, mientras subía el capitulo. Se me olvidó decirles que hoy habría maratón.
¿Por qué? se preguntarán. Bueno esta historia hace unas semanas estaba en la posición #593 de vampiros y a modo de celebración empecé a preparar este maratón. Desgraciadamente ya no estamos en el Ranking. Sin embargo no me detendrá para celebrarlo.
Quería darles las gracias a todos los que leen mi historia. Los lectores fantasmas, los que solo votan y los que comentan los amo a todos.
Espero que les haya gustado el capitulo y nos vemos en unas horas.
Besos de Noa-chan
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Tu dulce sangre
FanfictionLa sinopsis se encuentra dentro espero que disfruten de la lectura tanto como yo amé escribirla. Portada hecha por @-MagaMirajane- Obra registrada en: SafeCreative Código:1901239720280