Capitulo 13 .- El actor

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Tres días.

Tres días, es el tiempo que llevamos vagando por el bosque y ni siquiera se ve un atisbo de civilización. Se perdió, Ashdeak dice que no está perdido pero si no lo estuviera ya hubiéramos llegado digo yo. Al parecer el vampiro más antiguo no tiene sentido de la orientación.

Tres días en los que no he comido nada, pasamos los primeros dos días caminando. Hoy no nos hemos movido del sitio, me siento enferma mareada y débil. Ash no está mejor que yo; está más pálido que de costumbre, unas ojeras negras y sus labios están tomando un tono morado. Está peor desde que esta mañana a intentado cargarme para avanzar un poco. Sin embargo, en cuanto me subí a su espalda se cayo al suelo sudoroso. Su herida no se ha cerrado y parece que está infectada.

Estamos rodeando al fuego para calentarnos en la fría noche. Decido hablar para quitar el aburrimiento que hay en el ambiente:

–¿Cuántos años tienes? —pregunto mirándolo

–Demasiado mayor para ti. —comenta mientras juega con la rama que tiene entre sus dedos. Al ver que no contesto.Suspira. — 2004 años —lo miro sorprendida. Es una momia.

No comenta nada, ante mi pensamiento sarcástico. ¿Acaso él no puede leer mi mente?

–¿No puedes leer mi mente? —estoy demasiado curiosa como para dejarlo pasar.

–No tengo el poder de leer la mente, y tampoco eres mi alma destinada así que no.

–¿Qué es eso de alma destinada?

–Ya sabes, la alma a la que estás unida. Tu pareja,tu compañero.

¿Gajeel es mi compañero? Una sonrisa se extiende en mi cara. Todo se queda en silencio hasta que Ashdeak prefiere interrumpirlo:

–No me jodas, esto ahora no. —se pone en pie y me agarra del brazo levantándome. — No te separes de mi si quieres sobrevivir.

Sus brazos me envuelven en mi cintura y me levanta del suelo. Los árboles pasan a una velocidad sobrehumana. Nos detenemos apoyándonos en un árbol, Ashdeak está sudoroso y jadeando.

–Nos hemos olvidado apagar el fuego. —bromeó para aligerar el ambiente, fallando obviamente.

–Tienes a un arcángel siguiéndote y te preocupa el fuego. –el arcángel Miguel. El que me quiere matar.

Suspiro. El señor no aguanta las bromas, sabe como poner mal cuerpo a cualquiera. Un tintineo se cuela en mis oídos.

–Mierda se está acercando. —se incorpora para hincar sus rodillas en el suelo, me hinco a su altura. Llevándose la mano al costado y sacándola llena de sangre. — No me creo que vayamos a morir aquí.

–Pues créelo. —una voz masculina hace que gire mi cabeza hacia atrás. Encontrándome con una mirada azul, sus facciones perfectas me recuerda haberlo visto antes, de su cuerpo emana demasiada luminosidad.

Lo he visto antes, cuando Gajeel me rescató. Él me atacó. Bajo mi mirada, observo una piedra bastante filosa y miro Ashdeak. Es la única forma forma de que alguno de los dos viva.

Paso mi mano por la roca haciéndome un corte. Ashdeak se tensa pero el arcángel no lo nota por la distancia.

–Últimas palabras, parejita. —el tono burlón en su voz me enferma.

Ashdeak me coge la mano tapando mi herida, sus ojos derrochan disculpas. Sonrío para tranquilizarle. Hinca sus colmillos en mi mano. El arcángel lo intenta golpear pero lo esquiva hábilmente, sacando su colmillos de mi mano. Ashdeak da un salto subiéndonos a un árbol me sienta en una rama apoyándome en el tronco. Acuna mi rostro con sus manos.

–Mantente consciente lo que puedas, esto va acabar.—asiento con pesadez. Él se va.

Me cuesta respirar, un cosquilleo se apodera de mi cuerpo, mi corazón late frenético, la sangre de mi mano se resbala por mi mano provocando escalofríos en mi cuerpo. Miro el cielo estrellado luchando porque mis ojos no se cierren.

Espero que Gajeel no sufra mucho por mi muerte. Una sonrisa se cruza en mis labios. Hasta cuando estoy muriendo él está en mis pensamientos.

–Ya está, vamos a volver al castillo en seguida. Aguanta un poco más. —la voz de Ashdeak se escucha lejana. Siento sus brazos detrás de mis rodillas y en mi espalda. Sin poder evitarlo la inconsciencia se apodera de mi cuerpo en sus brazos.

Corría por el parque mientras papá y mamá. Hablan con la vecina. En esta villa nos conocemos todos y todos los días nos vemos los unos a los otros, no entiendo porque tardan tanto en hablar. Los mayores son aburridos.

Vi a mis amigas, en la arena jugando; Wendy y Shelia.

En cuanto llegué junto a ellas me abrazaron y empezamos a dar vueltas sobre nosotras mismas. Ellas eran más pequeñas pero gracia a mi altura aparento ser más pequeñas.

Después de hablar de nuestros dibujos animados favoritos, y comentar cosas dela escuela empezamos a jugar al pilla pilla. Yo tenía que pillarlas a ellas. Estaba pensando en que sitio podrían estar mis amigas hasta que me choque la pierna de alguien y me caí de culo.

El señor se agachó y me puso en pie acompañado con un "aupa". Sus ojos  amarillos casi anaranjados estaban sobre mi.

¿Estás bien, cielo? –asentí sonriendo. Entonces me fije en su pelo blanco.

¿Porqué tienes el pelo blanco si te ves joven? —pregunté embobada. —Mi papá también tiene algunos pelos blancos, pero es mayor que tú

Lodudo mucho, —el hombre extraño sonríe y yo sonrió con él. —Todo lo entenderás en el futuro.

Mis ojos se abren con sorpresa. ¿Qué ha sido eso? Ese era Ashdeak. Miro donde me encuentro, una enorme cama, la habitación era blanca pero no era de hospital por su decoración. Me siento en la cama, observo las esposas en mis manos y una intravenosa en mi brazo inyectándome sangre.

Miro al frente donde se encuentra Ashdeak. Ira es lo que sube por mi sistema. Después de todo lo que hice para salvarnos, que casi me mata alimentándose me devuelve el favor secuestrándome y esposándome

–¿Qué diablos significa esto? —señalo las esposas que hay en mis muñecas.

–Medida de precaución, no puedo volver a dejarte escapar. Cuando lo hice tu padre se enfureció mucho conmigo. El mundo se ha vuelto peligroso para ti. Comprendelo, cielo.

–Peligroso y una mierda. —me levanté de la cama sacando la intravenosa de mi brazo. — He estado dos semana sin problemas.

–¿Quién te crees que se ha encargado de que eso sea así? ¿Por qué crees que nos pillaron a los dos? He estado apunto de morir por la estupidez de que fueras libre. Pero eso se acabó, tengo que atender un reino y no puedo hacerlo mientras correteo detrás tuya.

Sus ojos estaban brillantes, puedo distinguir perfectamente en su mirada el enfado. En el bosque y en esa sala estaba fingiendo es un gran actor. El portazo que da Ashdeak al salir hace que vuelva a la realidad.

★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
¡Hola mis queridos lectores!

Gracias por los comentarios y votos del anterior capítulo me animaron bastante.

Pobre Levy sale de un secuestro y se mete en otro.

¿Quién os gusta más Gajeel o Ashdeak?

Saludos y Besos de Noa-chan

Tu dulce sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora