Los meses pasaron muy rápido, mi amistad con Alex había crecido, lo cual me sorprendía ya que ella y yo teníamos muchas cosas en común.-¿Que vas a hacer hoy?-. Decía Alex mientras salíamos de la escuela- Es Viernes y estoy harta de la escuela?
-No se me ocurre nada bueno, ¿tienes planeado algo?
-podemos ir a cenar y celebrar que es viernes si quieres- paso su brazo por encima de mis hombros.
-Si- sonreí- podemos ir a la cafetería de Nick si gustas.
Una enorme sonrisa se dibujo en su rostro, hacia un par de semanas atrás habíamos ido a una cafetería que un chico le había recomendó a Alex, cuando entramos lo primero que vimos fue a un atractivo chico con el cabello largo y brillante de color castaño, y ella aun no podía sacarlo de su cabeza pero de algo estaba muy seguro, ella conseguiría su numero.
-Entonces nos vemos a las 8 ahí-. Dijo mientras se subía a la auto de su madre y agitaba su mano alejándose.
Empecé a caminar mientras sacaba mis audífonos y mi celular pero no lo sentí en mi pantalón
-MIERDA! -. Recordé que lo había dejado en el salón.
Camine rápido por el gigantesco pasillo que daba a mi aula, solo se podía oír el sonido de mis zapatos y la vos de algunos maestros que estaban en la dirección
Entre a el salón y ahí estaba mi celular pero un chico lo tenía en sus manos.
-Hola... ese es mi celular. - sonreí nervioso.
El volteo y sonrió amablemente.
-¿Es tuyo?- su voz gruesa sonaba en todo el salón y Cada vez se acercaba más a mi -Deberías tener cuidado en donde lo dejas.
-Si yo.. Creo que me distraje.
-Está bien-. Sonrió mientras se acercaba a mi.- Solo... Voy a ponerlo aquí-. Su cuerpo estaba muy cerca del mío, puso su brazo contra las pared impidiéndome salir.
-Aquí tienes, Christian-. Su aliento olor a fresas golpeó mi rostro, mientras sentía como su mano se metía en bolsa trasera de mi pantalón y dejaba mi celular ahí, un escalofrío paso por toda mi espalda.
Salí del salón un poco agitado camine por el pasillo hasta llegar de nuevo a la salida, no pare asta salir de la escuela, afuera me quede parado esperando un taxi, cuando estaba a punto de subirme a el, vi salir a el mismo chico pero ahora acompañado de un hombre alto.
Me subí a el taxi y por curiosidad voltee a ver, el hombre se dio cuenta y me sonrió, no le preste atención y me quede pensando en esas personas todo el camino.
Cuando llegue a casa mi madre estaba en la sala platicando con una señora que no conocía.
- Ya llegue, voy a estar arriba-. Dije rápido subiendo las escaleras
Me senté en la cama agitado, me sentía raro, como nervioso, la puerta sonó interrumpiendo mis pensamientos.
-Cariño, ¿estas bien? -. Dijo mí madre detrás de la puerta.
-Si, en un momento bajo, me estoy cambiando de ropa.-. Mi voz sonaba agitada.
Me cambie rápido y baje a la sala donde mi madre todavía platicaba con esa señora.
-Hola-. Dije agitando mi mano a la señora, que por cierto, me recordaba a Muriel de coraje el perro cobarde.
-Christian, ella es Carmen y a partir de mañana nos ayudará con los deberes de la casa- mi madre se paró del sillón, se sentó al lado mio y tomó mi mano.- habrá veces en las que llegare muy tarde y no podré atenderte como la hacia antes.
Supongo que mi rostro debió cambiar drásticamente pues Carmen me veía confundida.
-Si, yo podré atenderte cuando gustes y podrás contar conmigo para lo que necesites... si es que tu estas de acuerdo claro-. Carmen dejo su taza de café en una mesita de vidrio y tomó sus manos.
No necesitábamos a nadie, yo sabía muy bien por qué mi madre había contratado a Carmen, mientras pensaba, oía la vos ronca de un hombre en el televisor, anunciaba una gran tormenta y mucho viento para el resto de la semana.
-Entonces Chris- mi madre me interrumpió- ¿estas de acuerdo?.
-Si... Supongo-. Levante mis hombros indiferente.
Mi madre continuo platicando con Carmen, cuando terminaron de hablar, ella se despidió de mi y mi madre la acompañó a la puerta, yo subí a mi cuarto, las horas habían pasado y ya se me había echo tarde para llegar a la cafetería.
Estaba en el armario escogiendo mi ropa, detrás de mí oí unos pasos.
-¿Vas a salir amor?
-Si, iré con Alex a una cafetería-. Conteste seco y dándole la espalda.
Mi madre se acercó tocando mi hombro haciendo que girará.
-Se que esto de contratar a alguien no te gusta, pero es por tu bien.
-Mamá, ya van varios meses en los que no me dan los dolores de cabeza, estoy bien-. Cruce mis brazos.
-Lo se pero... que pasaría si un día te desmayas y golpeas tu cabeza contra algo- en su rostro se veía la preocupación- jamás me perdonaría que te pasase algo.... eres lo que más amo en esta vida.
Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo, podía oír como trataba de no llorar, sabía que lo hacía porque me quería así que no me quedaba otra opción que aceptarlo.
-Está bien solo... no quiero que se hable tanto del tema ¿okay?
-Si, hable con Carmen y le pedí que no dijera nada enfrente de ti- sonrió - voy a dejar que termines lo que estabas haciendo, no quiero que llegues tarde.
Mi madre salio del cuarto cerrando la puerta y yo me metí a bañar, el agua caliente caía por todo mi cuerpo, afuera se oían los truenos y la luz de los relámpagos entraba por la ventana del baño, quería olvidar esa platica, hablar de aquel tema me traía recuerdos que me hacían sentir inseguro y débil asía mucho tiempo que no me sentía así, eran recuerdos que quería olvidar.
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Midnight Shadows (Gay)
Teen FictionLos días aquí son muy obscuros y fríos, el cielo cambia de gris a negro, la lluvia cae fuerte contra el pavimento y a decir verdad, es genial, todos aman la lluvia pero es bueno debes en cuando ver un poco de luz en la oscuridad. Christian esta dis...