La chico

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-Noah, Noah, Noah -hablé pausado contra la almohada. Porque sí, dormimos juntos, fue un caos, la chico tenía vergüenza que la vea en pantalones cortos de pijama, y yo tipo, a esta que le pico, pero luego le aclaré que la había visto rondar en la noche con pantalones cortos y se calmó, pero habla de espacio cuando tengo la mitad de su cuerpo encima de mi espalda, luego yo soy el posesivo.

Sacudí mi cuerpo para sacar su peso, no era mucho, pero lo tuve casi toda la noche encima, me duele el trasero, porque a su adorado pie se le ocurrió patearlo en la noche, estoy que sufro.

-Qué quieres? -habló contra mi espalda, la cuál era su almohada. Me sacudí de nuevo como un perro cuando termina de bañarse. Sentí como saco su cabeza de mi espalda y el aire frío me hizo saber que la remera estaba llena de su baba- Podes calmarte? La gente trata de dormir -apoyo su cabeza cerca de mi nuca y se froto contra ella buscando comodidad. Punto débil, las costillas. Comencé a reír causando que mi espalda vibré. La chico salió de mi espalda, lo note porque abrió la colcha de par en par dejándome destapado. 

La mire sobre mi hombro y por qué usa pantalones cortos tan ajustados? O sea, soy hombre, sé que no lo justifica, pero es un peligro andante, eso cautiva miradas. Elevé mi vista y vi que me miraba sobre su hombro.

-Errores técnicos, mis ojos se mueven por sí solos no quise que te incomodaran -dije soltando una sonrisa nerviosa,.Que no se enojé! Bueno, no es que le tenga miedo, porque no es así, pero su carácter es muy neurótico, para no decir bipolar.

-No te diré nada, solo porque sí, pero son las once de la mañana, deberíamos bajar -hablo Noah mientras buscaba ropa en la maleta.

Les contare un poco, ya hace una semana que estamos felizmente hospedados en la casa de mis padres, resulta que mi pequeño hermano es un amor, bueno, aprendió de mí. Y le tomo mucho cariño a la chico, no quiere separarse de ella, pero le tendré que aclarar algunos puntos, es mi no-novia, no su no-novia, pronto le diré.

-Shawn! -escuché grito en mi oído, pudo jurar que escuché mi vida por el oído, listo, me quedé sin audición. Me tape el ¿musculo? afectado y la mire fulminante- Debía de hacerlo, se te desviaron los ojos, sentí que uno me miraba mientras el otro miraba hacia adelante, temí por mi vida -exageró y fingió un escalofrío. Rodé los ojos.

-Sí, soy bizco, algún problema -me levante y elevé las manos al cielo-. Pero eso no quita lo guapo y sexy que soy -hice un movimiento de cadera, con un aleteó de mis pestañas y un gesto con mis manos mientras miraba el cielo. 

-Ser puto te sale del alma -murmuro divertida la chico.

-Tu también lo eres, porque te quejas -me miro alzando una ceja y me di vuelta buscando ropa en mi maleta. Mejor ignorar que quedarse sin hijos.

[...]

-Shon -murmuro Miles, mi pequeño y adorable saco de pulgas, llamado hermano. 

-Que sucede, campeón? -pregunté agachándome a su altura. El niño tiene tres años pero sabe más que yo en tácticas para obtener lo que quiera. 

-Sabes? Mama dijo, que, mama dijo que me llevarías al parque, junto a Noah, los tres solitos -me lo como a manguerazos. Es una dulzura. Le sonreí y asentí.

-Dile a Noah, para que vayamos -el niño salió corriendo hacia la cocina. Me senté de nuevo en el sillón y observé el partido. Vamos, gente, para que entrenan todo el año?

-SHAWN! -mi cabeza va explotar por lo narradores del partido y mi mama gritando.

-Que quieres, madre, única y preciosa? -use mi táctica para que me deje de molestar y esa es halagarla.

-Ve con Noah a llevar a Miles al parque, hace mucho que me lo pide y no puedo -rodé los ojos al cielo.

-No es mi culpa que no puedas hacer tu labor de madre -murmuré enojado. Estoy en un partido que define mi continuidad en el equipo, bueno no, pero casi.

-SHAWN PETER RAÚL MENDES -nombre completo, mala señal- NO ME VUELVAS A FALTAR EL RESPETO QUE TE DEJO SIN HIJOS -siguió gritando desde la cocina, puedo suponer que toda la cuadra supo mi nombre completo.

-Mama! -me quejé- Noah ya esta trabajando en eso!

-TE VA A DAR HIJOS! -grito sorprendida.

-NO! ME VA A DEJAR SIN ELLOS! -hice énfasis en la ultima palabra. Debía saberlo, es mi madre.

Noah apareció con Miles de la mano. Me miro y lo supe, me va a comprar un helado. Agarré la llave del coche de mi mamá y salimos rumbo a una heladería.

[...]

El helado tuve que pagarlo yo y no tenían sabor a limón, QUIÉN, EN SU SANO JUICIO, NO TIENE SABOR A LIMÓN? estos idiotas. Ya desde ahí estaba fastidiado. 

Fuimos al parque, todo bien, hasta que llego la abominación.

-Es su niño? -pregunto una señora mirando a Miles de nuestras manos. Con Noah nos miramos asustados.

-No -le sonreí. Tampoco la voy a insultar, hay un montón de parejas jóvenes con niños, hasta más de cinco-. Es mi hermano pequeño.

La señora se agacho como pudo hasta su altura y Miles le dio un ademán de manos con un linda sonrisa.

-Toma, pequeño -la señora le tendió un caramelo. Miles me miro, como pidiendo aprobación. Asentí.

-Agárralo, pequeño -el niño lo agarro y sonrió-, ahora que se dice? -pregunte.

-Las palabras mágicas? -pregunto y asentí- Avada Kedabra -murmuro divertido. Le tapé la boca.

-Esas no, hijo de Voldemort -hablé divertido hacia Noah. Teníamos un pequeño fetiche con Harry Potter.

-Esas no, cariño -le dijo la chico.

-Ah -asintió-, gracias.

-Nos es nada -la señora se paro y nos miro a ambos-. Serán unos buenos padres -y desapareció.

Nos miramos y nos empezamos a reír para seguir caminando.

-Buenos padres -imité a la señora mientras secaba una lágrima falsa con mi mano libre-. Me hizo el día.

Segundo capitulo de este hermoso maratón.

Gracias por leer.

LXS AMO.

MendesArg