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Una maldita fiesta, nos vamos tres horas y la casa colapsa. Y después digo que el idiota soy yo.
Estacione como pude en la calle, esquivando a las personas borrachas que intercedian el paso.

Salimos del auto y pasamos a traves del mar de gente que entraba y salía.

Pude ver a Meison sobre la mesa gritando incoherencias. Estos chicos ya veran la furia de mi puño mañana.

Tome a Noah de la mano antes que la pierda y no la encontré. Mire hacia atrás y ya no estaba. No me digas!

Aferré a mi mano la bolsa de Noah y camine al equipo de música. Lo desenchufe. Me dirigi a paso rápido hacia la barra y tire todo el alcohol al suelo, quebrando las botellas. Corrí al patio trasero y agarre la manguera. Esta es la mejor parte. Entre y rocíe a todos con aguas. Salieron tal gatos de un baño. Cuando no habia nadie, solo los chicos, los mire serio.

-Ustedes, con borrachera o sin, van a limpiar esto ahora -me di vuelta pero antes de subir me gire- y sí mañana me levanto y la casa sigue sucia, llamare a sus padres y lo hare, no lo duden -los señalé a todos y subí las escaleras.

Al entrar a la habitación Noah estaba hecha un pequeña bola en la cama, con la almohada entre sus piernas y abrazaba fuertemente sus piernas.

-Qué te... -camine hacia ella pero lanzó un brazo hacia atras y con  su dedo señaló que me detuviera.

-Solo callate, necesito este tiempo de paz, para que mis ovarios dejen de doler -murmuro sin abrir los ojos.

Me senté en mi cama y la mire. Estaba aburrido, eran las ocho de la noche y estoy aburrido. Marque ritmo con mis pies en el suelo y mire a los lados.

-Deja de hacer eso -espeto Noah. Me detuve al instante.

Mire a los lados buscando distracción.  Encontre una laptop en el escritorio, seguro es de Noah. La tome y me sente en mi cama. Colocando la computadora sobre mi regazo.

-Deja eso ahí,  quien te dio permiso -volvió a murmurar de manera agresiva. La devolví al escritorio. Que mujer mas aburrida. Porque eso era, una mujer, tiene unos...

-Noah, que edad tienes? -quise saber mientras me sentaba al borde de su cama. Apoye mi mano en su pierna para llamar la atención.

-20 y deja de joder -murmuro y se apreto más a ella misma.

-Tengo 22 -le dije mientras movía mi cabeza.

-Quieres sacar tu mano, me molesta.

-Oh, lo siento -le dije sonriendo nervioso. Noah siguió abrazando la almohada.

-Quieres que busque algo para el dolor? -coloque mi mano en su brazo y lo acaricié. Se veía irritada cuando me dirigió la mirada. Saque mi mano de su alcance y la mire.

-Solo callate.

Esta mujer es mas terca. Me pregunto si alguna vez tuvo novio. Digo, con su malgenio, quien la querría. Bueno, yo lo hago, pero es algo agresiva. La primera vez que la vi, me dije, hay que enseñarle lo que es estar en la cancha, la verdad y que le duela. Porque jugar no es fácil y realmente debes ganarte ese en lugar en el equipo. Aunque Noah se lo ganó a todo merito.

-Shawn, puedes dejar de mirarme de esa manera, me das miedo -mire a la chico. Tiene una hermosa melena castaña, es baja y tiene unos hermosos ojos marrones. Tiene malgenio y es agresiva, le gusta cocinarnos, lo se, es buena jugando contra hombres dentro de la cancha. Le gusta el helado de fresa y los chocolates. Aparte de que es demasiado bipolar en esa cosa del Andres.

-Andres esta activo? -pregunte con una mirada severa.

-Si, sigues molestando, yo te dejare un Andres en tu cara con mi puño -advirtió Noah entre dientes.

-Solo quiero ayudarte, cariño,  digo Noah -pase mi mano por sobre ella y la deje al otro lado de la cama. Ella se desenvolvió y me miro. Se tiro en mis brazos y me agarro desprevenido. Le devolví el abrazo.

-Es que no entiendo por los estúpidos ovarios se quejan de no incubar un bebe -pude sentir como lloraba y le acaricie la espalda-, si saben cual es la responsabilidad que se necesita para traer uno y lo que hay que hacer, los odio -apretó su frente contra mi hombro.

La saque de mi hombro y bese su cabeza.

-Trata de pensar, pronto se ira -me miro enojado atraves de sus ojos empañados. Lo siguiente no lo vi venir. Su mano, en un duro golpe, en mi entrepierna. Me quedé sin aire.

-Ahora dime, se te fue el dolor? -pregunto sarcastica.

-Un segundo -señale. Oculte mi cara en la cama y rodee mi entrepierna. Dios, esta mujer me dejara sin hijos.

-Espero que el dolor no se te vaya por cinco malditos dias, ahí vamos a ver si lo soportas -medio grito. Si esto es tener a Andres en tu  cuerpo, me haria hombre. Que suerte que ya lo soy.

FIN DEL MARATON.

QUE LES PARECIO?

Creo que se me fueron al carajon los dias de actualización.
No sirvo para las reglas. Soy una anti sistema.

Gracias por leer y votar.

MendesArg

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