16

2K 168 17
                                    

-Noah, recién, hace media hora, salimos de la casa de mis padres, ya bajaremos a una gasolinera, pero espera -desde que salimos se ha quejado que quiere estirar las piernas, pero quiero llegar a la casa de sus padres y estirarlas yo. Son una tres horas a 100km.p.h pero sí seguimos así vamos  a llegar a las doce de la noche.

-Simplemente, quiero comprar unos caramelos -se encogió de hombros y prendió la radio. Antes de que habrá la boca para cantar, la apagué.

-No quiero ser malo...

-Lo estas siendo -intervino cruzándose de hombros y encogiéndose en el asiento.

-... pero no me quiero quedar sin audición -seguí, omitiendo el pequeño berrinche que una chica de veinte me esta haciendo. Noah giro la hacia la ventanilla ignorando lo que dije. A veces, me pregunto sí estoy hablando con una nena de cinco o una mujer/chico. 

-Mira, tu esperada gasolinera -apunté al horizonte. Una YPF se asomaba en una curva. La chico se acomodo en su asiento esperando bajar. Pase la curva y seguí de largo. Noah me miro enojada.

-La.. estaba más.... -me miro a los ojos-, te odio -solté una carcajada. Coloqué mi mano en su pierna.

-La próxima, bajamos, lo prometo -Noah me miro tendió su meñique.

-Pinki-Promise? -pregunto.

-Pinki-Promise -afirmé y enlazamos meñiques.



[...]



-Ya pasamos como cuatro gasolineras, estoy empezando a tener un odio hacia ti, que no creí que existiría -explico moviendo sus manos, señalándose y elevándolas al aire.

-Falta media hora, ya estamos por entrar a la ciudad -señalé los edificios que se empezaban a alzar a nuestros costados.

-Cuatro malditas horas sin ir al baño, voy a explotar -se removió en el asiento. Rodé los ojos al cielo. Esta chica tiene más problemas que los Perez García y ni siquiera sé quienes son.

-Mira, ya estamos cerca -señalé el parque. Según el padre de la chico, a partir del primer parque que nos cruzáramos, son unas cinco cuadras derecho y tres a la izquierda. Leí el nombre de las calles. Toqué el hombro de Noah buscando su atención-, que calle es donde esta tu casa? -pregunté y dirigí mi vista hacia delante.

-ESTA! -exclamo y frené de golpe, llevándome un par de bocinazos de los autos que están  detrás mío.

-Dios, Noah, no vuelvas a gritar así -pase una mano por mi cabellos y doblé a la izquierda.

-1967 -Noah empezó a leer la numeración de las casas-, 1971, esta es, 1980 -frené atrás de una camioneta ford. Salí del auto y me dediqué a admirarla.

-No sería lindo tener un así? -pregunté al aire mientras miraba como brillaba al sol. Noah me tironeo del brazo. Me di vuelta para seguirla, se paro frente a un portón. Wow, linda casa, color crema, un solo piso y bastante parque. Un perro empezó a ladrar.

-Ah! - me colgué de la espalda de Noah-. Un perro! -exclamé. Noah se estaba encorvando con mi peso.

-Puedes salirte de encima -habló entre dientes algo ahogada. Salí de encima de Noah-. Gracias, es Gemma -se agacho y empezó a acariciar su cabeza a través de las rejas.

-Yo seguiré pensando que es un hijo del demonio, gracias -di un paso para atrás con la esperanza de volver al auto. La chico tironeo mi remera y quede a su lado.

-CARIÑO! -escuché un grito y la reja se abrió dejando escapar al saco de pulgas. Saltó hacia Noah al igual que su madre. Sonreí, se notaba a kilómetros como se extrañaban.

-Tú! -escuche un medio gruñido. Salté del susto y elevé mi vista. El padre de Noah, un hombre robusto, con pelo negro y mirada asesina, a quien querrá matar? Di unos pasos haca delante.

-Hola, soy Shawn -extendí mi mano hacia él. El hombre la esquivo y camino hacia Noah, se unió al abrazo familiar y yo estaba de más. Mire hacia los lados admirando el ambiente cálido que tenía el barrio. Mire la Ford y una pareja de abuelitos entraba en ella, como quisiera tener esa camioneta.

-Shawn -Noah, llamo mi atención, gire la vista a sus ojos-, ella es Mandy, mi mama, y el es...- el hombro estiró su mano con algo de agresividad.

-Ricardo, soy su padre -tome su mano y dio movimientos muy bruscos, quiere dejarme sin circulación. Tiro de mi hasta quedar cerca de su cara-. Ten cuidado, niño, estas en zona roja, sí le llegas a herir a mi niña, te las veras con..

-Un abrazo -intervino Noah-, vamos adentro, quiero presentarte a mis hermanos -la chico tomo mi mano  me llevó hacia adentro. Mi salvación, mi milagro, ese hombre no me dejara tranquilo hasta que sepa que no puedo tener hijos, y no quiero mentir.

-Ellos son... -señalo a dos niños en el sofá, al notar la presencia de la chico corrieron a ella interrumpiendo sus palabras.

-SELENA! -gritaron y deje de comprender todo a partir de ese nombre. Mire frunciendo mi ceño, Noah seguía abrazando a sus hermanos.

-Te extrañamos mucho, Sel -habló el más pequeño. La chico me dirigió una mirada y la mire inexpresivo. Que eso de que se llama o le dicen Selena? Cuando iba a decir?

-No sabíamos que ibas a venir, mama dijo que te veríamos para vacaciones de verano y ahora pasaremos las navidades! -exclamo el mayor emocionado. Noah susurro algo a sus oídos.

-Shawn -me llamo Mandy. Gire para encararla y le sonreí.

-Qué necesita, señora M? -Mandy se acerco a mí.

-Mañana, me podrías llevar a comprar los regalos, mi marido tiene  trabajo y no me puede hacer el favor -me sonrió.

-Claro que sí, Mandy, no lo dudes -le sonreí y desapareció detrás de la puerta de la cocina. Ricardo me miro serio y camino detrás de su esposa.

-Shawn -llamaron mi nombre una vez mas-. Ellos son Grayson -el menor me dio un ademán de manos- y el Mathews -señalo al más alto, que ya tenía la altura de Noah o Selena, no sé. Me tendió su mano y las estrechamos.

-MAMA -grito la chico- iré a descansar! -tomo mi mano y me condujo a través de un pasillo- Siempre amé mi casa porque mi habitación esta alejadas de todas -entramos a la habitación y se tiro a la cama.

Me tumbé junto a ella y mire el techo.

-Quiero que me digas por qué te dicen Selena? -rompí la tranquilidad de la habitación.

-Mi nombre anterior era Selena Goméz, me lo cambie a Noah Denis para poder entrar en la liga, ya sabes nombre de hombre -hablo con amargura.

-Por qué no me lo dijiste? -pregunte casi en un susurro. Noah o Sel o la chico, se giro a verme.

-Porque no, no era necesario, soy Noah ahora, legalmente lo soy, mis padres no lo saben -la mire sin comprender-, que me cambie el nombre, así que, no me llames por Noah, te lo pido -mire decepcionado al techo y asentí.

-No lo diré -y era verdad, lo haría porque ella me lo pidió pero todos pueden confundirse, no?


YA SOMOS 400 LEÍDAS. IUJU.

GRACIAS POR LEER, VOTAR Y  COMENTAR.

LES DESEO UN BUEN INICIO DE SEMANA

MENDESARG

La chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora