Capítulo 6: LA DESPEDIDA

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Era una de esas mañanas frías aunque ya había salido el sol. El día había comenzado bien hermoso y brillante pero a lo lejos se estaba tornando los cielos color gris oscuro. Y una brisa fría y cortante llegaba del oeste. Esa mañana no sé percibía ningún tipo de sonidos o trinos en el aire. Sólo la brisa al pasar. Como si la misma brisa presagiar tristeza o dolor...

Gino por otro lado se levantó muy temprano caminaba de un lado a otro meditando Qué cosas tendría que hacer antes de partir. Incluso todo lo que tendría que hablar con su madre ese día, tenía muchas cosas que decirle, muchas cosas que compartir y muchas lágrimas que secar. No sé entendía sus sentimientos, el dolor que sentía era como un puñal clavado en su corazón. Esa preocupación fue lo que hizo que él se levantara muy temprano y saliera a caminar muy lejos.


Mucho camino mucho pensó y también se tranquilizó

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Mucho camino mucho pensó y también se tranquilizó. Y llegado el momento decidió regresar al hogar y se preparó mentalmente para hablar con su madre y sus hermanas. Pues el día esperado por fin ya había llegado. Desde la última vez que se había tocado el tema no se había vuelto a tocar para no herir sentimientos que sacar a flote la tristeza y la incertidumbre.

Pero muy aparte de ello él amaba con toda su fuerza su madre. Le preocupaba su salud y lo delicada y mayor que era en edad y sus hermanitas, ¿Cómo saldrían adelante? Es el trabajo Qué sería de realizar era muy fuerte para ellas era muy harto y agotador. Así que se esforzó mucho. Temporadas atrás se preparó para dejar listo el terreno sembrar y cosechar a tiempo para dejar los graneros preparados. Lo mismo hizo con el hogar, por si acaso no llegaba a tiempo para las próximas heladas.

En adición de un buen suministro de medicamentos preparados en el botiquín para agencias futuras. En su corazón anhelaba con todas las fuerzas de su alma anhelaba que todo saliera bien y que nada le faltará ni le sucediera. Pero lo que más le preocupaba era que sería de él. Y se preocupaba si podría cumplir con lo que Perla había propuesto o sea ir a visitar su mundo.

Era obvio pues son dos mundos completamente muy distintos. La tierra era su hogar de vivir y amar a su casa, le gustaba compartir con la gente de la ciudad. Hacer nuevos amigos cada día visitar también a sus vecinos aunque dista mucho de cada uno de ellos. También llevar sus víveres al mercado. Además le fascinaba caminar por el bosque entre los pinos con refrescantes olores que servirían en el aire. En adición le encantaba las wisterias y los árboles de magnolias impregnaban el aire con sus aromas afrodisíacos hipnotizantes.

Pero lo que era el mar... en su mente siempre se preguntaba:

_ ¿Cómo le diría? ¿Cómo sería vivir en ambiente acuático? ¿Cómo se comunicaría podría volver a ver a su madre? ¿Lograría regresar?

De pronto recordó que un día parecido a éste, conoció a ese hermoso ser que hacía girar su cabeza y que su corazón latiera velozmente. Y de sus labios se le escapó apenas sin darse cuenta...

Melodías HipnotizantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora