Salí corriendo de casa tan rápido como pude, por lo que casi me tropezaba con el ultimo escalón de la entrada y ahora con una mala cara, tome mi bicicleta roja y apenas me subí, comencé a pedalear tan rápido como pude para poder llegar a tiempo al lugar. Se suponía que vería a Beverly en unos 20 minutos, pero me había quedado dormida y ya estaba llegando demasiado tarde.
Beverly me mataría si vuelvo a llegar tarde como la ultima vez.
Se supone que nos encontraríamos enfrente del cine, la chica quería que veríamos la película de 'Pesadilla en la calle Elm Street' y esperaba poder conseguir unos buenos asientos en medio, pues sabíamos que harían un maratón de películas de terror por toda la semana y cada maldita sala estaría llena. Aunque le repetí muchas veces que la podíamos ver cuando sea en mi casa, ella de todos modos insistió en ir al cine y como las suplicas fueron demasiadas, al final termine accediendo.
Al llegar al lugar, la divise parada en donde se compraban los boletos.
Deje mi bicicleta en el callejón que estaba a la vuelta del cine, justamente donde se encontraba la bicicleta de ella y fui corriendo a donde Beverly. Al quedar detrás de ella, puse mi mano en su hombro y se giro a verme confundida, pero al ver que era yo, sonrió.
—Casi llegas tarde, ya iba a entrar a ver la película sin ti —dijo, a lo que luego soltó riéndose de mí y le mire enfada—. Ya perdón, vamos.
Le entregaron los boletos, entramos al lugar y antes de ir a la función, fuimos a comprar unas palomitas medianas y dos sodas.
Desde afuera de la sala, se alcanzaba a escuchar las voces y risas de las personas que se encontraban adentro.
Lo que me sorprendió apenas entre, fue que eran más personas de lo que esperaba y aún si sabía que el pequeño lugar quedaría lleno, tuve la pequeña esperanza de que solo se encontrara la mitad lleno. Pero la maldita sala estaba llena de puros chicos y chicas de por mi edad, causando que me entraran ganas de irme, ya que no soportaba estar rodeada de tantas personas y más si estaban haciendo un gran escándalo.
Sin embargo, Beverly me tomo del brazo obligándome a moverme.
Fue difícil conseguir dos asientos que se encontraran libres y mucho más uno al lado del otro, pues como estaba repleto de los estúpidos adolescentes jugueteando y burlándose, no nos dejaban pasar.
Para cuando por fin pude sentarme, solté un bufido, haciendo que Beverly me mirara con una ceja alzada.
—Vamos, te vas a divertir o al menos asustarte un poco —solté una falsa carcajada y la mire.
—¿Asustarme? ¿Yo? —me apunte con el dedo y con una sonrisa burlona solté—: Yo no me asusto con nada, cariño. A que esta película va estar aburrida.
—Ya lo veremos.
Cuando la película inicio trate de mantenerme con una cara seria, hasta que cierto punto del filme me dio un buen susto y solté un grito al igual que los demás en la sala.
—Eso no cuenta, salio detrás de la chica como si nada —trate de excusarme, pero la pelirroja negó riendo. Aunque de eso se trataban las películas de terror, de que el monstruo o asesino apareciera de la nada en la pantalla y le de un susto de muerte al público.
Ya estábamos a la mitad de la película —o eso quería pensar para sobrevivir esta maldita tortura de casi dos horas— y tenia que admitir que si me estaba entrando un poco de miedo. A cada momento trataba de concentrarme de que esto solo era ficción, que nada de lo que veía en la gran pantalla llegaría a ser real y me comía una que otra palomita para no pensar en cosas terribles u escalofriantes.
En las butacas de arriba, se alcanzaba a escuchar como unos chicos estaban discutiendo y solo trate de ignorar sus molestos gritos. Hasta que sentí algo frió y mojado deslizarse por mi cabeza. Todos en la sala me voltearon a ver en cuanto pegue un fuerte grito al sentir el desconocido líquido, algunos aguantaban la risa y otros no podían contener las carcajadas.
Me levante de mi lugar de un salto y eleve la mirada buscando al culpable del maldito crimen contra mi cabello.
Hice una mueca de disgusto al ver el grupo de "Los Perdedores".
Todos en la escuela los conocían por ese nombre, aunque nunca llegaron a importarme o tuve alguna razón para odiarlos. Sin embargo, al ver a ese judío de cabello rizado, lo odie inmediatamente, ya que él había sido el culpable de que ahora mi cabello estuviera cubierto por la desconocida bebida.
Limpie un poco de mis mejillas y me fui de la sala sin decirle nada a Beverly.
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Sweet Like Candy || Stan Uris
FanfictionStanley Uris, parte del grupo de los perdedores y el único judío de la escuela, causa un accidente. No fue nada grave... Sin embargo, la conoció a ella y trata de entender su manera tan "dulce" se ser con las personas. ¡Oh, bueno! Solo lo es cuando...