Capítulo 21

5.1K 482 313
                                    

ALEX

Después de que Stan me mirara con confusión y... Miedo, tuve que ayudarlo a levantarse, por lo que pude sentir como temblaba. No entendía que le había sucedido para que se pusiera de ese modo, pero tuve que llevarlo a la cocina para que tomara algo de agua y se tranquilizara un poco. No quiso decir palabra alguna, lo cual entendí y en lugar de hacer un montón de preguntas, solo me quede abrazando su brazo y sin quitar mi barbilla de su hombro, pues quería que supiera que todo estaba bien y también, esperaba a que terminara de beber su agua para irnos de aquí.

Se quedo observando el suelo durante unos segundos y para cuando finalmente le dio por hablar, solo soltó un casi inaudible y mentiroso «Estoy bien». Le mire sin creerle, pero seguí abrazándolo hasta que escuchamos la voz de Beverly llamarnos. Nos tuvimos que separar e ir con los demás, no sin antes mostrarle una pequeña sonrisa para que supiera que todo se encontraba bien.

Bajamos las escaleras, encontrándonos con las miradas expectantes de los muchachos y al ignorar sus quejas, nos subimos a nuestras bicicletas y fuimos pedaleando hasta llegar a un vecindario.

Terminamos por bajar la velocidad y bajarnos de las bicis para caminar, mientras Richie seguía en la suya, sin dejar de dar vueltas alrededor de nosotros y de fastidiar como siempre.

—No me encanta ser su centinela personal, ¿podrían haberse tardado más?

—Cállate, Richie —dijo Eddie.

—Sí, cállate, Richie —le siguió Stan.

—¡Okey! ¡Insulten al insultador! ¡Yo no fui el que fregaba el piso del baño e imaginaba su lavabo como la vagina de la mamá de Eddie en Halloween!

—E-e-ella no lo imaginó... Yo también vi algo —en cuanto Bill termino de decir esas palabras, todos nos detuvimos en seco, hasta Richie—. Vi a Georgie... Parecía él, pero había un...

—Payaso.

En ese momento sentí que la respiración me faltaba. Rápidamente mis ojos se dirigieron a Eddie, que asintio, afirmando que también lo había visto.

—También lo vi —solté en un hilo de voz.

Ahora sabia que no era la única a la que le sucedía esto, pues este payaso nos perseguía a todos y solo quedaba preguntarse «¿Por qué? ¿Por qué nosotros?». Solo eramos un grupo de perdedores que intentan sobrevivir a la escuela y a los matones en ella; solo eramos un grupo de amigos que quieren vivir su vida sin preocupaciones y miedos.

¡¿Qué hicimos para merecer esto?!

Antes de que siguiera teniendo un ataque interno, Beverly apunto a un auto mal estacionado, frente a un cartel de madera que decía "Sendero Kenduskeag".

Era sin duda, el auto de Belch Huggins.

—Deberíamos irnos...

—¡Alto! Es la bicicleta de Mike Hanlon —dije al notar una bicicleta tirada a un lado del auto—. ¡Debemos ayudarlo!

Tiré mi bicicleta en medio de la calle y avance unos pasos, animando a los demás para ir a ayudar al muchacho. Todos dudaron al principio, pero al final tiraron sus bicicletas dejándolas de la misma manera que yo y mientras avanzaba, pude ver por el rabillo del ojo como Stanley se había tardado más por querer ponerle el pie de apoyo a su bici.

Rodé los ojos al ver como levantaba la mía para ponerla de la misma manera.

Llegamos frente a un río, Beverly al ver como Bowers estaba apunto de pegarle con una piedra a Mike, ella tomo una y se la arrojo justamente en la cabeza, por lo que ahora se encontraba en el suelo a un lado de Mike.

Sweet Like Candy || Stan UrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora