Capítulo 24

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Apague las luces en cuanto Bill me aviso y la luz del proyector se convirtió en lo único que iluminaba la cochera, por lo que casi no podía ver hacia donde iba. Al llegar a donde estaban todos, me di cuenta de que no había una silla para mí y no encontré más opción que sentarme en el suelo. Antes de agacharme, Stan me tomó del brazo y con la mirada me indico que me sentara en sus piernas, causando que me mordiera el interior de mi mejilla al estar dudando si en aceptar o no, pero al final termine asintiendo.

Sabia que estaba sonrojado, aunque no lo podía notar por la escasa luz y me senté en su pierna derecha con cuidado.

—Miren —apuntó Bill a la proyección del mapa de Derry, que estaba encima de un mapa del sistema de las alcantarillas—. A-ahí es donde desapareció G-G-Georgie. Ahí e-e-esta la herrería y-y The Black S-S-Spot... D-d-donde sea que suceda, esta c-conectado por las a-a-alcantarillas y to-todas desembocan en la...

—La casa del pozo —le interrumpió Ben.

—Esta en la casa sobre Neibolt —dijo Stan y vi como Eddie sacaba su inhalador con rapidez.

—Odio ese lugar —Beverly me vio—. Solíamos ir con tu hermano a explorarla.

Teníamos 8 años y Jonah tenia como unos 13 años en ese entonces.

Cada fin de semana, Beverly se quedaba a dormir en mi casa y salíamos a investigar esa casa abandonada junto a Jonah. La última vez que fuimos, mi hermano vio como una buena broma el encerrarnos en esa casa. Escuchábamos lloriqueos provenir del piso de arriba y como las píquelas niñas asustadizas que eramos —supongo que aún lo somos— nos quedamos golpeando la puerta para que nos abriera. En un momento escuchamos como los lloriqueos cesaron y seguido de eso se escucharon unos pasos bajando las escaleras y gritamos tan fuerte que Jonah abrió la puerta para ver que sucedía. Nosotras salimos corriendo de la casa y le gritamos a Jonah que había alguien más adentro, así que entró y minutos después regreso diciendo que no había nadie.

Nunca quise volver a entrar a esa casa, ni siquiera pasar frente a ella y si lo hacia, no la miraba en ningún momento.

—No me lo recuerdes...

—Es donde lo vi —soltó Eddie—. Ahí vi al payaso.

—Ahí es donde "Eso" vive.

—No me imagino a nada queriendo vivir ahí.

Y como si le hubieras pinchado el brazo, Eddie se alteró tanto que arranco el mapa de la pared y empezó a gritarnos. Bill le decía que pusiera la hoja de vuelta, pero el pequeño se negaba, hasta que todos nos quedamos en completo silencio cuando el proyector empezó a cambiar de imagen.

Le ordené a Bill que se detuviera, pero él me miro extrañado.

—Y-yo no lo e-e-estoy haciendo.

—¿Qué esta sucediendo?

—Espera un segundo —Mike se levanto e intento apagar la máquina, lo cual no funciono y paro en una imagen de Georgie.

Con cada cambio de foto, la imagen se acercaba más a la cara de Georgie, haciendo que todos se alteraran y cuando tratábamos de apagar la máquina, la dirección cambio hacía la madre de Bill. Me levante sin dejar de mirar la imagen con miedo, todo pasó tan rápido y en la imagen ya no se veía que el rostro era de la madre de Bill, si no que Eso.

Todos se levantaron gritando y retrocedimos lo más que podíamos de la proyección.

Mi espalda choco contra la pared, me tapaba la cara y cerré los ojos con fuerza esperando a que esta maldita pesadilla terminara.

—¡Apágalo! —grito Beverly.

Escuche un fuerte estruendo y abrí los ojos encontrándome con el proyector en el suelo. Mike lo había pateado y sentí alivio al ver que la imagen desapareció, pero el proyector comenzó a parpadear haciendo que la imagen borrosa del payaso, apareciera. Stan que estaba cerca de la proyección, no se movía y solo miraba la imagen respirando con dificultad. Le llame para que se alejara de ahí, pero el chico no pareció inmutarse.

El payaso desapareció y en un simple parpadeo, salio de la pared en un gran tamaño y mostrando sus dientes filosos.

—¡Stan, corre!

El payaso lo miro con hambre en sus ojos, Stan finalmente capto lo que estaba sucediendo y cuando llego frente a mí, me oculto detrás de él.

Pude ver por encima de su hombro, como el payaso se arrastraba con rapidez hacia nuestra dirección, por lo que Stan retrocedió hasta que mi espalda choco contra la pared y mis manos se encontraron sosteniendo su camiseta con fuerza.

De seguro por qué Beverly era la única que estaba sola, termino yendo hacía ella y grite asustada, queriendo ir corriendo hacía ella para que no le hiciera daño, pero antes de que Eso estuviera apunto de alcanzarla, la cochera se abrió permitiendo que la luz entrara al terrorífico lugar.

El maldito desapareció y un jadeo se me escapo de entre los labios, mientras mi frente se enterraba en la espalda de Stan.

No estaba segura si era yo la que estaba temblando, pero trate de no tomarle mucha importancia y mire a donde se encontraba Beverly, viendo como la pelirroja abrazaba a Bill. Mi mejor amiga se encontraba bien y eso me tranquilizo. Cambie mi mirada hacia Stan, que se había dado la vuelta para verme y noté como sus manos temblaban, a lo que lo abrace con fuerza.

Le tomó demasiado, pero lentamente de temblar.

—Nos vio y sabe dónde estamos —habló Eddie, a lo que me separe de Stan para ver a los demás.

—S-siempre lo supo —soltó Bill retrocediendo.

—¿A donde vas? ¿Bill? ¡Bill!

El tartamudo salió del lugar en su bicicleta y todos supimos que iba a Neibolt, por lo que terminamos siguiéndolo hasta el lugar, sabiendo lo peligroso que sería el dejarlo ir solo, después de lo que acababa de suceder.

Al llegar al lugar, dejamos caer nuestras bicicletas en medio de la calle y corrimos hacia donde estaba Bill, que apenas se detuvo frente a la puerta de la terrorífica casa.

—¡Bill, detente! ¡No entres, esto es una locura!

—T-t-tal vez sea u-una locura, p-pero tengo que entrar allí... Si no quieren acompañarme, lo entenderé, pero son mis amigos y los necesito. No podemos pretender que nada sucede en este pueblo como los demás. Tenemos que detenerlo.

Nos miro a todos esperando a que dijéramos algo.

Me quede callada, sabiendo que si lo acompañaba a esa casa, mi muerte estaba segura... Pero existía la posibilidad de que no nos sucediera nada si nos protegíamos el uno al otro. No sabía que pensar. No quería arriesgar mi vida, pero tampoco quería dejar que Bill entrara solo.

Sostuve el collar que me había dado mi hermano y antes de que pudiera arrepentirme, avance hasta quedar a su lado.

—Iré contigo.

—¿Y por qué tienes que ir? —pregunto Stan.

—Por qué somos amigos y los amigos no dejan que vayas solo a matar un estúpido payaso.


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Quiero subir una historia completamente original o en otras palabras, sacadas de mi pequeño cerebro. Esto es algo que nunca he hecho y quiero dejarlo a su decisión:)

Shawn Mendes

o

Finn Wolfhard

Sweet Like Candy || Stan UrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora