Séptima entrada.
"Es curioso como algo que esperabas tanto puede doler en formas que nunca creiste posibles.
Me ilusioné, lo siento, juro que no fue intencional. Justo después de probar el sabor del cielo, caí, de cara en la dura y dolorosa realidad. Nunca había probado un veneno tan dulce como la falsa ilusión.No te podré explicar nunca el temblor que sacudió cada parte de mi cuerpo, ni la forma en que mi corazón se aceleró, cada vez más y más mientras la distancia entre nosotros desaparecía. Pero si te puedo decir cómo se congeló cada espacio de mi ser con tus palabras. Puedo relatar exactamente cómo mi corazón se agrietaba, más y más, a medida que nuestra cercanía cesaba.
Y me fui. Me viste alejarme, y no dijiste nada. Me viste romperme, pero elegiste quedarte en silencio. Trato de convencerme de que no eras consciente del daño que causabas, pero, la herida sigue ahí, ¿sabes?.Ah, perdón, fui tan estúpido creyendo que por un momento podríamos ser como los tontos cuentos infantiles con finales felices. Qué triste es darme cuenta que en este final no existe tal cosa como la felicidad.
-Tu final (para nada) feliz."
Por algún motivo, los párrafos cargados de dolor hicieron que los ojos de Félix se llenaran de lágrimas. Tal vez simplemente estaba muy sensible...
Venía siguiendo aquél raro blog con el que se topó hace rato ya, siempre leyendo lo que el autor escribía en silencio. Había visto a mucha gente dejarle comentarios de apoyo, o diciéndole que pasaban por algo similar, todo esto sin atreverse a comentar algo por sí mismo. Pero por algún motivo, ese día decidió hacerlo.
Su cabeza se encontraba repleta de inseguridad y cuestionamientos que nunca antes se había planteado. Solo una noche fue suficiente para poner en duda 7 años de amistad. Pero es que, no podía simplemente dejar pasar tales hechos.
Estaba tan confundido y agobiado por sus propios pensamientos que no sabía qué hacer.
¿Acaso estaba sintiendo algo por su mejor amigo? ¿O solo era una cosa del momento? Una ilusión, un espejismo. No estaba seguro de nada, y la inquietud lo consumía. Se había alejado de aquél chico porque necesitaba respuestas que claramente nadie más que sí mismo podría darle. No podía mentirse a sí mismo, había sentido algo, algo que quizas llevaba largo tiempo dormido, esperando por un detonante para salir a la luz. O tal vez solo era calentura momentánea, algo efímero. No tenía forma de saber nada, y todos los planteos lo estaban ahogando, necesitaba distraerse.Así es como había terminado comentando en un blog de una persona totalmente desconocida a las 2:20 de la mañana.
"¿Cómo te diste cuenta que estabas enamorado?"
Al instante se arrepintió de haber comentado eso, pero era tarde, su mensaje había sido respondido.
"Uh, es realmente complicado de explicar y el limite de caracteres de los comentarios no alcanza, mejor te mando un mensaje privado."
Félix se sentía nervioso, a su parecer aquella era una pregunta realmente estupida, pero en serio nunca había estado enamorado, por eso era incapaz de darle nombre a sus emociones.
TwentyThree:
Hola.Lx915:
Hola.
Perdón por la pregunta, no tienes que responderla si te parece muy estúpida, jajaja, que vergüenza.Changbin no pudo evitar sonreir con ternura ante aquél lector claramente inexperto en cuanto a temas románticos. Le alegraba que al menos algo bueno pudiera sacar de aquellos sentimientos, podría conocer gente nueva.
Pero lo que el pelinegro ignoraba, es que aquella persona "curiosa y tierna" que se había propuesto conocer no era ni más ni menos que su, curioso y tierno, mejor amigo, también conocido como el dueño de todos sus suspiros y anhelos.
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Veintitrés [ChangLix]
FanfictionChangbin está enamorado de la persona más tierna, talentosa, divertida y amigable del mundo. Que resulta ser ni más ni menos que su mejor amigo, Félix. Estúpida e irremediablemente enamorado en secreto, como un adolescente cliché cualquiera. Él es...