Veintitrés [ChangLix]

9.Para un amor que nunca fue mío.

Con las sábanas escondiendo su desnudez, Hyunjin fumaba y miraba el techo de su cuarto.

Seungmin se había marchado hace algo así como una hora, excusandose con que tenia tareas. Hacía un tiempo ya que habían comenzado este ciclo nocivo de "amigos con derecho",  porque no querían volver oficialmente, así que se veían de vez en cuando, se amaban por una noche y luego nada. Otra vez un lapso en donde se evitan las miradas, no se hablan ni se acercan porque la culpa es muy fuerte.

Su grupo de amigos se había separado totalmente,  Woojin y Chan estaban en su mundo con su reciente noviazgo, Jeongin los evitaba porque se sentía responsable de su ruptura, Félix y Changbin estaban demasiado atrapados en su drama para preocuparse por el resto de sus amigos, Minho y Jisung se fugaron por una semana a la casa de la playa del mayor,  y el chico de sus sueños se marchaba cada mañana con el sol, y volvía a aparecer en la noche, para volver a romperle el corazón con su partida una vez más.

La frustración de sentirlo tan cerca, tan  íntimo, tan suyo, para despertarse al día siguiente encontrando en su lugar sólo sábanas corridas. Ni un adiós, ni nada, un silencio cruel que ocultaba un placer culposo.

No sabía cuánto tiempo iba a poder soportar esto solo por amor, cuando el dolor y la desilusión pueden más.

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Otra vez la almohada era testigo de una noche gris, otra vez lágrimas saladas manchaban su blanca pureza, para terminar sacándose. Félix veía su llanto mojar su cama y contemplaba como éste desaparecía poco tiempo después, deseando que su pena se fuese con la misma facilidad. Ahogaba sus sollozos inútilmente puesto que se encontraba solo en casa, pero tenía miedo de llorar en voz alta, miedo de admitir que el mundo se le caía a pedazos y el solo se sentaba a ver sus lágrimas secar, incapaz de hacer nada, incapaz de ser feliz o de llenar el vacío que sentía en su pecho, porque sabía que nadie más que él podría llenarlo, pero una vez más, le lloraba a su almohada por culpa suya.

Interrumpiendo sus lamentos, sonó la notificación de su teléfono, después de largo rato su hyung misterioso había subido una nueva entrada al blog.

Vigésima tercera entrada.

"Vuelves a atormentarme, nuevamente me quitas el sueño, el aliento, la tranquilidad.  Me pregunto cómo puede ser que me destroces tanto, pero yo vuelva arrantrandome detrás tuyo, para hechar un poco de tu lastímera sal en mi sangrante herida.

Mi mundo gris se vuelve azul, y tu te escapas otra vez con mi corazón en tus manos, y los trozos de mi ilusión rota a tus espaldas.
Tus besos dulces se vuelven veneno, y me quema, y me encanta.

Perdón, hiriente musa, por esconder nuevamente tu nombre entre mis líneas más tristes, por ocultar nuestra historia tras metáforas rebuscadas nacientes de un alma atormentada, nuevamente, por ti.

Pero es que no sé que más hacer, me rompes, pero no existe nadie más que pueda repararme, y no estoy listo para verte partir una vez más con mi corazón, y vivir con la incertidumbre de no saber  si regresarás.
Esta vez me despido, llévate todo de mi si quieres, que de cualquier forma siempre fue tuyo, pero estos dedos se cansaron de llamarte a gritos entre poemas de desamor y cuentos utópicos, en donde me quieres, me quiero, nos queremos.

Este es el adiós, a los cuentos, a los poemas, a mi corazón, a ti. Quedan besos pendientes, y palabras olvidadas, una confesión a media voz que murió poco a poco en tu silencio, y un adiós, que nunca será escuchado por los oídos sordos, de las letras que escribí para un amor que nunca fue mío. "

Más llanto humedeciendo la pantalla del celular, Changbin no sólo se despedía de Félix, se despedía de aquél lector que confundía sus sentimientos, se despedía de sus amigos, se despedía su ausente familia, se despedía de todo y todos.

Publicó el texto, pateó la silla que sostenía todo su peso y susurró por última vez a la soledad de su fría habitación un adiós.

Sus ojos sin brillo se cerraron, sus pies se mecieron sintiendo el vacío bajo ellos, la soga cada vez se sentía más y más apretada en su cuello, y su respiración cada vez iba más lento, esto era todo lo que quedaría de la persona que un día fue.

Mientras tanto, no tan lejos de allí, un chico de pecas mojadas por su tristeza, sentía cómo su estómago se retorcía, como su ser se sacudía, así como ese dolor que uno siente cuando se pierde algo valioso.

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Che altas soretas esas escritoras que desaparecen por dos meses y cuando reviven suben un capítulo horrible corto y con final suspensivo, ¿no?

AHRE NO ME MATEN PERDÓN Y GRACIAS POR LAS 3K DE LECTURAS LXS AMO SON LO MÁS 💕💕💕💕

Sorry que actualizo a estas horas y después de tanto, pasa que estuve muy muy deprimida y hasta escribir o cantar que es lo que más me gusta había perdido la gracia, ¿nunca les pasó? 

Como sea, prometo ser más constante de hoy en adelante y ahora sin mentiras xdxdxd

Besitos besitos chau chau, giss se retira y vuelve en otros 2 meses(?)