Jisung abandonó la casa de su mayor con aún más dudas que antes, y la decisión que predominaba en su ser anteriormente, en algún momento había sido convertida en inseguridad. Pero sin embargo no abandonaba la idea de confesarse a su muy reciente amor platónico, tratando de convencerse de que quizás tenía una oportunidad. Fatal error, nunca hay que hacerse ideas que pueden no ser, ya que éstas son frágiles cual cristal, y como tal, el pequeño adolescente comprobó que se pueden romper fácilmente, y lo entendió de la peor forma.
El corazón acelerado, las manos temblorosas y los ojos llenos de anhelo, trató de armarse de valor pero su cuerpo lo delataba. Palabras dulces suavizando el rechazo, una expresión arrepentida y compasión fue lo que recibió en respuesta a sus sentimientos.
Sintió algo romperse, quizás así se sentía cuando tus ilusiones se desvanecen frente a tus ojos. No, no es cristal, es una cortina de humo que impide ver, pero eventualmente, se disipa. Y duele, duele como la mierda sentir como tu acelerado corazón se paraliza, para luego agrietarse. Es un sabor amargo en la punta de la lengua, un nudo en la garganta, y aunque intentes no hay forma de apaciguar el dolor.
Lo único que pudo hacer fue fingir una sonrisa, mentir un "está bien, no pasa nada" y huir. Un paso, luego otro más, y así siguió sin ver siquiera a donde iba hasta que sintió que la distancia finalmente era la necesaria, se detiene sin fijarse dónde se encuentra, eso no importa, no ahora.
Las lágrimas bajan por su cara pero está demasiado ocupado golpeando un árbol cualquiera del parque al que había llegado cómo para ser consciente de ellas, o de los llamados insistentes que aclaman su nombre con desesperación. La decepción lo ciega y no siente nada más que dolor, mucho más del que es capaz de manejar. Siempre fue una persona demasiado sensible, y la herida más superficial se volvía mortal en su piel. Continúa arremetiendo contra la inocente planta repitiéndose en su cabeza que todo es culpa suya, por no ser suficiente, por no ser más bello, inteligente o divertido. Se convence de que es su error por no poder hacerse querer.
Tan sumido se hallaba en su autodesprecio y furia que no notó cuando unos brazos familiares no envolvieron, queriendo contenerlo, pero Jisung solo se deja caer, se derrumba expulsando sollozos, incapaz de resistirse, no tenía intención de hacerlo tampoco, e el fondo sabe que eso es lo que necesita, un poco de consuelo.
-Ya está, ya pasó, estoy aquí, no me voy a ir Jisung por favor, cálmate.- La voz de Minho dijo a su oído mientras acariciaba el cabello de el menor desecho entre sus brazos.
-Hyung, ¿Qué está mal conmigo?- Preguntó en un hilo de voz, y el mayor sintió su estómago retorcerse al ver lo herido que se encontraba su amigo.-¿Acaso no soy suficiente para que alguien me quiera? Me duele mucho hyung, me siento tan vacío...
-No hay nada mal contigo, tal vez ahora no tengas alguien que te quiera de esa forma, pero el tiempo es sabio, te juro que ya llegará alguien que llene con amor ese vacío, estoy seguro.
-¿Y si no llega?
-Entonces yo te enseñaré a llenarlo por ti mismo.
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Chan se sentía muy culpable, pero a la vez sabía que no podía corresponder a su amigo, también sabía por qué, mejor dicho por quién. Y eso lo frustraba más.
Cuando finalmente creyó que sus intentos por conseguir el corazón de Woojin daban resultados, la realidad se encargó de despertarlo duramente de sus ensoñaciones románticas. Sólo tomó un poco de alcohol, una fiesta universitaria y un buen par de tetas para darse cuenta que nada era tan fácil como pensó y que la vida es demasiado oscura para ser color rosa.
Pero tenía que aceptarlo, el mayor no era nada suyo, supuestamente le gustaban las mujeres y esa chica era realmente linda, cualquiera se tentaría. Claro, cualquiera menos él, porque tristemente el australiano sólo tenía ojos y corazón para un rubio alto de voz angelical. Evidentemente no era lo mismo de la otra parte, o eso creía, no lo sabía pero no pensaba preguntar. De cualquier forma eso habría sido inútil ya que el mayor no habría respondido, su boca estaba demasiado ocupada marcando el cuello de la linda chica que hizo caer a Woojin en la tentación.
Tras presenciar la nada agradable situación, miró con desilusión a los ojos de su amor claramente no correspondido y se marcho en silencio. Silencio que le duró largo rato, silencio como respuesta a las disculpas, silencio para evitar decir aquellas palabras de despedida que prefirió dejar implícitas, porque sabía que no solo su voz se quebraría, también lo haría su voluntad, era consciente de que si abría la boca terminaría aceptando las excusas. Pero un "Perdón, estaba muy borracho" no junta los pedazos rotos de su corazón.
Así que solo apretó sus labios, pero no pudo acallar su mirada suplicante, no pudo evitar que su mente vuelva a esperar algo que sabe que no va a llegar.
Porque era tan fácil como decir "te quiero" para tenerlo a sus pies, para borrar las cicatrices y reparar el daño.
Pero en vez de pedir aquello que quería, se quedó en silencio, tal vez las cosas eran mejor así pensó mientras se alejaba.
Sí, su corazón herido no podía querer a nadie más, porque no era siquiera capaz de dejar ir a aquello que tanto lo hiere. Y no puede aceptar ninguna confesión sabiendo lo que puede causar una falsa ilusión, porque al final del día, el amor es peligroso, y hasta quien te quiere, te puede lastimar.
Mientras tanto, Woojin no sabe qué hacer, ya se había disculpado de todas las formas posibles, y entendía que Chan no lo pudiese perdonar, ni él mismo podía hacerlo.
Fue tan idiota. Sólo quería comprobar lo que ya sabía, había caído por los encantos del hermoso chico de hoyuelos, y no había nadie que le despertara lo que él hacía. No contó que el chico que se había ganado su amor llegaría precisamente en el momento en el que se decidió a realizar el reto que le habían asignado en verdad o consecuencia. Sabía que no debería haber aceptado, lo sabía, pero el alcohol lo vuelve estúpido. Y la sobriedad lo vuelve culposo.
Se había equivocado, y tal vez todavía no era merecedor de ser disculpado, pero ya se cansó de rogar el perdón, quizás era hora de ganárselo.
Esa era la línea de pensamiento que lo había llevado a la decisión que estaba ejecutando en ese preciso instante. Retiró el dedo del timbre y chequeó por última vez haber comprado bien las cosas, todo en orden. La puerta se abrió, y Chris no pudo retener el sonido de confusión que soltó. Porque si había algo que no esperaba era encontrar al amor de su vida en su puerta con un ramo de tulipanes -sus flores favoritas- y un ejemplar de su libro preferido, edición especial.
Pero como si no fuera suficiente sorpresa ya, las palabras que vinieron después no las podría haber esperado ni en sus más locas imaginaciones.
-Esta vez no vengo a pedir disculpas. Vengo a decirte algo que no puedo guardar más, te quiero. Quiero todo lo que tenga que ver contigo, besos, abrazos, charlas o solo hacernos compañía sin decir nada. Necesito todo de ti pero perdí mi derecho a tenerlo por estúpido y eso me hiere. Por favor, dame una oportunidad de volver a ganar tu corazón.
-No lo sé, ¿no sería jugar con mis sentimientos?- Dijo con gracia el más bajo, para asentir como respuesta a la petición ajena.
Poco sabía el mayor, que su corazón nunca dejó de pertenecerle.
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Perdón que tardé pero estaba con una especie de bloqueo selectivo de escritor que no me dejaba seguir los fics que tengo publicados pero me daban miles de ideas para nuevos fics lol.
Si quieren díganme cual fue su parte fav y la que menos les gustó. 👀Perdón si me desvío mucho de la pareja principal pero es importante esto, ya voy a retomar lo juro ahre.
Noh re vimoh en disney, Giss c retira.👋✨
(Y dentro de más de 6 meses vuelve ahre)
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Veintitrés [ChangLix]
FanfictionChangbin está enamorado de la persona más tierna, talentosa, divertida y amigable del mundo. Que resulta ser ni más ni menos que su mejor amigo, Félix. Estúpida e irremediablemente enamorado en secreto, como un adolescente cliché cualquiera. Él es...