2.Un montón de dudas, y un corazón roto.

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Un silencio incómodo se instaló cuando Félix abrió la puerta de su casa. Aun después de tantos años de amistad, al australiano no era capaz de leer los gestos de Changbin, así que cuando al pasar a su casa, éste se quedó mirandolo con mala cara, el más alto no pudo hacer nada más que asumir que su mejor amigo se había enojado con él. En su mente tenía sentido, llevaba rato evitandolo, cuando queria hacer sus demostraciones de afecto usuales el pelinegro simplemente lo alejaba, y ahora lo miraba con esa expresión.

Lo que el pecoso no sabía, es que en realidad Changbin solo estaba entrando en pánico. Llevaba rato mentalizándose con que vería al australiano y habia pensado estar listo para eso. Pero cuando vio su mirada iluminarse al encontrarlo en su puerta, no pudo evitar congelarse. Definitivamente no estaba listo para esa sonrisa.

-Ahg, Lee Félix, ¿Qué estás haciendo conmigo?- Pensó, admirando el rostro de su mejor amigo.

Así se mantuvieron largo rato, solo mirándose. El pecoso tratando de entender por qué su amigo estaba enojado con él, y Changbin haciendo esfuerzos sobre-humanos para mantener cara de indiferencia y no saltarle encima a su amigo. Pero es que, mierda, esa expresión de confusión que tenía era estupidamente irresistible.

-¿Te hice algo?- Preguntó Félix con duda en sus ojos.- Es que últimamente siento que cada día te alejas más y más, y te juro que ya no se que hacer. Solo quiero que seamos los de antes pero esta es la primera vez en dos semanas que me miras a la cara y no sé que pensar,si hice algo que te molest...- Repentinamente, su balbuceo nervioso fue interrumpido por dos brazos ciñedose en su cintura, Changbin lo estaba abrazando.

El más bajo no se había podido resistir más, es que tener al menor frente suyo, soltando palabras a la velocidad de la luz, claramente nervioso, no ayudaba a su autocontrol tampoco.
Sintió a Félix destensarse y soltarun suspiro de alivio, para luego corresponder su abrazo. Le alegraba que su mejor amigo ya no estuviera enojado con él, aunque aún no supiera por qué se habia enfadado en primer lugar,
eso ya no importaba.

-Te extrañé.- Susurró el extranjero suavemente en el oido del mayor, que pensó que se desmayaba. Para su suerte, se mantuvo conciente e imperturbable. O eso creía, pero el extrajero notó a su hyung estremecerse entre sus brazos, y eso le sacó una sonrisa por algún motivo.

Muy al pesar de Changbin, luego de un rato en silencio y tranquilidad, habían tenido que romper su abrazo porque la alarma del más alto indicaba que ya era hora de ir a la fiesta.
Salieron de la casa y se montaron en la motocicleta del mayor, que podría haber llevado el auto, pero así evitaria charlas incomodas con Félix (y también podría sentir a éste apegarse a su cuerpo en busca de apoyo para no caer.)

Luego de cerca de 20 minutos de trayecto, finalmente llegaron a la casa de Woojin, el mayor de su grupo de amigos, que había prestado su hogar para la fiesta de cumpleaños del bebé del grupo, Jeongin. Que en el fondo no tenía nada de bebé, pero sus amigos se esforzaban en convencerse de que sí.

Al tocar timbre, fueron recibidos por Chan, que traia una botella de vodka en una mano y con la otra abría la puerta.
A ver, que llegaron tarde, pero aún así era temprano para el alcohol pesado, o al menos eso pensaba el mayor, ya que sabía lo suceptibles que eran sus amigos a las bebidas blancas, (y cualquier tipo de bebida en general.)

Ya sabía que no iba a ser una "fiesta pequeña y tranquila" como habian acordado, cuando al llegar al jardín había aproximadamente mas de 50 personas (eso sin contar a la multitud que estaba dentro de la casa) y casi todas ellas tenían alcohol en la mano.

Veintitrés [ChangLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora