Capítulo 11

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Jayden

Veo que se le iluminan sus ojos. Parece una niña mirando todo a su alrededor. Nunca me gustó esta casa. Es muy superficial. Pero se que si la llevaba mi casa, donde la conocí, se sentiría incómoda, muy incomoda.

Intento parecer lo mas caballero posible y le agarro la silla torpemente, la aparto de la mesa y le hago una seña para que se siente. Ella se rie y dice:

-No te esfuerces tanto Romeo, no vaya a ser que rompas algo- y sonríe

Sirvo un poco de vino, y me tiembla la mano, haciendo que derrame un poco. Me maldigo por eso. Ya la cagué, y todo por unos malditos nervios que nunca en mi vida habia sentido por una mujer.

Intento arreglar mi desastre, pero ella se ríe, me dice que no pasa nada, y me ruega que me siente. Obedezco sin emitir sonido ya que sabia que si continuaba la iba a embarrar aun mas  y me siento. Comenzamos comiendo un poco de sushi, y cuando suena el horno me levanto a buscar la comida.

Ketha

Todo esta yendo bastante bien, salvo por el accidente del vino. Pero me pareció muy tierno ver lo nervioso que estaba y que afligido se puso mientras trataba de arreglar su error.

Espero que la noche continúe así. Veo que se acerca con una bandeja, con una carne  que huele deliciosa. Y cuando pruebo un bocado, puedo confirmar que lo está. Pero para romper el hielo dice algo que puede llegar a arruinar todo mi plan de permanecer al margen. 

-Quiero conocerte mejor.- Suelta de repente, ocasionando que me atragante con el vino que estaba bebiendo- Hagamos esto: tú me puede hacer una sola pregunta que quieras, y tengo la obligación de responderte con total honestidad y viceversa.

No se a que quiere llegar, pero se que si me niego, la noche terminará mal. Aunque por otro lado si acepto hacerlo las cosas pueden terminar aun peor. Tomo fuerzas y le respondo, sabiendo que no iba a ser facil

-Esta bién-suspiro.

-Comienza tú- me dice y tengo que pensar bien la pregunta, y cuando al fin me decido, hablo;

-El día que nos conocimos, tú estabas en la bañera, semi-desnudo, por qué?- le digo y se sorprende por mi pregunta, no puede contener la risa y cuando termina me responde.

-Primero voy a contestarte por qué estaba semi-desnudo. Me había echado un polvo- no puedo evitar sentirme celosa, pero después me doy cuenta de que seguro fue alguna demasiado facil y se me pasa.- Segundo, a veces cuando necesito pensar, o tener un tiempo para mí, me metó en la bañera. Todos los fines de semana mi casa es utilizada para hacer fiestas, y todos los noches estoy con una chica diferente. A veces me pregunto cómo sería tener una estabilidad, y tener a una sola persona. Que me considere una persona, y no una máquina sexual. Que me quiera por cómo soy, y no por lo que tengo- hace una pausa y continua- Respondí a tu pregunta?

Me dejo sin aliento, completamente en blanco; lo que menos me esperaba es que un mujeriego o mejor dicho una "maquina sexual" pensara eso, que tuviera esos sentimientos y esa manera de razonar. No me salen las palabras de la boca.

Se forma un silencio incómodo, y para evitarlo, dice:

-Bueno es mi turno para preguntarte preciosa.- caigo en la cuenta que tengo que responder una pregunta suya y me asusta. No tengo ni idea qué puede ser. Mis manos me empiezan a sudar. Y  por fin se digna a hacer la maldita pregunta.

Alguna vez te enamoraste de verdad?- me quedo shockeada con su pregunta, pensé que me iba a preguntar algo relacionado con el sexo. Le respondo:

-Estuve enamorada una vez, pero no fue nada sano para ninguno de los dos ya que los celos irracionales se apoderaron de el. Esto paso antes de estar con Shawn.- Tomo aire y decido seguir- Su nombre era Liam; todo transcurrió perfecto durante los primeros meses hasta que el empezó a desconfiar de mi, pensaba que tenia a otro, que lo estaba engañando solo porque no quería tener sexo con el, ya que no me sentía lista para ese paso en nuestra relación. Entonces un día que estábamos solos en mi casa, intento abusar de mi, pero no lo logro ya que llego mi mama y lo saco de la casa; dando por terminada la relación.-me maldigo por haber dicho eso; no tendría que habérselo contado, pero por una extraña razón me sentía segura estando con el. Jayden se congelo, no sabia que decir pero unos minutos después recobro la postura y añadió:

-Así que eres virgen?-Sonríe diabólicamente evitando el resto de mi relato. No tardo en sonrojarme no se si de vergüenza o de furia.

-Si- respondo rápidamente- acaso tienes algún problema con eso? Nunca estuviste  con una virgen?- Van dos veces que la cago escogiendo mal las palabras.

-Estás insinuando que quieres estar conmigo?- agrega rápidamente.

-No, no me refería a eso, es que...-me tapo la cara de vegüenza.

-Tranquila preciosa, te estoy bromeando- me dice al fin.

Continuamos la cena en un silencio bastabte incómodo, y de postre comimos un brownie con helado.

Volvemos en su auto y cuando llegamos a mi casa, abre su puerta y baja para abrirme la mía.

Me despide y me da un beso en la mejilla. Cuando estoy por entrar me agarra del brazo como acostumbra a hacer, pero esta vez cuando me doy vuelta me agarra de la cintura, pega su cuerpo con el mío, dejándome sentir su aliento chocando contra mi boca y haciendo que mi corazón se acelere a mil por hora. Nuestras miradas se conectan. No aguanto más. Junta sus labios con los míos y noto que  encajan perfectamente.  Empezando a jugar con nuestras lenguas, haciendo que recorran cada milímetro de nuestras bocas y pidiendo mas. Tiene unos labios perfectamente humectados y con una suavidad que me permite disfrutar cada segundo de él. No quiero que termine. Me gustaría parar el tiempo en este momento. Cierro los ojos. Quiero más mucho más, mis hormonas están por estallar.
Al cabo de unos minutos, despega sus labios de los míos, mis manos de las de él, y se sube en su coche, me guiña el ojo y con su voz grave por lo que le causo dice

-Nos vemos, preciosa.

Cuando entro en mi casa, no me doy cuenta que estoy sonriendo, exageradamente. Todavía sintiendo su aroma en mi.

La felicidad de mi cara se me borra cuando veo a mi madre, en la mesa de la cocina sentada fumando un cigarrillo con un papel en la mano. Cuando veo lo que es, se me cae el alma. Reprobé el exámen.

Amores de los que duelenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora