Amores de los que duelen

Capítulo 8

Ketha

-Cómo conseguiste mi número, acosador?- le mandó.

No tarda en responderme.

-Tengo contactos:), ya me extrañas?
Esta sacando lo peor de mi. El instinto asesino.

-Si no te importa, tengo que estudiar. Molesta a alguien más- se lo envío y bloqueo mi móvil.

Las siguientes dos horas las paso haciendo resúmenes para el exámen.
Mi madre me llama para almorzar, pero no tengo apetito. Mi estomágo sigue sensible por todo el alcohol que tomé a la noche. Llego a probar un poco de espagueti crudo de mi madre, y podria vomitar una catarata.

Prendo el Bluetooth de mi iPhone y lo sincronizo con mi parlante. Pongo un poco de Coldplay, y continuo con mi penoso domingo estudiando.

Me doy cuenta que se hizo de noche cuando Lyon me llama:

-Estas viva kets?- me dice

-Si responde a tu pregunta, mi madre no me degolló- respondo y ambos nos reímos

-Me alegro que estés vivita y coleando- responde

Creeme que tu lo estás más-pongo un tono burlón- A dónde llevaste a esas chicas anoche?

-mmm... realmente quieres saberlo? Puedo darte todos los detalles...-ambos estallamos de risa- Pero ahora va en serio, dónde te metiste para que tu madre esté tan desesperada?

-Ni me lo recuerdes. Pasé toda la noche discutiendo con el dueño de la casa, y me dormí en su sillón. A la mañana me desperté en la cama con él, debido a que es un "caballero"- hago énfasis en las palabras para resaltar el sarcasmo- me tomo en sus brazos y me acostó arriba.

-Queee?- suena sorprendido- Jayden Monroe el mariscal de campo y el chico más popular y aclamado de la secundaria te acostó en su cama y no te la metió?

-Nunca oí hablar de él, y tampoco me interesa saber de él, es un inútil.

-Un inútil con todas las mujeres, la mejor casa del vecindario, y si sigo háblando de sus virtudes, no terminaría más-se rie, porque me hace enfadar a propósito.

-Yo te puedo nombrar todos sus defectos; es un creído, un imbécil, acosador, y un imbécil de nuevo- Quería dejarle bien en claro que no me agradaba el sujeto y supongo que lo entendió.

Luego olvidamos el tema y seguimos hablando, hasta que mi madre entra a mi habitación y me dice que es hora de dormir, y que deje mi celular. Cuando miro la hora es más de medianoche.

Obedezco, por el simple hecho de que no quiero escuchar más gritos de mi madre, alias el diablo en persona.

Antes de acostarme chequeo mi celular por última vez y puedo ver que tengo un mensaje de Jayden.

-Evidentemente me extrañas preciosa ;)

Decido no contestarle. Y me voy a dormir.

Mi alarma suena a las 6:30a.m. Me había olvidado que tenia que ir a la puta escuela.

Repito mi rutina matutina. Me baño, me arreglo con un poco de maquillaje pero no demasiado, intento peiname pero mis rulos no tienen intención de cooperar, tomo mis cosas para la escuela, y me siento en la puerta a esperar que Lyon pase por mí.

7:00 a.m en punto veo la caminoneta de Lyon aparcar en mi casa, me levanto y me subo a ella. Pasamos el recorrido de mi casa a la escuela tomando un café recién hecho de su casa, y unas galletitas que traje de la mía.

Las primeras cuatro clases se me hicieron eternas. Matemática, Inglés, Filosofía y Química. Por suerte la quinta es Literatura. Nuestra profesora Patricia nos hizo leer un cuento llamado "Mi planta de naranaja lima". A veces me siento como zeze, sola.

La hora del almuerzo la paso sola porque Lyon se retiro antes porque uno de sus profesores faltó. Chris y Julia deben estar en el baño teniendo sexo oral, y Shawn está con los del equipo de baloncesto.

No puedo disfrutar mi momento de soledad, porque alguien me lo arruina, y con alguien me refiero al imbécil  de Jayden.

-Hola Ketha- sonríe con esos dientes perfectos, mientras que se le achinan los ojos azules -tuve que averiguar tu nombre también, ya que no tuviste la cortesía de decírmelo- dice con ese estúpido tono de voz que hace que todas caigan a sus pies.

-Otra vez tú?- No le dirijo la mirada- No te cansas de hacerme la vida imposible, no es así?

-Puedo hacer de tu vida un infierno, o un paraíso, y solo tendrías que pedirlo- prosigue- podemos empezar de cero con un poco más de ropa y menos alcohol preciosa?

Mi primer pensamiento es mandarlo a la mierda, pero se que va a seguir insistiendo hasta el día que me muera.

-Bueno, con una condición- le digo.

-Soy todo oídos- responde.

-Que mientras hablo, me mires a los ojos, no a las tetas medio embobado- y en ese momento se le borra la estupida sonrisa y me mira serio. Para luego levantarse y dejarme una vez mas sola en la mesa.
Haciendo que una extraña sensación me invada el cuerpo.