Capítulo 8

262 24 5
                                    

-Eres mio.

   Esas fueron las míseras palabras que brotaron de la boca del chico que abrazaba a mi hermano, el cual cabe decir parecía un angelito caído del cielo, es que era tan tierno y lindo.

  Dios, era de esos chicos que no lo quieres para follar duro, si no para darle envidia a las chicas y tenerlo en una repisa dónde no le llegue a picar ni un mosquito.

  Era un poco pálido, de contextura delgada y sus ojos azules parecían los del agua de una playa exótica en su mejor momento. 

  Pero algo que no entendía era ¿de donde rayos conocía a mi hermano?

  ¿Es que acaso mi hermano había tenido algo con aquel chico perfecto de físico y jamas me lo había dicho? Este es el momento en donde aclaro que me siento sumamente ofendida de no haberme enterado de algo tan importante como que mi hermano es bixesual.

   Pero no creo, si yo he conocido todas las relaciones de mi hermano, y todas han sido chicas, no es posible. 

   En que momento mi inepto hermano paso de estar llorando por una estúpida, a tener encima a un chico super lindo diciéndole que es suyo.

   Esto es una burla y una triste ofensa, yo ni siquiera he tenido un novio serio.

-Perdón, ¿pero es que acaso te conozco? - pregunto Samu un tanto nervioso, incluso asustado. O estaba finjiendo muy bien, o de verdad no conocía al chico.

-No, no me conoces, pero tendrás que hacerlo, eres mi dulce ma...

-Caleb, por Dios, ¿estas drogado de nuevo? - dijo el señor finuras, sin una pizca de serenidad en su voz, era como si le faltase poco para perder los estribos.

  En cuanto el individuo, que ahora sabia su nombre era Caleb, escucho al finuras, giro su cabeza en un ángulo de 90 grados, justo donde estaba Wesley, y lo miro como si quisiese matarlo, aunque su mirada fuese de alguien peligroso, eso lo hacía ver más tierno.

- ¡Que no me drogo, ni siquiera he visto droga en mi vida! - dijo el chico, que aún no soltaba a mi hermano, el cual estaba demasiado incomodo.

   Y respecto a que nunca el chico había visto droga si quiera, Ja, por favor, hasta yo la había visto, aunque nunca consumido (eso es malo, según papá).

-Eso dices cada vez que la consumes, vamos conmigo, ¡ahora! - la ultima palabra la dijo con tanto mandato, que me hizo dar un saltito en mi asiento por la impresión.

   Vi como el chico seguía al que supuse era su hermano, por como el último le hablo y por el notorio parecido entre ambos. Mientras todos permanecían callados, incluido mi hermano que se había encogido en su silla como perro regañado, lo cual no entiendo, mi mente no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido.

  Los minutos pasaron y yo no dejaba de pensar en algo, podía ser tonta, pero esto me olía raro, y no es caca de lo que hablamos amigos, creo que tendré que mandar a buscar a los integrantes del puto Riverdale para que me resuelvan el caso.

  Y dirán, ¿por qué tanto drama Estrellita? ¡Solo estaba drogado! Pues bien amigos, aquí es donde sale el caso policial, yo había visto cientos de veces personas drogadas, era voluntaria en un centro, y ese chico amigos, parecía muy cuerdo (en lo que cabe),  yo sabía que no tenia síntomas de una persona drogada o quizás mi intuición me este fallando.

-Disculpen por favor todo el drama, la casa suele estas mas tranquila, hoy ha sido un día... especial.

  Porque diablos, que esto era de locos, primero la chica psicópata llamada Dalpinia, o que se yo y ahora esto, señores que aquí no había nadie en juicio.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 20, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La última profecía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora