En una dia soleado, un vecindario traquilo, donde le conocian como el hermoso esposo del doctor Kuro, una vida tranquila; o por lo menos eso creia, ¿porque la vida le lastimaba asi?.
Un muy cansado Tsukishima se encontraba llorando sentado en la cama; en su mente aun estaba la imagen de Kuro con aquella mujer, queria convencerse de que estaba confundiendolo con alguien mas pero, solo queria engañarse, se quito sus lentes y fijo su vista a algun lugar de la habitacion.
Se limpiaba las lagrimas con sus manos y antebrazos pero le era imposible el detener las lagrimas; de pronto su celular comenzo a sonar, trato de mirar de quien se trataba aunque no podia distinguir nada debido a sus saladas lagrimas, asi que contesto, si era Kuro le colgaria de inmediato.-¿que?- trato de que su voz se escuchara como normalmente lo hacia.
-¿Tsukishima?¿que pasa?- el rubio abrio sus ojos ante la voz del otro lado de la linea.
-Akashi-san- sin mas el rubio continuo llorando.
-¿porque lloras?, escucha lo que sea te este afectando ahora tiene solucion, adelante cuentame- se le escuchaba calmado y el rubio agradecia aquello, comenzo a contarle lo que habia ocurrido desde esa mañana hasta esos precisos minutos.
-quiero creer que no era el Akashi-san pero, se que no debo engañarme- su llanto habia cesado un poco despues de contarle al pelinegro.
-tranquilo, debe tener una explicacion...- Tsukishima fruncio el ceño levemente, parecia que defendia a Kuro. -y no lo estoy defendiendo, solo respira hondo, solo es una pelea de casados-
-Bokuto-san y tu se han peleado asi?-
-con Kotaro todo es posible- rie levemente -sabes como es el asi que podria decirse que siempre tenemos peleas-
-no es lo mismo y lo sabes, pero gracias Akashi-san- suspira.
-ah es verdad, lamento llamarte en este momento solo que estaba algo ocupado, Bokuto me llamo en la madrugada y me conto lo que hablaron, lamento eso pero si estas asi de inseguro deberias hablar con Kuro, solucionen las cosas con calma-
-gracias Akashi-san- suspira y limpia su rostro, hablar con el le hacia relajarse y calmarse, era alguien muy importante pero no se lo diria.
-no agradescas, ahora come algo, no me hagas ir hasta tu casa- bromeo y le saco una leve risa al rubio. -cuidate Tsukishima, tal vez el fin de semana podamos salir, a un museo-
-si, me encantaria, sera divertido- suspira -despues te escribo para fijar la hora-
-claro, nos vemos- una vez terminaron de hablar el rubio finalizo la llamada.
Comenzo a quitarse la ropa que traia puesta quedando solo en boxer, busco en el armario una camisa blanca que le cubria un poco mas abajo de su trasero, tomo la ropa y la llevo al cuarto de lavado. Comenzo la tarea de lavar las sabanas y demas ropa que estaba en los cestos; mientras esperaba que la lavadora hiciera su trabajo camino hasta la puerta donde habia dejado las bolsas de las compras, las tomo y comenzo a guardar todo en su lugar. Busco con la mirada algo que le diera una idea para preparar algo y opto por onigiris asi que comenzo a prepararlos.Pasada una hora y media termino de cocinar, pero antes de comer fue a sacar la ropa al patio trasero para que terminara de secarse, tomo un cesto y coloco lo que antes habia en la lavadora, asi se dirigio hasta el patio, le agradaba estar ahi incluso Kuro puso varias sillas y una mesa para cuando el rubio quisiera comer en el amplio patio trasero, le relajaba y hace mucho que habia comenzado a sembrar diferentes tipos de flores que ahira se veian hermosas.
Al fin, despues de colgar todo dejo el cesto nuevamente en el cuarto de lavado y se dirigio a la cocina para poner en un plato dos onigiris y algo de salsa de soya sobre ellos, camino la corta distancia que habia para llegar a la mesa, sentarse y comenzar a comer.Mientras tanto en el hospital un pelinegro de cabello desordenado pensaba en su esposo, debia estar demasiado triste y queria explicarle pero aun asi el rubio se molestaria con el, solo quedaba esperar, comenzo a tealizar todos sus pendientes para terminar ese dia e ir a su hogar.
Asi paso parte de la tarde, Kuro tomo rapidamente sus cosas y salio del hospital, subio a su auto, se puso el cinturon y condujo hasta su casa. Bajo y camino hasta abrir la puerta, entro mirando alrededor buscando al rubio; subio hasta la habitacion donde dormian, reviso las otras habitaciones incluso el baño pero no estaba, solo quedaba un lugar donde buscarlo.
Salio hasta el patio trasero y efectivamente el rubio estaba sentado leyendo uno de los tantos libros que estaban a su lado.-Kei...- el pelinegro se acerco al menor y se inclino un poco para mirarle.
-pense que regresarias mas tarde- dijo el rubio serio sin despegar la vista de su libro.
-termine todo lo mas rapido que pude para venir- aparto el libro del rostro del menor. -tenemos que hablar-
-si, veamos, primero empiezo yo...- suspira y le mira -amas tanto tu trabajo incluso mas que a mi-
-no, eso no es verdad- sujeto las manos palidas de su esposo.
-dejame terminar y no me interrumpas, estas todo el tiempo posible en el hospital, no me dejas ni siquiera llevarte el desayuno, la razon ¿es porque siempre sales con otras mujeres a desayunar?, ¿por eso prefieres estar alla?-
-no, sabes que no es verdad, mira estoy aqui-
-si, es verdad y ¿dime porque estas aqui?, oh si porque te vi con una resbaloza desayunando cuando ni siquiera a tu esposo le dejas ir a verte-
-escucha, eso tiene explicacion, ella era una de mis pacientes, sufrio un accidente y logre salvarle la vida, no la habia visto desde que salio del hospital y hoy llego a visitar a todos los doctores y enfermeras que ayudaron en su operacion, me invito a comer como agradecimiento, le dije que no podia aceptar pero ella insitio demasiado, no paso nada Kei yo le dije que estaba casado cuando quiso invitarme a salir, Kei jamas te dejaria por nada, ni siquiera por mi trabajo- le miro y acaricio sus mejillas.
-¿dejarias tu trabajo?- dijo el rubio con determinacion.
El pelinegro lo miro sorprendido, abrio los labios pero ninguna palabra salia, sus majos sudaban y comenzaba a ponerse nervioso sin saber que contestar.
-eso crei...-se levanto y tomo sus libros -dormire en otra habitacion asi que puedes regresar al hospital puede que otra paciente te invite a comer- suspiro y camino hasta otra de las habitaciones, aseguro la puerta dejo los libros en una pequeña mesa y se recosto en la cama.
El pelinegro seguia en el patio procesando todo lo que habia ocurrido, necesitaba un consejo asi que saco su celular de un bolsillo de la bata blanca y tecleo un numero, llevo el aparato hasta su oreja esperando que contestara.
-hey!!es extraño que me llames que pasa?- decia una alegre voz tras la linea.
-necesito que me escuches y me aconsejes- suspira -¿puedes ahora?-
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Perdon por tardar, es solo que tenoa que hacer tareas y eso, el capituoo fue creo que algo tedioso, lamento eso pero era necesario para el desarollo de la historia, perden faltas de ortografia y errores de dedo.
Muchas gracias por el apoyo nos vemos lueho nwn/
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¿Juntos y revueltos?
RomanceKuro y tsukishima acaban de casarse, deciden empezar a vivir juntos en tokyo, pero el trabajo del pelinegro hace que el rubio este solo en casa por lo que cuando su hermano del alma bokuto le propone vivir juntos a ambos matrimonios todo toma un rum...