Tiempo (parte 1)

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⭕Park Jimin⭕

Cada día era mejor que el anterior.

Despertar a su lado cada mañana, y luego finalizar cada noche abrazado a su cuerpo... eran definitivamente las mejores cosas que me pasaban a diario.

Cada mañana despertar sintiendo sus besos, los cuales parecían llenarme de vida. Y cada noche con sus interminables caricias, que parecían llevarse todo el agotamiento y lo malo que pudo haber dejado el día recién vivido.

Yoongi se convertía cada vez más en mi todo. Y por lo que él me decía... Esto era más que recíproco.

Ciertos días íbamos al puente para ver cómo el sol aparecía por sobre el río. Y a veces solíamos ir de noche, para ver cómo la Luna nos brindaba su reflejo sobre las aguas de aquel río. Nos quedábamos abrazados por largo rato, creando - cada vez que íbamos - más recuerdos hermosos en ese puente. Puente en el que nos convertimos en novios, lugar donde nos dijimos nuestro primer "te amo".

Era un lugar especial e importante para los dos. Pero no era el único.

Otros días solíamos ir a dar una vuelta al parque. Sí, a ese parque. Recorríamos por completo el lugar, mientras nuestras manos se encargaban de hacer una unión física entre los dos. Era increíble cómo pasaba la hora cuando íbamos allí, pues nos sentábamos en la banca en que lo encontré aquella mañana, y conversábamos de cualquier cosa que se nos viniese a la mente. Siempre teníamos tema de conversación, era demasiado cómodo y natural el estar juntos. La mayoría de las veces comprábamos alguna golosina que vendían ciertos señores en unas especies de carritos ubicados a lo largo del parque. Mi favorito era el algodón dulce, el de él eran las manzanas confitadas. Pero siempre compartíamos lo nuestro. Gracias a esos alimentos, nuestros besos eran literalmente más dulces, y eso se sentía muy, muy agradable. Cuando nuestras lenguas comenzaban a buscarse y conocerse más entre cada beso, degustábamos el dulzor de la boca ajena, tornándose cada beso más adictivo que el anterior. Y realmente costaba detenerse. Hasta cuando ya se comenzaba a poner oscuro el cielo y decidíamos que era buena hora para volver a casa.

Y allí, en casa, seguíamos siendo objeto de burla de mis padres. Mamá siempre sacándonos fotos cuando nos encontraba abrazados, o cuando nos sonreíamos el uno al otro mientras estábamos en la mesa, sólo por mencionar algunos ejemplos... Ella comenzaba a gritar luego de tomar las fotos.

"Waaa, son tan adorables"

"Quedó hermosa la foto, vamos a enmarcarla"

"AY MI CORAZÓN"

Y papá... Papá tenía sus propios comentarios que eran - demasiado - típicos de su persona.

"Váyanse al cuarto, par de pecadores"

"Ay creo que podría llegar a vomitar azucar en estos momentos"

"Me da diabetes este parcito"

Simplemente papá. Simplemente mamá.

La felicidad se palpaba en la casa de los Parks.

Una cosa que cambió en este tiempo es que Hyung escribía mucho. Me gustaba eso, consideraba que se veía más guapo, con el ceño levemente fruncido, pensando cuál sería el siguiente verso que calzara bien en su actual creación. Esa cara de concentración me encantaba, así que no podía evitar ir, y casualmente sentarme sobre su regazo y comenzar a dejar mil y un besos en todo su rostro.

A veces me mostraba fragmentos de canciones que hacía - debo reconocer que tenía muchísimo talento... sus letras eran espectaculares, llenas de tanta sinceridad e intensidad que hacían que a tu corazón le pasaran muchas cosas - y otras veces se negaba a hacerlo, pues decía que eran una sorpresa para mí y que algún día podría conocer esas canciones.

 The smile that changed everything [ YOONMIN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora