☆7☆

222 26 2
                                    

Yixing no durmió en toda la noche. ¿Cómo conciliar el sueño cuando la persona que amas quiere dejarte? No pudo dejar de pensar en su situación, en Seulgi, en sus hijos. . . Y el hecho de dormir en su hogar pero no en su cama, lo mantuvo enojado.

Fue en busca de ropa a su habitación, y cuando entró, escuchó el agua de la ducha caer, por lo que supo que Seulgi se estaba duchando. Se dio prisa en agarrar ropa para el día y volvió a la habitación de invitados. Se dio una larga y cálida ducha, y ya vestido, bajó al primer piso. Se encontró con Seulgi en la cocina ya desayunando, y tan pronto ella lo vio, respiró profundo y continuó comiendo.

—Buenos días —la saludó con incomodidad.

—Pensé que te dije que te fueras —le dijo sin siquiera levantar la mirada del plato.

—¿A dónde querías que me fuera a las dos de la madrugada? —le preguntó, comenzando a molestarse.

Se sirvió jugo de naranja y mientras esperaba a que se tostara un pan, miró a Seulgi. Podía notar en su rostro lo deprimida que estaba, sus ojos estaban hinchados y jugaba con la comida sin ganas.

—¿Los niños no han despertado?

—No —respondió cortadamente y se puso de pie con el plato en manos.

Lo dejó en el lavaplatos, y antes de que Seulgi saliera de la cocina, Yixing volvió a hablarle:

—¿Les dirás?

Seulgi se detuvo y tardó unos segundos en responder.

—Necesito encontrar el momento indicado —respondió y se giró para mirarlo—. Esta noche tenemos la cena navideña con mis padres. No tienes que venir.

—No faltaré —respondió él y agarró las tostadas para posteriormente dejarlas en un plato—. Pasaré esta noche con mi familia, como debe ser. No quiero que también me quites esa oportunidad.

Seulgi no respondió, solo se dirigió al segundo piso y directo a su habitación. Se volvió a acostar y pronto lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Por un lado sabía que era lo correcto separarse de Yixing, puesto que de la forma en que estaban las cosas, no se sentía feliz. Por ese mismo lado, sabía que si se divorcian, Yixing podría continuar con su trabajo tanto como le gusta. Por el otro lado. . , se sentía triste por separarse del hombre que ama. La noticia les sentaría muy mal a sus hijos, estaba segura, y por esto aún no ha pensado en decirles. Necesitaba encontrar las palabras correctas para que no crean que terminan porque ya no se quieren, sino porque lo necesitaban por el bien de cada persona.

A las siete de la noche se dirigían todos a casa de los padres de Seulgi. El ambiente en el auto era muy incómodo. Nadie hablaba, ni siquiera Suyin, la encargada de sacar temas de conversación, había dicho una palabra desde que subió al auto. Cuando llegaron a casa de los Lee, los dueños los saludaron con grandes sonrisas y los brazos abiertos. La familia de la hermana de Seulgi también estaba presente. La familia Zhang dejó  de lado sus negativas emociones para poder pasar un agradable tiempo todos juntos en familia.

Conversaron en la sala de estar por un tiempo, hasta que era momento de la cena. Se sentaron todos en la gran mesa y comenzaron a comer la deliciosa comida preparada por la señora Lee. Por momentos se enfocaban en la familia de la hermana de Seulgi, Shinah, y luego en la familia de Seulgi.

—He escuchado que Yixing ha estado haciendo un gran trabajo en China, como siempre —comentó la señora Lee.

Seulgi de pronto sintió su garganta secarse, por lo que tomó un trago de su champán. Yixing, en cambio, le sonrió a su suegra.

For Life {Yixing&Seulgi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora