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Daba vueltas en la habitación con su celular de trabajo pegado al oído y discutiendo con un personal de su estudio en China. Le habían dado la gran notícia de que su álbum navideño de música, el que debía salir a la venta el veintitrés de diciembre, o sea, en dos días, tuvo un problema en el diseño de la portada. Y hasta ahora se dieron cuenta de ello cuando el personal recibió algunos álbumes como muestra.

Cuando Yixing vio el resultado de su portada, sintió que le daría un ataque al corazón por hacerle tal daño a su hermoso bebé.

—Esos álbumes deben estar listo para la venta, ¡mañana a las doce de la noche! —gritó.

Seulgi suspiró al escucharlo tan enojado, además de que le irritaba el hecho de que ahora surgiera un problema cuando él recién había llegado de China. Ella intentaba concentrarse en revisar unas ediciones del próximo episodio de My Moon, pero los gritos de Yixing se lo impedía.

—¡Llevamos trabajando con ellos por veinte años! ¿Cómo pueden hacer ese desastre ahora? —Se sentó en la cama y se masajeó la sien. Ya le estaba doliendo la cabeza—. Hagan lo que tengan que hacer. Esos álbumes no se venderán sin la portada original.

Tan pronto colgó, se tiró de espaldas en la cama dejando salir un gran suspiro de agobio. Seulgi dejó de lado su laptop y gateó hasta Yixing. Se sentó a su lado y le acarició el rostro.

—No puedo creerlo. . . —murmuró.

Posó su cabeza en el regazo de ella y la abrazó, en un intento de conseguir la calma.

—Tal vez deba ir yo mismo a solucionar ese problema.

Seulgi lo separó de ella y lo miró con seriedad.

—Tú no irás a ningún lado. Ellos pueden solucionarlo. Son un buen equipo, y para algo les pagas. Que hagan su trabajo.

Yixing volvió a abrazarla mientras respiraba profundo. Quizás solo debía mantener la calma por ahora y confiar en su equipo.

Más tarde se dirigió a la sala de estar después de darse una ducha y calmarse. El sonido del piano de cola lo recibió. Yingjie se encontraba sentado en él esperando por su padre para mostrarle la canción que tocaría en el recital dentro de veinticuatro horas.

Cuando Yixing se sentó con los brazos cruzados en una butaca que se encontraba cerca, Yingjie paró de tocar y le miró. Yixing entonces le pidió que comenzara a mostrarle la canción. Su hijo asintió y respiró profundo antes de empezar a tocar otra vez.

Yixing lo escuchaba atentamente, prestando atención a cada pequeño detalle. Sin embargo, por más que intentara sentirse a gusto escuchando la canción, no lo lograba. Tan solo no le gustaba al cien por ciento, ni al cincuenta por ciento.

—¿Cuánto tiempo dices que llevas ensayando? —le preguntó, haciendo que Yingjie parara de tocar alrededor de dos minutos después.

Miró a su padre ya temiendose lo peor, pues que lo interrumpiera solo significaba una cosa: Lo estaba haciendo mal.

—Un mes. . .

—¿Un mes? ¿Y esto es lo mejor que pudiste lograr? —Yixing no pudo evitar molestarse—. Yingjie, ¿qué te he dicho sobre el piano y los recitales?

—Si quiero ser el mejor, debo esforzarme al máximo —repitió con la mirada puesta en el teclado.

—¿Y qué más?

—Debo elegir bien las canciones. Una canción mal elegida te lleva del éxito al fracaso.

—Fallaste en esto último —Le informó y se puso de pie—. Si tenías pensado dejar una buena impresión mañana, con esta canción no lo lograrás.

For Life {Yixing&Seulgi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora