~Capítulo 13.

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-Harry-

El sushi llega veinte minutos después de que comenzamos a besarnos en la duela de mi departamento, pero no quiero dejar de besarla para abrirle al repartidor.

-Están tocando la puerta -murmura _____ contra mis labios.

-Que esperen -respondo, besando su mandíbula.

Ella comienza a reír mientras me da acceso a su cuello. Yo gruño cuando ella me empuja un poco.

-Debes abrir -masculla.

-No -gruño y desciendo a sus clavículas. Nunca he llegado tan lejos. Nunca me ha dejado hacer otra cosa más que besarla y me está volviendo loco-. Que esperen.

-Harry, tengo hambre -se queja sin aliento y maldigo por lo bajo, poniéndome de pie.

- ¡Voy! -digo, malhumorado.

Abro la puerta y el repartidor me mira como si fuese el culpable de todo lo malo en su vida. Tomo las bolsas que me ofrece y le entrego el dinero por la comida, entonces cierro la puerta sin dar las gracias.

- ¡Eso fue una completa grosería! -dice _____ mirándome atónita.

Yo me encojo de hombros. -Interrumpió mi sesión nocturna de besos. No iba a ser amable con él.

-Idiota -dice, pero sonríe.

-Siempre tan dulce -digo con sarcasmo y ella golpea mi brazo juguetonamente, sonriendo.

- ¿Qué pediste? -dice, asomándose dentro de la bolsa.

-Un rollo hamachi, uno dragón, uno philadelphia y uno tres quesos -respondo sacando los contenedores.

- ¿Y tú qué vas a comer? -pregunta con inocencia y la miro.

- ¿De qué hablas? -pregunto, confundido por su pregunta.

-Yo voy a comerme todo eso -dice muy segura de ella misma-. ¿Tú qué vas a cenar?

- ¿No vas a compartir conmigo? -digo con fingido horror.

-Ni un solo pedazo -se encoje de hombros.

- ¡Eres una mala mujer!

Sus brazos se envuelven en mi torso y yo alzo mi brazo, para que se acomode mejor. Es agradable estar a su alrededor. Es cómodo sentir sus brazos envueltos en mí, es casi natural tenerla entre mis brazos. Nos sentamos en el sillón, con la música a todo volumen y la comida sobre nuestros regazos.

Me gusta que no se limite a comer algo cuando le gusta. Me gusta esa sonrisita que se pinta en sus labios cuando le robo un beso suave o digo una broma acerca de su forma de comer sushi con tenedor.

-Puedes tomar una ducha, si así te apetece -digo, mientras recojo la basura de los contenedores.

-No traje nada que ponerme -dice y noto cómo se ruboriza un poco.

Yo ruedo los ojos al cielo y digo-: Puedo prestarte una playera y un bóxers o un pantalón de pijamas.

-No voy a ponerme tu ropa interior, Harry Styles. Me niego rotundamente a hacerlo -dice abriendo los ojos con fingido horror.

-Oh, vamos. Es sexy ver a una chica con tu ropa puesta -digo juguetonamente.

-Eres un idiota -dice, pero noto cómo se ruboriza por completo.

Yo me echo a reír y recojo su bolso del suelo. Los frascos de pastillas caen al suelo y gruño, agachándome para levantarlos. - ¡Dios, _____!, ¡Tú y tu maldita obsesión por las vitaminas!

Tomo algunos frascos y noto que ella está de rodillas en el suelo, levantando los frascos con nerviosismo. Mi ceño se frunce y miro el par que tengo en las manos.

"Hidroxicloroquina" se lee en un frasco y en el otro se lee "prednisona" Éstas no son vitaminas. Levanto mi mirada hacia ella, quien me mira con cautela y recelo. - ¿Me das los frascos, por favor? -su voz suena débil, temblorosa.

- ¿Qué es esto? -mi corazón late con fuerza dentro de mi pecho.

-Multi-vitamínicos -responde rápidamente, con seguridad y casi le creo. Casi...

- ¿Qué es esto, ______? -no puedo evitar sentirme enfermo. ¿Se droga?, ¿Ese es su maldito gran secreto?, ¡¿Se droga?!

-S-Son vitaminas -balbucea, estirando la mano para quitarme los frascos pero yo los retiro de su agarre bruscamente.

- ¡¿A quién le quieres ver la cara de estúpido?! -espeto con fuerza. El coraje me recorre el cuerpo. La ira se está apoderando de mi pecho. Creí que ella era mejor que esto.

Ella se levanta del suelo y noto las lágrimas en sus ojos, pero de pronto estoy tan enojado, que ni siquiera me importa que esté a punto de echarse a llorar.

- H-Harry, por f-favor...

- ¡¿TE DROGAS?! -grito y la expresión que me dedica, de sorpresa y horror, me estruja el corazón.

- ¡No! -refuta, pero no le creo.

- ¡¿Entonces qué jodidos es esto?! -muestro los frascos y ella intenta alcanzarlos, pero yo los retiro una vez más. No responde. Su mirada está clavada en mí, suplicante, pero no voy a ceder. Estoy tan molesto. Tan... Decepcionado-, ¡no puedo creerlo, _____!, ¡no puedo creer que sea esto lo que te tiene mal!, ¡no tienes derecho de quejarte si haces éstas mierdas!

- ¡ES MEDICAMENTO! -espeta y la miro fijamente. Lágrimas pesadas caen por sus mejillas y trago duro. Odio verla llorar. Odio tanto verla llorar...

- ¿Medicamento para qué? -mi voz suena ronca por el coraje reprimido.

Ella baja la mirada y noto cómo sus manos tiemblan, sosteniendo los frascos. -Y-Yo... -su mirada encuentra la mía y vuelve a bajarla, apretando los ojos con fuerza. -A-Anemia -balbucea.

Su respuesta me golpea como un látigo.

- ¿Anemia? -Mi ceño se frunce. La sorpresa se filtra en el tono de mi voz- ¿Tienes anemia y no me lo dijiste?

Ella alza la vista y cuando nuestros ojos se encuentran, desvía la mirada. -N-No tenías porqué saberlo -susurra.

Acorto la distancia entre nosotros y tomo su barbilla entre mis dedos, haciéndola mirarme. -Me hubiese gustado saberlo desde un principio -digo. Toda la ira está drenándose de mi cuerpo. La anemia tiene sentido, las vitaminas y su obsesión por alimentarse bien... 'Anemia' es la respuesta a todas esas cosas.

-N-No quería que... -un sollozo brota de su garganta y beso sus labios suavemente, intentando tranquilizarla-, no quería que me miraras diferente.

- ¿Por qué habría de mirarte diferente por tener anemia? -una sonrisa suave se desliza por mis labios y ella me mira, suplicante.

-N-No lo sé -admite y luce tan perdida, que lo único que quiero es abrazarla hasta que deje de llorar.

-Ven aquí - susurro, atrayéndola hacia mí en un abrazo tranquilizador.

Moments [Hot/Romantic] (HarryStyles&tú)[CANCELADA] By SAM LEON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora