~Capítulo 14.

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Me siento la persona más horrible del mundo.

Le mentí. Le dije que tenía anemia porque fue lo primero que me vino a la cabeza. Lo primero que me diagnosticaron antes de detectar el lupus.

Las lágrimas calientes bajan por mis mejillas y el alivio invade mi cuerpo. Sé que no debo mentirle. Sé que debería haberle dicho, pero no quiero que me mire de forma diferente. Me gusta como son las cosas entre nosotros en éste momento.

-No llores, _____ -susurra contra mi cabello y me estrecha con más fuerza-. No pasa nada. No es para que llores así, pequeña sentimental.

Yo río entre lágrimas y ríe también. -Idiota -mascullo entre lágrimas.

-Hermosa -susurra él y mi corazón da un vuelco.

Me separo un poco de él y limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano, mirándolo. -No soy hermosa.

-Lo eres -afirma y yo ruedo los ojos al cielo.

-No lo soy. No hace falta que me mientas, sobre todo si no te creo -me encojo de hombros.

-Eres hermosa y no me importa lo que tú creas de ti misma. Lo que veo, es lo que afirmo -el humor abandona sus facciones y me mira con fijeza.

La intensidad de sus palabras me deja sin aliento unos segundos, y no sé qué responderle. Aferro mis manos a su cuello y tiro de él en mi dirección.

Harry se deja guiar y planto mis labios en los suyos en un beso lento, pausado, suave...

Su boca danza al compás de la mía y, de pronto, todo es correcto. Soy consciente de la presión de sus manos en mis caderas, de la piel caliente de su cuello debajo de mis dedos. De su aroma masculino y fresco, y de su aliento con sabor a refresco de cola.

Sus manos se deslizan hacia arriba, por mi espalda, haciéndome arquear el cuerpo hacia su abdomen firme. Su lengua invade mi boca y todo pensamiento racional abandona mi cabeza.

Una estela de besos es trazada desde mi mandíbula hasta mi cuello, descendiendo hasta mis clavículas. Mi respiración se atasca dentro de mi garganta y mis labios se abren ante la sensación abrumadora.

Su lengua traza caricias húmedas en mi cuello, haciendo que toda mi carne se ponga de gallina. Aprieto mis manos en las hebras color caramelo de su cabello y él gruñe en apreciación.

Sus manos se deslizan lentamente por mi espalda, dándome la oportunidad de absorber y detener su toque, pero no quiero detenerlo. Hace su camino hasta ahuecar mi trasero con suavidad y yo deslizo mis manos por su cuello y pecho, en una caricia temblorosa.

Me atrae con fuerza hasta que nuestras caderas chocan. Soy consciente del bulto que se ha formado entre sus piernas y no puedo pensar con claridad. No quiero pensar con claridad. Sus manos siguen en mi trasero mientras su boca saquea la mía en un beso implacable, cargado de electricidad e intensiones innombrables.

Su toque se eleva por encima de mis vaqueros e introduce las manos en el material de mi blusa, acariciando la piel caliente de mi espalda. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Todo es tan abrumador.

-_____ -murmura contra mis labios y me levanta del suelo. Yo enredo mis piernas en sus caderas y avanza conmigo a cuestas. Sé que nos dirigimos a su habitación.

-H-Harry... -susurro contra su boca, pero él me besa con más ímpetu.

No soy capaz de recordar qué es lo que tengo iba a decirle. No soy capaz de pensar en nada que no sea en él besándome de la forma en la que lo está haciendo.

Sus labios abandonan los míos un instante mientras se sienta en la cama, dejándome a horcadas sobre su regazo. Me quedo quieta. Mi respiración es irregular y entrecortada.

-Si vas a pedirme que pare, pídemelo ahora, porque no estoy seguro de poder detenerme más delante -susurra débilmente y yo trago saliva.

Sé de qué está hablando. Sé a qué se refiere. Sé que estoy aterrorizada porque nunca he llegado a tanto con alguien, y sé que nunca podré encontrar a alguien mejor que él para esto.

-N-No te detengas -tartamudeo y su mirada se oscurece varios tonos.

- ¿E-Estás segura? -susurra y pega su frente a la mía.

Poso mis manos en sus mejillas y asiento. Estoy aterrorizada. Nerviosa. Horrorizada.

-Estás temblando -su ceño se frunce y voltea la cabeza hasta que sus labios tocan la parte interior de mi muñeca-, ¿por qué estás temblando?

-N-Nunca he hecho esto -mi voz sale en un susurro débil y entrecortado.

La expresión asombrada que asalta sus facciones, es casi tan notoria como el temblor de mis manos.

- ¿Q-Qué?

Cierro mis ojos, sintiéndome avergonzada de mí misma. -N-nunca he... -me aclaro la garganta-, nunca he tenido relaciones.

-Oh, Dios mío -dice en un susurro incrédulo-. No puedo... ¿Qué...? , ¿Cómo...? -está atónito. No sabe qué decirme y mi vergüenza aumenta. Estoy a punto de bajar de su regazo-, ¿Hay alguna otra cosa que no me hayas dicho que tenga que saber? -noto la sonrisa en el tono de su voz y me obligo a mirarlo. Mi ceño se frunce y siento el rubor extendiéndose por mis mejillas. -, el día de hoy he sabido más cosas de ti, que en todo el tiempo que llevamos viéndonos -sonríe y me contagia de su diversión.

-Si no hubiera mantenido el misterio, te habrías aburrido muy pronto de mí -bromeo y él besa mi mejilla.

-Tan hermosa -murmura rozando su nariz contra la mía. Una sonrisa asalta mis labios-. No vamos a tener sexo -susurra.

- ¿N-No? -no puedo evitar la decepción en el tono de mi voz.

-No -murmura contra mi cuello-. Pero podemos hacer otras cosas.

Deposita un beso en la comisura de mi boca y yo sonrío suavemente, sintiendo su palma caliente en la parte baja de mi espalda, entre el tejido de mi blusa y mi piel.

Mi respiración se atasca dentro de mi garganta cuando su mano se eleva, trazando caricias suaves. Sus labios encuentran los míos en un beso profundo.

Su lengua invade mi boca, embriagándome de su sabor y, con timidez, deslizo mis manos sobre su pecho.

Me sienta en una de sus piernas y sus manos se apoderan del dobladillo de mi blusa, tirando hacia arriba con una lentitud enfermiza.

Nuestros labios cortan su contacto cuando me saca la blusa por la cabeza. Mi corazón late con tanta fuerza dentro de mis costillas, que creo que hasta él puede escucharlo.

Nuestros labios recuperan su contacto y él comienza a trabajar caricias suaves en espalda y mi abdomen.

Enredo mis dedos en su cabello y él se toma su debido tiempo antes de deslizar sus labios por mi mandíbula, haciendo su camino hasta mi clavícula.

Su mirada se alza y encuentra la mía un segundo antes de que hundir su cara entre mis pechos. Un escalofrío recorre mi espina dorsal al sentir su aliento en esa zona. Deposita un suave beso entre ellos, y mis manos comienzan a temblar. No puedo evitarlo. Todo es tan abrumador...

Una de sus manos ahueva mi pecho y mis labios se entreabren ahogando un suave gemido. Su boca busca la mía y correspondo su beso, sintiendo un nudo en el estómago. Su mano acaricia la montura de mi pecho por encima de mi sujetador y noto cómo su respiración es pesada, justo como la mía.

Recargo mi cabeza en su hombro y me concentro en sentir su caricia.

No quiero perderme ni un solo momento de esto.

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Moments [Hot/Romantic] (HarryStyles&tú)[CANCELADA] By SAM LEON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora