**EN PAUSA** You will always be You [Soukoku-BSD {Mpreg}]

1.

El cabello rizado y castaño que caía en su joven rostro creaba una pequeña sombra sobre su ceño fruncido, teniendo la mayor concentración posible, con la lengua entre los dientes, como si eso hiciera que el pequeño animal se quedara quieto.

Una mariquita, eso era lo que trataba de dibujar, pero había un pequeño, pero diminuto problema.

-¡Quédate quieto jodido animal! -susurró mientras se acercaba y movía finamente el lápiz sobre la hoja de papel -¡No pienso matarte!

Ese era el problema...

Si tan solo el animalito se quedara quieto por lo menos un segundo, sería suficiente para poder terminar. Tal vez.

Su paciencia se acababa, el animal ese, no se quedaba quieto...

-¡Ya estoy cansado de que te muevas! -gritó y de un golpe hizo que la flor donde éste reposaba se moviera y el animalito valora. -¡Vete a la mierda!

-¿Qué clase de vocabulario es ese?

Ojos azules estaban posados en él, con las manos en la cintura, parecía estar enojado.

-H-hola, no te vi venir ha ha ha -dijo el pequeño castaño con nerviosismo -¿Q-qué pasa?

-Sigo sin entender como puedes hablar así a tu edad, no es como si fueras ya un hombre -soltó un gran suspiro mientras pasaba una mano en su cabello.

-Lo siento... -susurró arrepentido.

-Vamos, es hora de cenar.

Le tendió la mano al pequeño castaño y éste aceptó gustosamente y con una gran sonrisa se encaminaron hacia su hogar.

Ambos vivían en una casa de campo, de vez en cuando iban a la ciudad, solo para comprar provisiones o algo de ropa.

Se encontraban juntos en la mesa cenando, cuando el pequeño recordó algo...

-Al parecer, en la escuela, habrá un viaje... -dijo con la boca llena.

-¿Viaje? -pregunto el de ojos azules -¿A dónde irán?

-No lo sé, al hospital de la ciudad o eso escuché. -se encogió de hombros.

-¿Quieres ir?

-No lo sé, no quiero verlo...

-Él no te ha hecho nada malo -dijo el de ojos azules con voz suave.

-Lo sé, pero a ti sí.

Lo dos se quedaron callados por un rato, hasta que el mayor suspiró y se levantó de la mesa.

-Avísame si decides ir, prepararé tus cosas.

-Gracias papá, pero seguramente no iré.

-Sí que tienes el corazón duro Fumiya...

-No sigas papá.

-Dazai... Fumiya Dazai