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El viaje en taxi fue más largo de lo que imaginaba, Fumiya estaba muy cansado, tanto que hasta se quedó dormido durante el trayecto a su casa, se sentía tan cómodo en los brazos de Dazai que bastaron un par de minutos para quedarse dormido.
El pequeño trató de resistirse al hecho de que su padre lo llevara a casa, insistía en que lo único que necesitaba era que llamaran un taxi y él mismo podría irse sin inconvenientes ni molestias.
Obviamente, Atsushi no comprendió la indirecta de que no podía dejar que Dazai llegara a su casa y viera a su padre, el albino insistió hasta más no poder, ya que se sentía culpable por haberlo lastimado, insistía en que daría la cara a Chuuya y que si él le daba una paliza, se lo merecía ya que él había lastimado a su pequeño.
Dazai cansado de todo eso, tomó al niño en brazos y salió con Atsushi alterado detrás de él. No esperaron mucho tiempo para que pasara un taxi y Atsushi guiara al conductor.

Era extraño, por alguna razón, el castaño sentía paz con el niño en sus brazos y también estaba asustado de ese sentimiento, él no odiaba a los niños, en verdad no lo hacía, simplemente pensaba que los niños eran muy difíciles de tratar, siempre se había hecho a la idea que él nunca podría con uno.

Estaba tan perdido en sus pensamientos y viendo al pequeño, que dio un pequeño salto cuando Atsushi habló.

-Dazai-san, estamos en su casa. -Atsushi sabía lo que había dicho, pero también sabía que Dazai no le comprendería.

El mayor asintió mientras abrazaba al niño -Que tal si te adelantas y le explicas a su madre o padre lo que sucedió, no creo aguantarlo mientras este de pie...-dicho esto, se acomodó en el asiento y también acomodó al niño entre sus brazos. -anda, ve, prometo salir justo antes de que te den una paliza.

-E-entendido... -Atsushi salió del auto y antes de dar un paso, se giro para ver al mayor que veía al niño con una sonrisa, incluso una escena como esa, le trajo muchos recuerdos... no, no debía ponerse sentimental, tenía una misión, si, el había llamado misión al hecho de tener que hablar con Chuya-san, una misión de la que debía salir con vida.
Inhalo el aire suficiente, con paso firme se dirigió a la puerta principal y tocar esta firmemente.

Y lo hizo... nunca antes había tocado una puerta con tal firmeza.

Dazai veía la escena del pequeño albino divertido, justo cuando iba a tocar de nuevo, abrieron la puerta.
Se congeló, había recordado ese rostro triste como el rostro más hermoso, ojos de un hermoso azul llenos de lágrimas y fue allí donde se dio cuenta de lo pequeño que era el mundo y comprendió la razón por la que había sentido algo en el pecho cuando vio a Fumiya por primera vez.

El niño tenía esos ojos, esa misma mirada de la que él, sin darse cuenta, había caído...

**EN PAUSA** You will always be You  [Soukoku-BSD {Mpreg}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora