My Little Pony. Equestria Girls: La magia de... ¿el amor?

Parte 11

El resto del día transcurrió sin contratiempos ni complicaciones, salvo por el hecho de que Rainbow Dash no había entrado a clases. Nadie sabía en donde se había metido. Y cuando terminaron las clases y sus amigas se dieron a la tarea de buscarla, no pudieron encontrarla ni siquiera en el entrenamiento del equipo de soccer. Tampoco respondía al teléfono.

─ ¿Dónde se habrá metido? ─ preguntó Applejack después de recorrer la escuela en busca de su amiga ─ Rainbow Dash es impulsiva, y todas sabemos que sus reacciones pueden ser inmaduras, pero esto es demasiado. Algo serio debe estar pasándole.

─ Cariño, creo que deberías hablar con ella a solas ─ propuso Rarity ─ Es tu mejor amiga, ustedes se entienden bien, y si no ha querido hablar de ello con Fluttershy que es su amiga de toda la vida, tal vez se sienta más cómoda contigo, que eres más... afín a ella.

─ Sí, creo que lo mejor será que yo hable con ella ─ respondió Applejack ─ pero sigue estando el principal problema... encontrarla.

─ Tal vez se fue a casa ─ comentó Fluttershy fingiendo serenidad cuando en realidad era la más preocupada ─ Quizá lo mejor sea esperar a mañana, en las clases que perdió hoy ya habíamos presentando exámenes, pero mañana tenemos dos exámenes más y no creo que vaya a saltárselos.

─ Creo que Fluttershy tiene razón ─ intervino Sunset ─ si realmente Applejack va a hablar con ella necesita que Rainbow esté tranquila, debemos darle su espacio.

─ Mañana llegaré temprano, corre todas las mañanas en la pista, hablaré con ella entonces ─ dijo Applejack ─ Lo mejor será que nos vayamos a casa por ahora.

─ Sí, Sunset y yo iremos a pedir información acerca de un departamento cerca de aquí ─ agregó Twilight ─ Me gustaría mudarme lo antes posible.

─ Suerte con su búsqueda chicas ─ dijo Fluttershy sin dejar de buscar con la mirada a la desaparecida.

Pero por mucho que la tímida chica mirara, no encontraría a su amiga, porque Rainbow Dash se encontraba muy lejos de ahí.

Al salir de la cafetería había ido directo a su casillero para tomar su mochila y salir de la escuela.

Caminó más allá de la granja de los Apple, y se adentró en el bosque, hasta llegar a ese pacifico lago que nadie parecía conocer.

Rainbow Dash se sacó los zapatos deportivos, las calcetas y sumergió los pies en el agua fría del lago.

─ Es una completa tontería que yo esté sintiendo este tipo de cosas ─ empezó a hablar consigo misma ─ Fluttershy es mi amiga desde el jardín de niños, todo mundo dice que somos como un par de hermanas...

Un sonido de borboteo interrumpió el monologo de Rainbow, una pequeña tortuga acababa de salir del agua y se acercaba a ella a paso lento.

─ Hola, amiguita ¿Quién eres tú? ─ preguntó Dash levantando a la tortuga del suelo ─ Así que no tienes nombre ¿eh? ¿Qué te parece si te pongo uno? veamos... ¿Qué tal Tanque? ¿Te gusta? ¿Sí? Entonces Tanque serás.

Rainbow regresó a Tanque al suelo, la tortuga de inmediato centró su atención en un caracol que se movía con lentitud sobre una roca.

─ ¿Escuchaste lo que decía, Tanque? ─ preguntó Dash a la tortuga, aunque esta la ignoraba ─ Estúpidas Lyra y Sweetie, si no se hubieran estado besando en el pasillo yo no las habría visto, y no me hubiera imaginado todas esas cosas con Shy. Y esa tontería que dijo Rarity... no es que quiera impresionarla, ni siquiera tengo una esperanza de que ella pueda sentir lo mismo, yo en serio quería ayudarla... y pasar más tiempo con ella. ¿Por qué tiene que ser tan complicado? Estábamos muy bien así como estábamos, sin sentimientos raros, ni sueños extraños donde la beso. Simplemente estando juntas siempre. Ella es tan dulce, tan amable, y sabe mucho de animales. Apuesto a que te agradaría bastante ─ la tortuga, como si pudiera entenderla, la miró y asintió ─ Quisiera que todo fuera como antes Tanque... pero ahora cada que la veo me dan ganas de abrazarla y besarla, y todo por culpa de ese maldito beso que vi.