My Little Pony. Equestria Girls: La magia de... ¿el amor?

Parte 12

Rainbow Dash ya estaba quedándose dormida cuando escuchó el pequeño golpeteo en su puerta, tan débil que de no ser por el silencio de la noche no lo habría escuchado. Al principio pensó que sería cosa del viento, pero el golpeteo comenzó a hacerse más insistente y aumentó un poco su volumen. Rainbow se levantó de la cama y abrió la puerta. Al principio no vio nada, y estuvo a punto de cerrar la puerta cuando bajó la mirada y la vio. La pequeña tortuga con la que había platicado en el lago la había seguido y estaba ahí, en la puerta de su casa.

─ ¡Tanque! ¿Me seguiste hasta aquí? ─ preguntó Dash levantando a la tortuga del piso y entrando a casa ─ ¿Por qué? ¿Quieres quedarte aquí?

La tortuga la miraba, pero obviamente no podía responder. Rainbow interpretó su silencio como un sí. No sabía qué hacer con una tortuga, dónde podía dormir o que debía darle de comer. Ya le preguntaría a Fluttershy el día siguiente, por lo pronto improvisó un poco, le dejó agua y un poco de lechuga, y regresó a la cama.

A la mañana siguiente se despertó temprano, Tanque seguía ahí, se había comido la lechuga y descansaba en el agua. Media hora después Dash estaba lista para salir. Pero esta vez no fue a la pista a correr sus vueltas diarias, se fue directo al refugio de animales, con la esperanza de que Fluttershy estuviera ahí.

Y efectivamente, su amiga estaba dándole el desayuno a los animales cuando Rainbow llegó.

─ ¡Rainbow! ─ exclamó Fluttershy al ver a su amiga entrar al refugio, y sin poder evitarlo corrió a abrazarla ─ Estaba muy preocupada por ti.

─ Lo siento ─ murmuró Dash sin soltar a Fluttershy, se sentía tan bien tenerla entre sus brazos que extendió ese momento tanto como pudo ─ Lamento haberte preocupado.

─ ¿Y esta amiguita quién es? ─ preguntó Fluttershy separándose de Rainbow al notar la tortuga que su amiga cargaba.

─ Se llama Tanque, ayer fui a dar un paseo para calmarme y la encontré en el lago, yo la dejé ahí, pero me siguió a casa. Pero no sé qué hacer. ¿Debería llevarla de regreso al lago?

─ No lo creo, si te siguió una vez es probable que lo vuelva hacer, tal vez te tomó cariño y quiere quedarse contigo ─ Fluttershy tomó a la tortuga y la llevó a una mesa, donde comenzó a revisarla ─ Este tipo de tortugas pueden vivir tanto en la tierra como en el agua, así que tendrás que conseguir una pecera enorme para construirle un hábitat parecido al lago donde la encontraste. Si no me equivocó son mayormente carnívoras, comen insectos y algunos anfibios, moluscos y reptiles pequeños, como renacuajos, caracoles y lagartijas. Aunque también comen algunas plantas y frutos pequeños.

─ Tener una mascota es más complicado de lo que parece ─ bufó Rainbow ─ pero puedo hacerlo.

─ Yo te ayudaré a construir el hábitat, y con todo lo que necesites ─ sonrió Fluttershy ─ pero tengo una condición... ─ Dash la miró confundida ─ Tienes que decirme qué es lo que pasa contigo y por qué estás actuando tan raro.

─ ¿Qué? ─ preguntó Rainbow poniéndose muy nerviosa, no podía decirle lo que estaba pasando, no podía confesarle que apenas la noche anterior había soñado que la besaba durante el campamento, ni podía decirle que hace un momento, cuando la abrazó, quería quedarse así por mucho tiempo ─ No... no me pasa nada raro.