Parte 29

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─ ¿Una copa? ─ preguntó Cadence levantando una botella de vino que guardaba en el refrigerador, Luna asintió con la cabeza, estaba nerviosa, ni siquiera estaba segura de que iba a decir, en parte porque no entendía lo que sentía, pero sabía que sentía algo, algo real. Y necesitaba hablarlo con la causa de toda esa marea de emociones ─ Aquí tienes ─ dijo Cadence extendiéndole una copa y sentándose junto a ella en el sillón.

─ Cadence... ─ murmuró la morena tras darle un buen trago a su copa, no tenía caso alargar las cosas ni andarse con rodeos, pero el miedo y la confusión estaban ahí ─ Hay algo... estoy... ufff, esto es tan difícil... he estado sintiendo algo recientemente... algo que no se supone que debería estar sintiendo porque somos amigas, pero... ni siquiera sé lo que es, no he podido darle una definición o una etiqueta, pero cuando te veo siento un hueco en el estómago... y cuando no te veo no puedo evitar pensar en ti... a veces creo que estoy enloqueciendo, porque te extraño y quiero verte, veo algo lindo y pienso en ti, a veces simplemente despierto preguntándome qué habrás soñado y si en alguno de tus sueños estuve yo... yo... no lo sé, Cadence, no lo sé.

La pelirrosa observaba con detenimiento a la morena, entendía lo que quería decir, era lo mismo que ella sentía, esa confusión, ese no saber qué pasa, despertar pensando en ella... tenía que probar algo, tenía que saber si eso agitaba su corazón tanto como en el sueño que tuvo ayer.

Cadence acortó la distancia que las separaba y posó sus labios sobre los de Luna en un beso lento y dulce, tomándola por sorpresa. Luna se dejó llevar y acarició suavemente la mejilla de Cadence. Dentro de ambas se había desatado una serie de inexplicables, nuevas y emocionantes sensaciones. La pelirrosa había confirmado sus sospechas, en efecto, su corazón se había agitado y ahora latía desbocado dentro de su pecho. La morena en cambio estaba más confundida, una parte de ella esperaba que todo se aclarara con ese beso, darse cuenta que solo eran ideas suyas y no había más que amistad, pero ese beso había despertado en ella ganas de más, un deseo que no se creía capaz de sentir.

─ Lo lamento ─ se disculpó Cadence separándose después de unos segundos ─ no lamento haberte besado, pero lamento hacerlo sin tu permiso. Luna, me estoy enamorando de ti ─ dijo con la certeza recién adquirida ─ No sé cómo pasó, pero me estoy enamorando de ti.

─ Cadence... ─ murmuró Luna sorprendida, sin saber qué responder, y es que aunque la pelirrosa no había tenido problema para ponerle la etiqueta de enamoramiento a aquello, para la morena era mucho más difícil reconocerlo ─ Yo no sé... estoy muy confundida, porque una parte de mí dice que también me estoy enamorando de ti, pero hay otra que se niega a aceptarlo... las veces que me enamoré... no salió bien, nunca sale bien, siempre surge un problema, un obstáculo y la otra persona se marcha, o a veces simplemente no siente lo mismo.

─ Luna ─ dijo Cadence en voz alta, tomó con dulzura el rostro de Luna entre sus manos y juntó su frente con la de la morena ─ Estoy aquí. Mírame. Siento lo mismo que tú y no voy a marcharme. No es que de repente, en los últimos minutos me enamorara de ti, es algo que viene pasando desde que retomamos el contacto tras los Juegos de la Amistad, poco a poco has ido anidando en mi corazón, sólo que no había podido ponerle nombre hasta que Pinkie Pie nos habló de amor con tal franqueza. Yo también estaba asustada por no entender lo que sentía, pero ya no lo estoy, ese chispazo de claridad ahuyentó todas las dudas. Me estoy enamorando de ti, Luna.


Seguir temiendo o dar un salto de fe, a eso se reducía todo, Pinkie Pie había dicho "Pierde el miedo, es normal estar asustada, pero si sonríes y confías en ti, puedes superarlo y vencer el miedo. El miedo nos nubla, no nos permite ver las cosas que son realmente importantes, nos distrae de lo que vale la pena. Una vez que enfrentes ese miedo podrás ver todo más claro y podrás escuchar a tu corazón". Luna miró a Cadence, la determinación en su mirada, la certeza en su sonrisa, la dulzura en su rostro... Luna dio el salto, enfrentó el miedo y pudo escuchar claramente lo que decía su corazón, esta vez fue ella quien besó a la pelirrosa.

My Little Pony. Equestria Girls: La magia de... ¿el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora