Quinta Carta

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Verdades oscuras

El amor verdadero hace que dejes la lógica para confiar en la voluntad de tu corazón.

Aquella tarde, los Amati llevarían a cabo una fiesta privada. No nos habían invitado, ni ami ni a Iris, por lo que sabíamos que debíamos de escabullirnos. Pero no teníamos la más mínima idea, de dónde sería ni a qué hora. Por lo que di todo de mi para  sacarle la información a los Chicos de la cabaña Amati. 

Tuve que aceptar tres duelos de boxeo, donde me dieron más golpes que con el saco con el que entrenamos. Pero valió la pena y obtuvimos la información que necesitabamos.

-Será mejor que te marches pronto. No habrá nadie aquí más que la guardia y te van a correr de la peor forma posible si te quedas. - Me dijo uno de ellos

-Estoy esperando a Patricia, me dijo que viniera a hablar con ella. - Le contesté.

-Lo que pasa es que ella ya se fue. - Contestó.

-Pero...- Alcancé a decir.

-Ya se fue, lo siento mucho. - Miró a otro lado mientras me lo decía. No quería ver mi tristeza.

-Las palabras no son para los sordos, ni la cordura para los soñadores. - Complementó

-Vamos tenemos que salir de aquí. Mira: Arreglaron una celebración, a la que no invitaron a la gran mayoría. En otras palabras, es exclusiva. A nosotros no nos molestas, pero la guardia no somos nosotros. Será mejor que te vayas de aquí con nosotros. -

Comenzamos a caminar y antes de llegar a la puerta de salida me dijo -Baja tu intensidad por ella. El amor que buscas no es para ti. Escucha las palabras que te dice alguien que tiene aquí ya seis años con tu misma edad. - Añadió.

-Está bien. - Le contesté.

Le ofrecí la mano y me sonrió al tomarla.

-¡Eso! Tigre. - Añadió y nos despedimos.

Tomé mi bicicleta y me fui al taller de iris al otro lado de la ciudad. "Castellón" no era una ciudad particularmente grande, pero si era una penuria para alguien que la recorría en bicicleta como yo. Llegué empapado de sudor y tuve que descansar antes de poder tocar a la puerta.

-Pareces un perro apaleado. - Me dijo Iris al verme.

-Y tu pareces una muchacha hermosa. - Le dije

Sonrió y meneó la cabeza de un lado a otro.

-Tienes una lengua de embaucador. Podrías venderle un auto a un ciego. Pero yo no voy a caer ante tus encantos. - Me dijo y me empujó.

-Ha y un evento al que no me invitaron. - Le dije

-Excelente, ahora entiendes porque debes hablar con las personas y hacer amigos. - Contestó

-Los Amati, iris. Los Amati. Añadí

-Oh! Eso sí que me interesa. - Tenía los ojos tan grandes como el sol de la mañana.

-Si yo no sé y tu no estás invitado. Quiere decir que está sucediendo algo grande para los círculos más exclusivo de los Amati. Que bueno que has venido a verme, es la ocasión perfecta para trabajar. -

Tomó su teléfono celular y la miré mientras llamaba por teléfono con alguien.

- ¿Nina? -

-Sí, soy yo. ¿Estás con Françoise? -

-ok-

-Perfecto-

- ¿Dónde? -

- ¿La Amati? ¿Está ahí? ¿Con él? Maravilloso-

Ámame Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora