En algún lugar en las montañas, dos cuerpos inertes cobraron vida.
Con ceniza en el pelo, la chica se levantó, adolorida. Sintiendo una punzada increíble que casi la llevó de nuevo al suelo, movió lento la cabeza de un lado al otro, aturdida. La luz del sol le permitió mirar donde estaba, el paisaje era parecido a... ¿a qué? Se miró la ropa y en medio de un torrente de imágenes recordó todo, lo que le obligó a sentarse de nuevo.
Después de los misiles y de que se golpease la cabeza, Jeorg se lanzó a salvarla. En menos de un segundo, el aire frío de la noche les encontró en caída libre, con multitud de escombros siguiéndoles en una mortal carrera hacia el suelo.
Yaroit se revolvió, tratando de acomodarse, dejando que su mente reproduzca los recuerdos.
Al principio pensó que Jeorg estaba esperando a alejarse de la nave para volar, hasta que pronto cayó en cuenta que él no la sostenía a ella, sino ella a él. Un poco asustada, se movió como pudo y con un brazo logró agarrar al hombre. Si bien ya tenía experiencia en el aire, al estar débil y con su aura casi apagada, no podía volar ni aunque lo intentase con todas sus fuerzas.
Pensó y en un instante supo que tenía que hacer, supo que era difícil. Efxil y Dyhret seguirían por ahí, estaba segura, aunque no los veía, rogó que no se percatasen de que seguían vivos. El humo acompañaba a los escombros que caían con ellos y el suelo se aproximaba rápido, así que reuniendo toda su fuerza de voluntad, soltó a Jeorg y se apresuró a concentrar su aura en su cuerpo, además de desplegar los alerones que llevaba su traje, también dañados, cosa que logró apenas. Mientras tanto, viéndose libre, el cuerpo inerte del hombre caía muy rápido, al punto que temió haber cometido un gran error.
Llevándose al límite de sus fuerzas, expulsó todo lo que pudo de aura y se impulsó hacia Jeorg, logrando sujetarlo apenas. Ya con él en sus manos, escuchando como sus huesos crujían, frenó con todas sus fuerzas y suspiró aliviada un segundo, antes de darse cuenta de que el suelo ya estaba muy cerca y ellos apenas disminuían su velocidad. Decidida a conservar su vida, uso la poca aura que le quedaba para guiarse hacia un lugar con abundante vegetación, intentando evitar lo que podía ser mortal.
Poco antes de chocar contra el suelo, expulsó toda el aura de la que disponía y cerró los ojos con fuerza. El golpe fue tan fuerte que perdió la conciencia de inmediato y no sintió nada más hasta que la luz del naciente sol la encontró, ahora sentada.
Sacudió con lentitud la cabeza y se levantó ya del suelo, buscando a Jeorg con la mirada, llevándose la mano a la cabeza para tocar su pequeña herida, donde la sangre ya se había secado dejando un sórdido dolor. Cuando halló al hombre unos cuantos metros más allá, rodeado de escombros, se acercó para comprobar que a pesar de yacer inconsciente, estaba ileso. Se sentó a su lado y respiró, exhalando e inhalando con profundidad. Con la cabeza más despejada, cerró los ojos e hizo una leve fuerza en el centro de su pecho, sensación que ningún humano podría replicar, algo a lo que ella estaba acostumbrada desde la más tierna infancia. Su aura se expulsó y la rodeo, cubriendo todo su cuerpo como un suave manto, poco a poco, haciendo que se sienta más fuerte.
Ya mejor, suspiró con tristeza.
Para ese punto Efxil debía de tener al niño, y la nave destruida era la segunda de las dos últimas que les quedaban en pleno funcionamiento. Podrían claro reparar las naves restantes, si encontraban de alguna forma repuestos, pero lo más preocupante era el niño. Al pensar en ello de nuevo un dolor intenso le recorrió el cuerpo, comenzando por la cabeza. Mientras caía con Jeorg en brazos, recordó de repente, sintió algo bastante extraño. Una especie de explosión en ella, y su aura había revoloteado envuelta en una sensación impresionante, muy fuerte y tan breve que no pudo ser analizada con exactitud al hallarse al borde de la muerte.
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Daosled: El Último Heredero
Science FictionAlexander es un niño humano que un extraño día resulta transportado a una dimensión paralela, donde se encuentra con Jeorg y Yaroit, quiénes son los últimos sobrevivientes del planeta Daosled, destruido hace treinta años. Los tres tendrán que enfren...