EL ULTIMO VIAJE

PERIODISTA

Luis Mendoza despertó la primera mañana con el sonido de la sirena. No estaba acostumbrado a una rutina tan prematura. Eran apenas las cuatro horas y todos los técnicos deberían estar en sus puestos. Sin embargo, aun vencido por la somnolencia se dirigió a los servicios, necesitaba dedicarse un poco de tiempo antes de comenzar a investigar. No fue sino hasta que el jefe de operarios apareció que logró recobrar la compostura.

Luis era un reportero reconocido en el Planeta Tierra por sus atrevidos viajes y aventuras con el fin de conseguir las noticias más imposibles e improbables. Contratado por la CNN su fama se elevó al tope, lo que le garantizó muchas comodidades. Sin embargo, nunca se daba por satisfecho.

Una semana atrás había descubierto el verdadero destino de la nave HORIZON y lo había dejado perplejo. Una noticia como esa no la dejaría pasar jamás. Pidió su permiso vacacional en la oficina e hizo los preparativos necesarios. Tres días antes del despegue logró colarse como técnico de máquinas. No era una posición de la que estuviera acostumbrado, pero todo sería por tener los mejores titulares al regreso del viaje. La noticia es un arte y el sacrificaría todo por ella.

Un día había pasado ya del despegue y Luis se encontró observando la esfera terrestre alejándose a través de los pequeños vanos del área de motores. HORIZON era una magnífica nave. Según él suponía, había sido construida con el único fin de realizar ese viaje. Para él le parecía perfecto incluso estando en el sector del combustible podía apreciar magníficos acabados y esbeltez de formas. Al fin y al cabo, quizás el viaje no le resultaría tan fatigoso.

- Todos los técnicos diríjanse a sus puestos. La nave entrará en Fase 1 y alcanzará velocidad Luz en 2 minutos.

 

Esta vez era el capitán comunicándose a través de los parlantes. Pronto llegarían a la velocidad Luz y eso era algo muy provechoso. Cuando la nave alcanza la velocidad Luz entra en una fase de movimiento constante llamada Fase 1, durante ese lapso los técnicos se permiten un pequeño descanso ya que la nave se guía por si sola. Durante ese breve descanso Luis intentaría dirigirse hacia los niveles superiores. Sería toda una odisea si lograba llegar a la zona de hospedaje sin que nadie lo descubra.