Luiggi Rimarachín se encontraba ensimismado en sus pensamientos cuando el monolito explotó. Fue una pequeña detonación, pero bastaba para confirmar los cálculos y fórmulas que había estado desarrollando. Había encontrado una forma de ignición automática de los monolitos aplicando una cierta cantidad de microbacterias. Y todo eso en apenas 70 minutos.
Recogió los cascajos resultantes de la explosión y se propuso a intentarlo de nuevo. Esta vez lo intentaría con un monolito de mayor jerarquía. No muy grande, tampoco, pues podría dañar la nave sin que esas fueran sus intenciones. La magnífica nave HORIZON que el mismo había ayudado a diseñar y que los llevaría a salvo hacia su inhóspito destino. Se dirigió nuevamente al almacén y escogió uno de los diversos monolitos que había amontonado. Uno de un metro de largo bastaría por esta vez. Sin embargo, al volverse hacia la mesa de pruebas se quedó inmovilizado. Había un hombre mirando los cascajos. Y no sólo los estaba mirando. Los estaba fotografiando.
- Aléjate de ahí ahora mismo!
Su voz retumbó por todo el ambiente con fuerza, no obstante aquel hombre apenas se movió. Le prestó atención por un momento y volvió a tomar otra instantánea. Luego, alzando la mirada le dijo:
- Muy buenos días Doctor Rimarachín, tengo el honor de saludarlo. Lamento mucho la intromisión. Me llamo Luis Mendoza de la CNN.
- CNN? ¿Qué rayos está usted haciendo en mi nave?
- En primer lugar esta nave no es de usted, y en segundo lugar ya estoy aquí. No hay forma de que me devuelva a la Tierra.
- Lo que usted ha hecho es una muy severa intromisión. No crea que se saldrá con la suya cuando lleguemos a la Tierra.
La furia se advertía en el rostro del científico, sin embargo éste no encontraba alguna forma de deshacerse de aquel calamitoso personaje.
- Llamaré al jefe de seguridad! – Volvió a amenazar cogiendo el micro teléfono.
- Podría hacerlo, pero él no vendrá. – La respuesta del reportero no mostraba rasgos de inseguridad. – Dentro de media hora llegaremos a nuestro destino. En este momento el jefe de seguridad debe estar muy ocupado coordinando los detalles para la salida de reconocimiento. No creo que preste mucha atención a un chiflado como usted.
Apenas terminó de decir aquella frase, Luis tuvo que dar un brinco hacia atrás. El Dr. Rimarachín había lanzado un monolito hacia sus pies; y no sólo eso, sino que aquel monolito de un metro había explotado.
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EL ULTIMO VIAJE
Ciencia FicciónDescubre la fantastica aventura de la tripulación del HORIZON en el primer viaje tripulado fuera de la Galaxia.