Capítulo 2

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KungSoo recarga una de sus manos sobre la barra  ríe un poco. Mira al hombre mientras se levanta la manga izquierda de la camisa  le enseña el brazo. El rostro de KyungSoo adopta un tono sombrío, alejándose de todo el entretenimiento. Una cicatriz a la altura de la muñeca e lo único que hace aparición. "Oh, Dios. No estás mintiendo."

Él rueda los ojos. "Fantástico. ¿Dios? ¿También crees en las sirenas?"

KungSoo mira al extraño una vez más, intentando no reírse al contestar. "Seguro, ¿por qué no?"

El hombre se da cuenta de inmediato de que él está bromeando. Se acomoda de nuevo la camisa  le tiende la mano. "Kim JongIn."

"KyungSoo" le señala su placa dorada con su nombre grabado de la frase 'Hoy te atiende...' "Do KyungSoo"

"Bueno" dice "KyungSoo, Do KyungSoo. ¿Sales mucho en tu tiempo libre?"

"Sólo KyungSoo. Y no, no realmente." KyungSoo se recarga sobre la barra y agradece mentalmente a la persona que haya tenido que elegir su destino. En realidad parece el comienzo de algo muy bueno. "Pero sucede que tengo algo de tiempo hoy y no sé qué hacer con él. Me vendría muy bien un poco de ayuda."

JongIn sonríe ante el gesto y mira una vez más el cronómetro de ceros de KyungSoo. "Puedo intentar hacer algo con eso."

Él le da la oportunidad. No es que alguien más haya dado por él antes, él tiene un reloj como recuerdo. JongIn lo guía hacia el final de la calle soleada y brillante dónde su auto se encuentra estacionado. KyungSoo no puede creer lo que está viendo. "¿Eso es un Cadillac?"

Su alma gemela sonríe orgulloso. "Claro que si. Un DeVille de los sesenta."

Le abre la puerta con cuidado KyungSoo entra teniendo cuidado en preservar el estado del auto clásico, y sin tocar nada dentro en realidad. Admira todo a su alrededor. No hay ningún accesorio ajeno al carro colgando sobre el retrovisor brillante ni esas estampas que los chicos universitarios tienen a montones. Se siente como una revelación. "Tienes buen gusto."

JongIn coloca la llave para encenderlo "Sólo es un carro", dice, pero ni él se lo cree. Hace unos momentos, hubiera sentido lo mismo por KungSoo y decir: es sólo un empleado lindo, pero estos días las cosas tienen mayor importancia. Él jala la palanca a primera velocidad sabiendo a dónde quiere ir, aún con una imagen de ellos pasando el rato en la playa. Es algo aburrido,  JongIn juró  por años que nunca haría ese tipo de cosas por alguien, pero de alguna manera no puede evitarlo.

Maneja todo el camino por Sunset Boulevard, ni siquiera recordando la razón por la que se quitó el marcador en primer lugar. Su mente está llena de la brisa marina que se alcanza a sentir en los últimos minutos de su viaje, y su piel siendo acariciada por los rayos de la luz del mediodía. KyungSoo, por su parte, contempla todo con serenidad. Las palmeras que trazan un camino hacia el Océano Pacífico y los anuncios de The Sunset Strip que nunca le gustaron. Escuchando jazz por la radio y golpeando con los dedos al lado de su ventana.

JongIn deja el auto en la última calle antes de llegar a la playa. Se quita los zapatos y le sugiere que KyungSoo haga lo mismo. No es buena idea. Ellos tienen que correr por el asfalto infernal de la avenida antes de poder llegar a sumergir sus pies un poco sobre la orilla del mar para sentir un poco de alivio. "Creo que es un buen momento para decirte que estoy un poco consternado."

"¿Por qué?" dice, remangando sus pantalones para no mojarlos.

"Eres muy joven para tener un Cadillac. ¿Cuantos años tienes? ¿Veinticinco?"

Si eso es un insulto, a JongIn no parece afectarle. Se ríe un poco mientras desliza sus pies sobre la arena. "¿Cuantos tienes tú? ¿Dieciocho? Es tiempo de que dejes tu trabajo de verano."

"Soy artista. Todos mis trabajos son 'de verano'."

KyungSoo nunca había dicho que era un artista. Sólo pintaba cosas y sufría cada vez que algún trabajo suyo se vendía para decorar un restaurante Nadie prestaba atención a las paredes de esos lugares. Sin embargo, él ahora puede decirlo. KyungSoo camina a su lado con las manos en los bolsillos, observando la tranquilidad de la tarde y buscando con la mirada un carrito de helados.

"Sigo sin saber cuantos años tienes" 

"O la razón de mi Cadillac."

"Eso también."

JongIn corre hacia el agua como si no supiera que va a terminar mojado, pero se detiene cuando el mar le llega al as pantorrillas. Trata de atraer a KyungSoo, y funciona. Le hace creer al principio que él no va a empujarle hasta que lo hace. De un movimiento, lo tira y KyungSoo termina tan empapado que a no le importa, así que toma a JongIn por la cintura para hacer lo mismo con él. "Cuéntame."

JongIn hace a un lado uno de sus mechones que se le han pegado a la frente. "Algún día tendrás que enterarte. Pero no será hoy. Es material para la tercera cita"

"Oh, ¿estamos en una? ¿Ahora mismo?" Porque no tiene sentido, KyungSoo piensa que han pasado años desde que dejó de salir con chicas  se resignó al destino manifiesto del cronómetro de la mano izquierda. Se ríe de todas maneras.

"¿Esperabas rechazarme después de sonar en medio de la cafetería? No creo que estés en posición para hacerlo." Él agita sus brazos debajo del agua, comenzando a nadar en su lugar.

KyungSoo le responde lanzándole agua. "¿Y tú si?"

"No lo haría aunque pudiera."

Après tout ce temps c'est toujours vous「KaiSoo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora