Capítulo 6

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Ellos deciden viajar en avión.

Y es que, aunque KyungSoo ama los pequeños copos de nieve que caen mientras él avanza por la carretera, él tiene cosas más importantes en las que pensar ahora. Cosas como JongIn. Él no quiere arriesgarse a tener un accidente en la carretera con el Cadillac y tener un final horrendo, él sólo quiere cuidar de ambos, y tal vez tener menos tiempo para pensar en el hecho de que esto está pasando en realidad —y JongIn está a punto de conocer al resto de su rara familia; porque ahora SooJung conoce demasiado de él, más de lo que KyungSoo desearía compartir de su pareja alguna vez—. "Creo que estás en mi asiento."

Él rueda los ojos y pega su frente al hombro de JongIn. "Vete de aquí."

"No" SooJun muestra su boleto, y le muestra el número del asiento. "En serio estás tomando mi lugar."

KyungSoo está muy ocupado buscando los labios de JongIn como para poner atención.

"Lo que sea. No es como si quisiera estar en medio de ustedes."

SooJung, usando sus encantos y esperando a que la última persona aborde el avión y las puertas se cierren, logra cambiarse a uno de los lugares de primera clase. Ella se despide lanzándoles un beso antes de irse detrás del aeromozo.

"¿Sabes? Quisiera ser ella."

KyungSoo podría golpearlo. "Vienes conmigo."

"No lo digo por el chico" JongIn se acomoda en su asiento y revisa la pequeña bolsa que se encuentra en el asiento frente a él. Saca unos audífonos de ahí y comienza a desenredarlos. "En primera clase te dan dos comidas gratis. Aquí sólo tenemos una."

Pensándolo bien, a KyungSoo también le gustaría ser ella.

JongIn escribe un poco y KyungSoo lee todo lo que tiene que contar. Le gusta leerlo, le hace creer que conoce esa parte de JongIn que no le gusta mostrar a todo el mundo.

Cuando el avión aterriza, ellos bajan sintiéndose aún más cansados que antes aunque no se han movido mucho. SooJung ya está esperándolos en una de las puertas, junto con un taxista que ella ya ha contratado. El resto del camino se les va en dormir y quejarse por el cielo nublado. SooJun los despierta cuando sabe que están a punto de llegar (y KyungSoo se lo agradece profundamente porque así puede tener tiempo para practicar su cara seria y pretender que todo está bien en el mundo). El camino paralelo a las casas con jardines se le hace diferente, como si estuviera viendo una vieja película y descubierto que había pasado algunas cosas de largo. Tal vez es que no está nevando en Miami. Tal vez es que, por primera vez, siente que huir es sólo algo innecesario.

JongIn se encuentra frotando su cara para espantar el sueño cuando el taxi se detiene. Él se coloca erguido ante su propio apocalipsis."¿Ya llegamos?"

KyungSoo asiente, y sale de una vez para sacar las maletas. JongIn no puede hacer más que seguirlo. Los tres toman todo el equipaje, que tampoco es mucho, y caminan hacia la puerta mientras tratan de no sentirse incómodos por aquello. SooJung suspira; y toca una, dos y tres veces.

"¡Ya llegaron!" Un hombre de camisa ridícula los abraza hasta que se da cuenta de que hya una persona más que de costumbre. "¿SooJung?"

"No" KyungSoo se apresura a decir. "Él viene conmigo."

Un par de parpadeos del señor Do, y luego KyungSoo le muestra a su padre el reloj en ceros y todo se convierte en felicidad. Llama a su madre, y también a sus tíos y demás familiares. Hay incluso un par de lágrimas brotando por aquí y allá; JongIn no puede evitar sentirse como un impostor. ¿Por qué? Él no lo sabe.

"Eres muy guapo."

JongIn acepta las caricias en las mejillas, pero no acepta que carguen su equipaje. Es demasiado. En su lugar, sigue a la madre de KyungSoo directo hacia su cuarto. Es un auténtico milagro navideño que pueda caber tanta gente en una casa tan pequeña. Él se da tiempo de admirar todo lo que hay detrás de esa puerta vieja de madera pintada de blanco. Fotos, un pizarrón de caucho, los estantes con libros o incluso la cama. Todo parece haberse atesorado con el mayor esmero posible. Así que, cuando su madre los deja solos, él tiene que preguntar. "¿Hace cuanto tiempo te fuiste de aquí?"

Eso no es algo de lo que KyungSoo se sienta orgulloso. Él toma la maleta de JongIn y la deja sobre la cama. "A los dieciocho."

"¿Y qué se supone que deberías hacer allá afuera? ¡Estabas del otro lado del país!"

KyungSoo había oído muchas veces ese tipo de cosas. Y también ha dejado de querer explicarle a la gente, pero lo hace de todas formas. "Me fui a estudiar arte. No siempre estuve en Los Ángeles, me moví de un lado a otro por años. Tal vez no te hayas dado cuenta que hay cuadros que hago y desaparecen en un instante, tengo un convenio con una galería de arte. No es mucho, pero por algo se empieza."

"Así que eso es lo que haces." JongIn se sienta sobre el borde del colchón. "Cuando no tienes que ir a trabajar y te encierras en tu estudio."

"Pues claro. ¿Qué creías que hacía? ¿Lavar ropa?"

Après tout ce temps c'est toujours vous「KaiSoo」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora