Après tout ce temps c'est toujours vous「KaiSoo」

Capítulo 5

JongIn conduce de regreso, aún sin hacerse al a idea de que KyungSoo ha renunciado a su alma gemela para estar con él.

Porque si, JongIn ni siquiera está seguro de que ambos sean buena pareja.

Él no tenía planes de comprar un café esa mañana cuando KyungSoo sonó en horas de trabajo, pero su hermano había sugerido ese lugar que había visto en el centro de la ciudad. Incluso se ofreció a ir con él pero algo surgió y él terminó yendo sólo para poder trabajar un rato y, ¿por qué siquiera se quitó el reloj en primer lugar?

Los días pasan, se convierten en semanas y también en meses. Antes de que él pueda detenerse algún momento para pensar que hay algo raro con el asunto de que KyungSoo debería dejar de sonar pero no lo hace; y JongIn tampoco investiga a fondo.

Tal vez debió hacerlo.

"Buenos días."

KyungSoo rueda en la cama un poco, él no quiere ir a trabajar. "No voy a levantarme. No me importa si termino viviendo debajo de un puente o durmiendo en parques. Ya ni siquiera me gusta el café."

JongIn se recuesta del otro lado, él ya está vestido y desayunado y perfumado. KyungSoo lo ama, pero no hay manera alguna de que pueda girarse un poco para atraerlo hacia si. Está demasiado cansado para funcionar.

"Sabes que no tienes que trabajar si no quieres hacerlo" le dice, y deja un beso en su frente. "Puedes vivir conmigo."

De alguna forma, eso suena más como un acto de misericordia que una invitación a mudarse. "No creo que sea lo mejor."

KyungSoo logra sobrevivir a los últimos días de trabajo antes de sus merecidas (y míseras) vacaciones de una semana con el constante factor emocional de JongIn; que pasa a recogerlo después del trabajo y escucha, sin bostezar, tofo lo que ha hecho en el día. Eso no es más que un constante Baek dijo esto y yo hice esto y la gente que ve mi reloj me felicita y me pregunta como van las cosas contigo. De todas formas, se siente como una buena vida. La simplicidad dentro del auto en el camino a casa. Los postres que su hermana hace todos los martes. Ver felicidad cuando no se supone que la encuentres. Vivir como se supone que deberías. KyungSoo está muy consciente de es, y cuando JongIn le pregunta sobre sus planes para la semana de Navidad al año nuevo, él se da cuenta de lo desconectado que ha estado de las cosas que él hacía antes.

"Uhm-" KyungSoo hace un gesto, seguido del ligero golpe de las yemas de sus dedos contra el tableo del auto; y luego está frotándose la frente. "Yo solía hacer fiestas, no eran lo mejor que podías encontrarte en toda la ciudad, pero de cierta forma si lo eran. Mis amigos y yo no vamos con nuestra familia y todo eso, nos quedamos aquí porque sale más barato que un viaje en avión. Pero-, supongo que me gustaría ir ahora que apareciste en la imagen."

JongIn está teniendo un conflicto ahora, ellos siempre tienen las conversaciones más profundas dentro de su Cadillac.

"Perdon, JongIn. No te pregunté cuales eran tus planes. ¿Ibas a salir a algún lado?"

Él niega, y trata de prestar atención a alguna otra cosa. No es su intención hacer que KyungSoo lo lleve con él a todos lados, pero la fantasía es una cosa muy peligrosa si no sabes como manejarla y él se encuentra queriendo conocer a la familia de KyungSoo antes de que tenga oportunidad para sugerir el descanso mirando series que se le había ocurrido en primer lugar.

"Bueno" KyungSoo no sabe si tomarlo como un acuerdo, o como un gran momento que podrías contarle a tus hijos después para que entendieran por qué terminaste donde terminaste. "Tal vez podríamos viajar a mi casa, ¿te gustaría acompañarme?"

"Si, será divertido."

En definitiva, es la segunda. Hay algo en esa escena; con el ruido de la ciudad haciéndoles eco dentro del auto estacionado en la entrada y KyungSoo sintiendo que conoce a JongIn desde hace una eternidad y dos años más. Él no entiende mucho de amor, pero sabe que esto (lo que sea que signifique ese juego de emociones rodándole por el cuerpo, y que le gusta llamar amor) puede ser algo bueno. Algo que, si bien no lo hará mejor, lo hará feliz. Brillante. Justo como un reloj que toca canciones horribles o las luces de un Cadillac rojo inmerso en la oscuridad.