Capítulo 3: La fuga

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Cuando ya han pasado 5 días desde que el fenómeno extraño apareciera misteriosamente en el cielo, Helias, Hector y su profesor de quimica intenta saber si estos nuevos elementos pueden ser mortales para los seres humano, mientras que Junior intenta calmar desesperadamente a Herika por la gran preocupación por su familia, haciendo que Junior acepte a salir de la zona hacia la ciudad. Pidiendo ahora ayuda sus amigos... ¿Aceptarán este reto?

—... ¿Que? —Menciona Helias pensando que lo acaba de decir.

—¿Estas loco Junior? Esas nubes contienen algo desconocido... Nos estas poniendo en riesgo — Exalta Hector muy furioso con Junior.

— Chicos... No les exijo que me sigan... Solo que me ayuden... ¿Podrían? —Dice Junior con su cabeza agachada esperando la ayuda de sus amigos.

Helias y Hector se miran mutuamente de nuevo sabiendo cosas como esos extraños elementos que por ahora no parecen peligrosos. Helias ve a Junior y le dice:

—¿Cual es tu plan?

—... Pensé en tomar el Jit que esta abajo pero el profesor de fisica las tiene, por eso los necesito a ustedes — Dice Junior bajando su cabeza como clemencia.

—Suena conplicado... Por lo menos el profesor de fisica no es que sea muy atlético que digamos — responde Hector soltando a su vez unas risas.

Después de planear los detalles para el plan, pensaron en tanto la comida como en el agua. Entonces decidieron  saquear las despensas de comida para eso.

Luego de ya terminar decidieron comenzar ya como el plan... Junior va directo donde esta el profesor de fisica al cual esta echado en el sofa, mientras Helias y Hector van por la comida en el sótano.

— Oiga profesor, ¿Usted puede decirme algo sobre el fenómeno extraño?... Tal vez una teoría —Habla Junior intentando llamar su atención, ya que el profesor es fanático de las teorías de conspiraciones o cualquier otro tema que se centre en los "Illuminates".

— Oh, por supuesto, he recolectado información estos años sobre una sociedad secreta mundial... Y parece que ya no somos de utilidad para ellos, pero aun así... — Seguía mencionando el profesor concentrándose más y más en el tema.

Junior desliza su mano al lado de el profesor, en su bolsillo donde se encontraba la llave.

Mientras Helias y Hector entraban al sótano, notaron que alguien cuidando abajo, haciendo que escondieran detrás de unas cajas viejas.

— Maldición, es el chico de primero... ¿Que hace aquí? —susurra Helias lo más bajo que puede.

— Parece que lo encargaron para cuidar la despensa, debieron pensar que algunos intentarían coseguir más comida — responde Hector susurrando.

Rápidamente Hector coge un tubo al lado de el y se levanta corriendo en dirección al chico.

— O-oye, ¿que crees qu- — Menciona el chico antes de ser golpeado en la cabeza por Hector.

— Parece que eres de los que no les gustan seguir los planes ¿no? — Menciona Helias riendose junto con Hector

Mientras, Junior aun seguía intentando obtener las llaves del Jit, el profesor aun seguía hablando hasta que...

—¡Oiga profesor, María tiene una fiebre muy alta, necesito que la venga a ver profesor! — grita un chico muy alterado apuntando a la habitación de la chica.

— Esta bien muchacho. Oye Junior, toma las llaves, busca en el escritorio de mi habitación, rápido — Menciona el profesor lanzándole las llaves a Junior.

Una sonrisa apareció en su cara, llamado idiotas en voz baja. Junior comienza a correr al pasillo donde se encuentra con Helias y Hector quienes llevaban unas grandes bolsas. Al mirarse  respondiendo todos al mismo tiempo:

— ¿Ya lo hiciste?

Sin pensarlo más, ellos corren hacía afuera donde se encontraba el Jit. Junior intentaba encenderlo mientras ellos subían las bolsas de comida en la cajuela. De repente se oyen las voces de algunos chicos mirando por la ventana.

— Oigan idiotas, ¿adonde creen que van? — Grita un chico mientras lo ve a ellos.

— ¡JODANSE PUTOS! —Grita Helias a todo pulmón mientras le hace una señal obscena.

El Jit enciende y Helias y Hector suben a el, en ese mismo momento los profesores llegan pero ya era demasiado tarde para detenerlos. Junior acelera y se aleja de la cabaña.

— Lindo detalle de despedida — Menciona Junior hacía Helias.

— Oye viejo, no todos los días tienes estas oportunidades — Responde Helias con una sonrisa de satisfacción.

Repentinamente Junior cambia su aptitud a una seria mirando a los dos.

— Chicos, recuenden que no sabemos nada de lo que habrá fuera de esta zona... Espero que estén preparados para todo.

— Tranquilo Junior, por lo que sabemos, esa cosa no es peligrosa así que calmate un poco — Le reponde Hector con mirada despreocupada. Tal vez sea por el aire de aventura y adrenalina que acabamos de sentir.

— Ahora... ¡Vayamos hacía la ciudad!

Continuará...

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