Suspirando. Su respiración era tranquila, sin embargo estaba estresaba, no podía dejar de ver el cómo la chica que la acompañaba hacía bromas o preguntas tontas.
Así era Camila, la dulce Camila; siempre alegre, dulce e inocente.
Por otra parte estaba Lauren, quien era seria, solitaria y no muy inocente que digamos.
Lauren estaba sentada debajo de un árbol; árbol que se encontraba en el patio trasero de la escuela. Intentaba concentrarse, debía concentrarse, necesitaba hacerlo, así esto le ayudaría a completar su último proyecto de artes; hacer un dibujo de un paisaje que la hiciera sentir libre, en armonía. Pero teniendo a aquella chica ruidosa corriendo por todas partes le era imposible.
—¡Maldita sea, Camz! —Exasperó con sus manos jalando sus cabellos— ¿Puedes guardar un poco de silencio?
Camila paró en seco de inmediato.
—Yo no estoy haciendo ruido —Afirmó cuando en realidad era la única persona que se encontraba acompañando a Lauren.
—Ajá... —Bufó Lauren, repiqueteando su bolígrafo contra su cuaderno de dibujo.
Gracias a que había reprendido el comportamiento de Camila, el alrededor de Lauren ya se había vuelto más tranquilo, ya que al parecer Camila sólo se encontraba jugando con sus propias manos.
Lauren suspiraba, a pesar de tener silencio no conseguía lograr que aquella imagen llegara a su cabeza, aunque tenía que admitir que el silencio era bastante beneficiante para ella, era cálido, tranquilizador; justo lo que necesitaba.
Era tan perfecto como para ser duradero.—Lolo, ¿qué pasaría si...?—Comenzó a balbucear logrando que la ojiverde azotara su cabeza contra el árbol.
—¿Si qué? —Cuestionó estresada. Suspiró rendida. Era más que obvio que por más veces que le pidiera que guardara silencio, aquella chica jamás cerraría la boca. Era tan molesta, Lauren quería deshacerse de ella, pero...
—Ya sabes... —Continuó a la vez que jugaba con sus dedos uniéndolos entre sí.
—No, no sé. Ve al grano, Camz —Inquirió regresando su vista al cuaderno, sin embargo de vez en cuando levantaba su mirada para ver a aquella chica.
Cabizbaja, caminó hasta Lauren. Yendo hacia ella, observando el cómo Lauren fruncía el ceño con tal cercanía.
Lauren dejó su cuaderno encima de su regazo, observando sus con aquellas hermosas gemas verdes el cómo Camila con desánimo tomaba asiento a su lado. Lauren tenía que admitir que la chica podía fastidiarle el alma, pero lo último que quería era hacerla sentir mal, y al parecer eso era lo que había logrado; Lauren odiaba que el alegre rostro de Camila se transformara a uno de pocos amigos como el que tenía ahora.—Ya sabes... Si yo fuera real..., si yo no viviera en tu cabeza.
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You're in my head; Camren
JugendliteraturCamila puede ver a todos. Lauren sólo puede verla a ella. ¿Por qué?