You're in my head; Camren

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—Camz, ¿miraste la camiseta que tenía aquí en mi cama? —Interrogó Lauren mientras temblaba sobre sus pies, ahí estaba solo en ropa interior.

—Mm, no —Respondió desde el armario de Lauren— ¿Ya puedo salir?
—No, hasta que encuentre mi camiseta vas a salir, por lo mientras permanece ahí con los ojos cerrados.—Ordenó Lauren buscando por debajo de su cama.

—Pero si acá dentro está demasiado oscuro, ni siquiera sé cuando parpadeo —Comentó entre un sollozo.

—No puedo creer que le tengas miedo a la oscuridad —Murmuró hurgando entre sus propios cajones, sacando sin alternativa otra camiseta.

—¡Yo no tengo la culpa! —Aclaró desde el armario.

Lauren caminó hasta éste y abrió la puerta, encontrándose con una Camila indefensa, abrazada de una de sus chaquetas.

  Ahí estaba Camila, con los ojos cerrados, con la camiseta de 1975 de Lauren. Lauren tan sólo rodó los ojos.

—Camila...

—¿Sí? —Dijo apretando sus ojos.

—Esa es mi camiseta —Afirmó viendo el cómo Camila negaba con su cabeza.
—Estaba tirada en el piso —Comentó abriendo sus ojos con lentitud. Mirando el cómo Lauren suspiraba y tallaba sus sienes.

—¿Y? Es mi camiseta, es el piso de mi habitación —Argumentó mirando el cómo Camila con sus manos acariciaba su camiseta.

—Creí que lo tuyo era mío y lo mío tuyo...—Susurró comenzando a alzar la camiseta.

—No, no, no, no, Camz —La detuvo antes de que se quitara por completo la camiseta.

—Pero... —Le miró con aquellos ojos llenos de lágrimas.

—Déjatela puesta —Suspiró—, yo ya tengo esta. ¿Miras? —Se señaló a sí misma mostrándole el hecho de que ya tenía una camiseta puesta.

—Se te mira bien —Comentó saliendo del armario, limpiando sus “lágrimas” con la camiseta de Lauren. Lágrimas que eran fingidas ya que Camila... Ella no podía llorar.

—Dios, ahora mi camiseta ha sido mojada por tu melancolía —Dijo Lauren mirando a Camila sentada en su cama.

Camila jugó con sus pies, viendo a Lauren cepillar su propio cabello, frente al espejo.
Lo más curioso era el hecho de que Lauren sí podía verla a través del espejo, Lauren podía verla en todas partes, en cualquier lugar que estuviera, ella podía verla.

—¿A dónde vas a ir, Lolo? —Preguntó curiosa, puesto que Lauren sólo se arreglaba para ir a la escuela, y hoy, hoy era sábado.

—Voy a ir a un lugar a donde tú no puedes ir...—Respondió con desánimo.

—¿Ese lugar es malo? —Cuestionó mirando el cómo Lauren dejaba de cepillar su cabello, dándose media vuelta para quedar delante de ella.

—No lo sé, Camz —Tomó asiento a su lado—. No sé si es bueno o malo, mamá me ha dicho que es para mi bienestar.

—¿Para tu bienestar? —Frunció el ceño— Pero tú estás bien, o al menos yo te veo bien.

—Claro que estoy bien, tú no te preocupes, Camz —Acarició la mejilla de la chica mientras esbozaba una sonrisa—, ¿quieres que te compre algo de regreso?

—No... Sólo quiero que regreses pronto.

—Lo haré, Camz... Regresaré.

Miró desde la ventana el cómo subía al coche unas maletas, posteriormente ella subía, no sin antes dirigir una última mirada a aquella ventana que no miraría en bastante tiempo...

Camila tan sólo le sonrió, le sonrió como todos los días lo hacía. Sin embargo la sonrisa de Camila se esfumó aquel día...

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Aora cy biene lo shido.