17 OTRA VEZ

Capítulo II

Al estar en la escuela, comenzó a buscar a su pareja con la mirada, pero no lo hallaba. ¿En dónde estaba?

Un pequeño golpe en sus zapatos, lo hizo volver a la realidad, era un balón de Basket. Lo tomó con ambas manos para después mirarlo.

-¿Me la devuelves, por favor? -Pidieron de manera amable.

El corazón de Vegeta latía muy rápido. Era su pareja la que le estaba hablando. Olvidó por completo que él fue el capitán del equipo de baloncesto. Eso sí que era un golpe de suerte. Soltó el balón, y lo abrazó con fuerza.

-¡Kakaroto, mi amor!

-¡Oye! ¿Qué te pasa? ¡Suéltame! -intentó zafarse.

-Kakaroto, no sé qué pasó, pero ambos volvimos a ser adolescentes. Yo tenía miedo de que no me recordaras, o de que no existieras, estaba asustado, pero me alivia el saber que no es así.

-¿De qué hablas? ¡Aléjate! -lo logró apartar.

-¿Qué sucede, Kakaroto?

-Eso mismo te pregunto ¿Qué te sucede?

-¿No me recuerdas?

-¿Por qué debería hacerlo? Ni que fueras alguien importante en mi vida.

-¿De verdad no lo haces?

-¡No! ¿¡Quién eres!? -preguntó, acomodando su uniforme.

Esto no podía ser posible, no podía ser cierto, no podía estar pasando. Kakaroto, SU Kakaroto, no lo recordaba. Ahora sí sentía que quería que la tierra lo tragara.

-Goku ¿Por qué tardas tanto? -preguntó un chico de cabellos lilas llegando a la escena.

-Lo lamento, Trunks. Es que este chico me estaba hablando.

-¿lo conoces?

-Para nada.

-¡Sí me conoces! ¡Soy Vegeta! -Goku ladeó un poco su cabeza tratando de recordar.

-Creo que sé quien eres. Vamos en el mismo salón ¿no?

-No, es decir; sí, además de eso... Tú y yo estamos... -Se quedó callado, pensándolo mejor, no sería conveniente decirle que estaban juntos.

El menor no lo recordaba, y eso lo ponía en desventaja, decirle la verdad haría que el menor se alejara por completo de su lado. Perdiendo la oportunidad de recuperarlo.

-Sí, estamos en la misma clase -dijo algo decaído.

-Vámonos ya, Goku. Debemos hablar con el entrenador para las fechas de los próximos partidos -el mencionado asintió.

-Tienes razón. Nos vemos después... Vegeta.

-Adiós, Kakarotto -Respondió bajito mientras lo veía alejarse.

-¿Kakarotto? -Trunks lo miró- Para no conocerlo tienes apodo y todo.

-Cállate, Brief. Eso fue muy raro... Aunque, no me molesta para nada ese apodo.

-¿En serio?

-No. Me gusta que me diga así -se sonrojo levemente.

-Parece que alguien se nos enamoró.

-Yo no he dicho eso, además; lo acabo de conocer.

-Así comenzaron mis padres.

-¡Basta, Trunks! Solo di mi opinión sobre el apodo, y más te vale no decir nada sobre esto ¿de acuerdo?

El susodicho sonrió.

-Tú secreto está bien guardado conmigo.