➳ Capítulo 5

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E

l brillante señor sol se escondió entre las grises nubes que fueron enviadas por el viento fuerte del atardecer, una hermosa chica de diecinueve años pronto para los veinte, beta, caminaba apresurada pues debía llegar pronto a la casa de su compañero para hacer su proyecto, miro a los cielos cuando vio que su sombra había desaparecido entre la oscuridad. Siendo las cuatro de la tarde el viento la golpeo provocándole un escalofrío.

Concentrada en su andar el ruido de unas llantas plastando hojas secas y avanzando lentamente le llamaron la atención ¿Quién haría ese juego? ¿Por qué no simplemente manejaba normal? Y se percató que con cada paso que daba el auto avanzaba.

Peligro, su lobo advirtió.

Decidió mandar un mensaje a su compañero.

¨ya estoy por llegar a tu casa, JiMinnie¨ pulso enviar.

Decidió ignorar y apresurarse prácticamente corrió todo lo que pudo dar sus pulmones, cuando vio la casa de su amigo se apresuró en caminar y tocar la puerta pero no logro. Unos fuertes brazos la sostuvieron justo cuando iba a gritar por ayuda, una tela con un agradable aroma a rosas la cegó adormeciendo rápidamente todo sus acciones y sentidos, sintió que era arrastra y metida dentro de algo, el fuerte ruido de la puerta de un auto cerrándose y el motor prendiéndose le avisaron estaba siendo secuestrada.

— Que lindura de mujer eres, mala suerte que seas una simple beta— la voz del desconocido retumbo en su cabeza, se escuchaba tan lejana y ebria.

Intento por todos los medios enderezarse pero no lo lograba, su cuerpo no respondía a sus mandatos y su lobo estaba dormida, habia sido drogada directamente a su lobo, y sin su lobo no era nada. Cerraba y abría los ojos tratando de aclarar su vista pero solo vía la cabellera castaña del hombre que no emitía ningún aroma.

—Su-suéltame— pidió, pero solo escucho la risa burlona del desconocido.

— Claro que no—lo escucho decir, debía escapar así tuviera que saltar del auto lo haría.

Busco tanteando el cerrojo de la puerta pero una mano la detuvo apretándola fuerte.

— no te podrás ir—aseguró el hombre. Sintió que el auto corría gran velocidad y su lobo empezaba a despertar.

Tomo aire cerrando y sincronizando sus sentidos su beta se levantó, observo al hombre que la presaba de su libertad, era muy apuesto, un verdadero hombre para cualquier ser viviente pero sacando su lado lobo le dio un arañazo en la cara, le provoca cierta pena ya que había arruinado el rostro del apuesto hombre, el hombre soltó un fuerte grito junto a insultos, ella vio el botón para poder abrir la puerta del auto sin embargo el hombre la tomo del cuello.

—¡Maldita perra! ¡Me la pagaras! ¡Estarás muerta!— sintió las garras del hombre perforar su cuello rompiendo la piel suave.

Pataleo ahí en las manos del hombre, gritando de dolor tomo fuerzas y dio otro manotazo a su agresor, con la sangre bañándola por completo, aun así el hombre seguí manejando llamando la atención de los peatones quienes vieron como de las aberturas de la puerta del auto goteaba un líquido rojo y este caía a la pista haciendo un tremendo lío.

Sintiendo a su lobo morir propino todos los manotazos que pudo al hombre, estaba segura que lo había dejado casi desfigurado.

—Me canse de ti, maldita beta—determino el desconocido.

Tomo su último trago de aire y sintió como su garganta se desprendía de su cuerpo, la sangre baño todo el auto, las ventanas delanteras y del lado derecho tenían huellas de las manos de la mujer cubiertas de sangre, el hombre dejo caer el pedazo de carne y hueso que había arrancado de la joven mujer, observo todo, este no era su plan pero esa chica se la puso difícil.

—es por esto que no trato con mayores, los cachorros son más manipulables— afirmo.

Detuvo el auto a las afueras de la cuidad donde lo esperaba otro auto, se bajó con cuidado viendo que nadie estuviera, cuando llego al otro saco un galón de gasolina y lo esparció por el auto dentro y fuera pero antes abrió la puerta de donde cayó hacia fuera la cabeza la chica observo el enorme hueco donde debía estar la garganta pero esta estaba debajo del asiento. En su mano traía un pequeño maletín, saco lo que necesitaría, rompió la camisa del cuerpo e hizo su primer corte.

Teniendo todo listo, agarro su encendedor y prendió fuego a todo. Subió al auto y dio una última mirada al cuerpo descuartizado de la chica saco la lengua y lamió un poco de la sangre que había salpicado en su cara, arranco y desapareció como lo hizo anteriores veces.

...

El ambiente incómodo hizo a JiMin querer correr lejos del lugar y esconderse como aquel cachorro que era, justo cuando iba a responder la pregunta dura del alfa su teléfono sonó, un mensaje, no era nada importa, pensó.

—Tu silencio habla en susurros— dijo el alfa.

JiMin se levantó rápidamente y coloco en su lugar aquella carpeta donde contenía todo la información de la desaparición del menor. Aun en un completo silencio de eternos minutos hasta que el celular del mayor empezó a sonar desesperadamente.

—Hola ¿tío?—contestó el alfa extrañado pues casi nunca lo llamaban.

¨ regreso, YoonGi, el regreso¨ la otra voz se escuchaba desbastada y sobre todo desesperada.

JiMin vio caer el en semblante del mayor rápidamente quiso acercarse pero prefirió darle su espacio saliendo de la habitación pero antes que lo lograra este lo detuvo en la puerta. El agarre del alfa era fuerte y temblaba como si pronto tendría un colapso lo toco dándole fuerza en silencio pero el alfa tenía la piel en extremo fría.

— ¡Oh dios mío tu presión esta baja!— JiMin se alejó y corrió hacia su mochila de ella saco una barra de chocolate abriéndola rápidamente y metiéndose la en la boca al alfa, este necesitaba algo dulce y pronto, lo vio tragar el dulce coloco un dedo en el pulso de este aún seguía acelerado.

En la mente del alfa todo se detuvo, el asesino de su hermano había regresado a las andanzas, eso significaba peligro

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Hola mis rosas🌹
Esperó haya sido de su agradó.

Besos y abrazos.
XOXOXO.

Lily_rosesdark🌹

Why Do You Love Me, Baby? © YoonMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora