Capítulo 4. Te amo de aquí al infinito y más allá.

24 8 0
                                    

/ dieciséis de julio de dos mil doce /

Él durmió aquella vez conmigo, ¿de qué servía dejarlo ir a casa y que estuviera sólo? Eso no era algo sano.
Yo vivía sólo también, mi casa era más bonita y amplia así que le he traído a vivir conmigo, a él no le ha molestado y ambos vivíamos juntos, por las mañanas le cocinaba, y como he dicho antes, aunque no era muy bueno en eso trataba de que las comidas de todos los días fueran las mejores. Solo por él. Por nadie más creo que haría tan semejante cosa. En el lapso que le conocí hasta ahora, fui una persona diferente, mi pequeño me hizo una persona diferente, cambié, en todos los aspectos gracias a él y para bien. Era totalmente distinto. Como un yo renovado. Vivíamos sin problemas, ambos dormíamos juntos, todo era tranquilo. Él se adaptó rápidamente al lugar así que eso hizo que todo marchara bien por ese tiempo. 

/ cuatro de agosto de dos mil doce /

—¿Amor? . . .

Se encontraba recostado en mi pecho desnudo y enrollado en las sabanas, por encima de su cabeza.

— ¿Anoche? . . .

Anoche, Te entregaste a mi*

—Eso lo sé. Quiero saber cómo fue, para ti. . .

—Bueno, he tenido veces mejores, no estuviste tan mal.

Obviamente estaba jugando.

—Idiota.

—Lo que si me ha gustado es cuando has montado en mí y gemido mi nombre.

—¡CÁLLATE, CÁLLATE!

Y me golpeó un par de veces aún escondido dentro de las sabanas, probablemente es porque todavía estaba bastante avergonzado.

/ dieciséis de agosto de dos mil doce/

Tuvimos nuestra primera cita romántica, nuestra primera cita como una verdadera pareja. La pasamos en un restaurante. Comimos algo de carne, ensalada y tantas comidas tan costosas, después de eso, fuimos por el parque caminando ambos tomados de las manos, iluminados por la luz de las estrellas y la Luna.

—Pero, Bang, ¿cuánto me quieres?

—Ya te lo dije, te quiero mucho . . . no, TE AMO.

—¿Me amas?, ¿hasta dónde es posible amar?

¡Te amo de aquí al infinito y más allá, con pasitos de caracol! *


—Eso es muy poco.

—¡Claro que no! ¡Es demasiado!

—Yo te amo aún más.

—Ah, ¿sí? ¿Cuánto?

—¡Yo te amo de aquí al infinito y más allá, con pasitos de caracol, DE IDA Y VUELTA! ¡HA-HA Te gané!

—¡Eso es trampa, Jun!

—¡TE GANÉ! ¡YA DIJE! 

Ir “discutiendo” por quien era él que se quería más del uno al otro era uno de los pasatiempos tal vez más aburridos por muchos, pero de los mejores para mí. No tenía una elección, debía dejarle ganar, después fingía llorar y tenía que hacer y darle mil de cosas para poder tranquilizarlo. 
Él, sólo siendo él, me hacía tan feliz. Sus defectos se tiraron a la basura . . . No venían conmigo. 
Todo iba bien, hasta ahí, fue entonces al pasar de los días cuando me di cuenta de que el problema ya no era solo su vista, había algo más que eso. . .Algo que no se soluciona con una simple inyección, ni con medicamentos, iba más allá de una gripa.

Incluso si TÚ no estás [Re-subido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora