Incluso si TÚ no estás [Re-subido]

Capítulo 7. Las palabras más hirientes.

Los días pasaron, yo aún no le contaba algo sobre que ya habia recibido los resultados de sus estudios por correo. Hasta que él me preguntó. Respondí que no sabía, y hice como si no estuviese interesado. Así que él ya no siguió preguntando más.

Los días en cambio, seguían pasando, su enfermedad avanzaba, sus cabellos caían, seguía con sus malestares, y yo no quería que él se enterara, pero ya no podría seguir siendo más así. Entonces algún día despertaría y él ya no viviría más. Todo por mi culpa, así qué, decidí llevarle a la clínica que me ofrecieron, para que ahí le trataran y ayudaran.

Los meses transcurrieron y aunque pensaba que todo estaba yendo mejor, estaba totalmente confundido, su estado estaba empeorando. De pronto, él tuvo que usar gorras porque se había quedado sin algún cabello, pero le convencí en que todo lo que ahora le sucedía era algo normal en los chicos de su edad, sobre todo los chicos que no podían mirar ya que esas daban las consecuencias. Ya que él era fácil de manipular todo eso me ayudo, por un tiempo. Después de unos meses más los doctores especialistas le hablaron sobre ese tema y aunque él decía que no padecía alguna enfermedad los doctores le trataban de decir la verdad.

-Me mentiste. Te odio, ya no te quiero, aléjate de mi.

Me menciono una noche en la que fui a verle al hospital, me tomé por sorpresa aquellas palabras salir de su boca puesto que no sabía a que se debían, me acerqué a él pero solo me recibió con patadas sobre el vientre, y gritos. Puede saber, que se había enterado de lo que realmente le pasaba. Me rompí en millones de pedazos y trate de consolarlo, pero todo estaba en vano. Le dejé sólo, para que estuviera tranquilo, cuando logró conciliar el sueño entonces fui de nuevo hasta la habitación donde estaba. Entré sigilosamente pero igual me escuchó y habló.

-Que te vayas, ¿no entiendes? , ¿qué haces aquí? Deja de tener lastima por mi, estaré muerto en algunos días, vete de aquí, deberías estar divirtiéndote con algunos chicos, ¿qué es lo que haces aquí?, ¿esperas acaso el día en que me muera para no tener algún resentimiento acaso? Largo de aquí. . ¡QUE TE VAYAS!.

-Jun Hong, bebé, por favor , escúchame, ¿podrás? . .

-No, vete, ahora mismo, vete de aquí. .

-Primero escúchame.

-No tengo nada que escuchar, ahora, te puedes ir por donde llegaste. No quiero que estés aquí, ¿qué no entiendes?. .

Insistí hasta el cansancio, él debía entender que todo lo había hecho por él y no por mi, por él para que no sufriera o tomara su enfermedad como alguno malo, que sí lo era pero él debía comprender que todo lo hacia por él. Y no afectarlo.

-Es hora de dormir. . vete de aquí ya. Si estás tú, es imposible que pueda dormir.

-Por favor, Jun Hong, siempre hemos dormido juntos, abrazados y es de la única forma en la que puedes dormir, no digas estupideces.

-La única cosa estúpida de aquí, eres tú.

-Jun Hong . . .

Jamás me había hablado de aquel modo, eso me dolió, demasiado. Nunca pensé que él reaccionara de esa forma. Salí de la habitación de un portazo, sus palabras dolieron más que cualquier otra cosa. No quise saber ya más nada, me fui a casa. .