En una familia tan grande y tan mágica el drama es solo una parte de la historia...
Por qué ser hijos de los héroes de la segunda Guerra Mágica sin duda no es fácil y menos si tus padres son un rubio Malfoy, un pelirrojo Weasley, una soñadora Loveg...
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Narra James •
Estaba ansioso y nervioso, creo que esas palabras me describían perfectamente, Margot Malfoy, la única chica que se resistía a mis encantos y la única que me robaba el corazón sería mi pareja en la boda de Teddy. Nisiquiera yo mismo me podía explicar cómo era que ella había aceptado.
-James, James, te estoy hablando. ¿Que es lo que te sucede?- Dijo nada más y nada menos que el niño que vivió mi padre Harry Potter.
-Perdón papá, no me di cuenta, estaba pensando-
-Mira nada más, todo un milagro- Dijo mi hermano Albus mientras se reía.
-Uy Albus, deja a James en paz, que no vez que está pensando en cierta rubia que será su pareja hooooy- Mencionó Lily sonriendo maliciosamente en mi dirección.
-¿Una rubia? ¿Iras con Margot?- Cuestionó Harry Potter con una sonrisa pícara hacia su primogénito.
(James sonrió ante la mención de la chica Malfoy)
-Mira que te flecho fuerte- Dijo mi papá mientras me miraba y soltaba una risa.
-Solo no lo eches a perder James- Dijo Albus- Margot en serio vale la pena-
-Ademas le agrada a tu madre James, y créeme que es la única chica a la que Ginny Weasley quiere como tú novia-
-No solo mi mamá la quiere como mi novia, yo también la quiero papá. Y te aseguro que así será.-Por que yo no estaría dispuesto a recibir un no como respuesta de ella.
Narra Margot
-¿Estas nerviosa verdad?-Me pregunto mi hermano Scorp mientras entraba a mi habitación.
-No lo estoy- Lo dije con un tono de seguridad increíble, que por poco y me creía mi respuesta.
-Aún no entiendo como aceptaste a ir con James, aunque supongo que él te debe de gustar para que aceptaras-
-No es como que lo niegue sabes, el es bastante atractivo y todo pero simplemente me negaba a aceptar algo con el las veces anteriores que me pedía citas por qué es difícil saber lo que piensa-dije moviendo mis manos para dramatizar más el asunto.
-¿Tienes miedo de que te rompa el corazón?-
-Más de lo que crees Scorp.- Admití sin desviar la mirada de mi hermano.
-Pues estate segura hermana de que si ese idiota te rompe el corazón yo le romperé la cara-
-Uy Scorp, me encanta tu faceta de hermano sobreprotector-pellizqué su mejilla mientras rodaba los ojos.-Ademas el que debería de estar nervioso eres tú hermano mío, que no se te olvide que te enfrentaras a la ira de Ronald Weasley-
Solo bastó decir eso para que mi hermano palideciera y yo me partiera de risa.
• Ya en la madriguera •
Narra James: Estaba esperando a que Margot llegara, y estaba algo ansioso por verla, cuando por fin apareció por la chimenea.
Su hermano Scorpius y ella cayeron después de llegar por red flu, aunque a diferiencia de caer como su hermano, fui lo sifientemente rápido para atraparla antes de que cayera, después de todo ser buscador en el equipo de quidditch había servido de algo con mis reflejos.
-Gracias Potter- Dijo mientras me miraba, era extraño pero no podía apartar los ojos de su mirada; de esas bellísimas orbes plateadas que destacaban en sus ojos, y nuestras respiraciones lo único que hacían eran chocar, pero me gustaba como se sentía, me gustaba tenerla en mis brazos. ¡Mierda!, se sentía malditamente bien tenerla así.
-Es un placer querida-
-Te agradezco Potter pero tienes que saber algo- Dijo con esa peculiar forma amenazante que tenia al hablar- Yo no soy tu querida-
Solo pude asentir ante sus palabras, no por que me haya dejado mudo, si no por que lo único que podía hacer era era verla.
-Te vez preciosa- y en verdad que lo hacía, ese vestido marcaba todos sus atributos.
-Gracias, los Malfoy siempre nos vemos bien, aunque tengo que admitir que tú también te vez muy bien James- un sonrojo, se sonrojo; eso era todo lo que necesitaba para saber qué tenía oportunidad con ella, y no pude hacer nada más que sonreír y tomarla del brazo para guiarla hasta la carpa donde se celebraría la boda.
Sería fácil ganar la apuesta que Fred me había hecho...
